Pablo Cejas, después de su “noche de furia”

“Me equivoqué... pero no encontré otra forma de hacerme escuchar”

El policía que se reveló hace 15 días ya se encuentra en su domicilio. Reconoce que su decisión “no fue la correcta”. Confía en seguir trabajando en la fuerza.

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“Yo hice las denuncias y presenté las pruebas. Ahora es la Justicia la que tiene que investigar”, dijo Cejas. Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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“Estoy bien..., por el momento tranquilo y sin mayores sobresaltos. Retomando nuevamente mi vida con normalidad. El martes me dieron el alta. Los médicos me recomendaron que me ‘desenchufe’ de los temas que ya todos conocen. Que me cuide de no tener emociones fuertes o situaciones de alto stress. Nada raro. Lo bueno es que no encontraron en mí ninguna patología extraña. Sólo estar tranquillo”, dice Pablo Cejas en diálogo con El Litoral.

Si bien pasaron 15 días, hoy parece lejana aquella “noche de furia” cuando Cejas llegó hasta la rotonda de Guadalupe y, empuñando su arma reglamentaria, amenazaba con quitarse la vida. Fueron cuatro horas de locura y dramatismo.

Estaba mal

Respecto de ese episodio, el suboficial sostuvo que “ahora que lo pienso en frío sé que la decisión no fue la correcta. Me equivoqué. Pero en ese momento no encontré otra forma de hacerme escuchar.

“En los momentos previos había tenido un par de discusiones con mi familia, que se dieron por la misma tensión que yo estaba sufriendo. Estaba muy susceptible y todo me caía mal. Primero había ido al cine con mi hijo. Llegué y discutí por una pavada. Y ése fue el detonante de todo”.

* “Esa noche yo sabía que todo terminaba relativamente bien. Vi entrar a tres hombres del GOE por el restaurante. Uno se colocó en la barra, otro en un depósito y el restante en la cocina. Pero no iba a disparar. Eso lo tenía decidido. Jamás tiraría contra un policía. Después vi que entraron otros tres. Entonces ahí desmonté el arma, levanté los brazos y me entregué”.

* “Hace unos días se presentó en mi domicilio un asesor del ministro (M. Pullaro) que habló conmigo para ver las condiciones de vida que llevaba. Se mostró bastante predispuesto a ayudar. Al menos tomó nota de todo. Vamos a ver qué pasa.

“Me sentí acompañado sólo por algunos compañeros. Hasta el momento ningún jefe vino a verme. Parece que se olvidaron de la materia que dice que hay que velar por el subordinado”.

Las denuncias

Más adelante Cejas remarcó que “mis denuncias ya están hechas donde corresponde. Ahora es la Justicia la que se tiene que encargar de investigar. Yo presenté las pruebas. Ahora si todo queda en la nada... ya escapa a mí. En ese caso tendremos que pensar de una manera diferente. O no meternos más o llegar a la conclusión de que la Justicia es cómplice de ciertas cosas.

“Actualmente estoy con carpeta médica. No estoy en disponibilidad como algunos dicen. Posiblemente me reintegre a la brevedad. Eso lo dispondrá el psicólogo de la Policía. Con o sin arma voy a seguir trabajando en la Policía. Ya sea en una oficina o en cualquier lado.

Una Policía mejor

Por último sostuvo que “hoy en día es más cuestionado el policía honesto que el deshonesto. El que es deshonesto es buscado para recaudar. Las famosas ‘cajas negras’ son mas viejas que la policía. Y son difíciles de combatir porque el delito va mutando y siempre encuentra la manera de recaudar. Por ejemplo, si se corta el dinero de los narcos, se recauda con chantajes, con secuestros, con desguace de autos, robos, en fin...”

“Lo que pasa es que la corrupción es estructural. Si algunos mandos están corruptos, qué se puede esperar de los subalternos. Uno quiere seguir pero hay cosas que te tiran para atrás como el caso de ese policía que alquilaba el arma a delincuentes. Esa gente hay que sacarla.

“Pese a todo esto sigo creyendo que la Policía puede mejorar. Y voy a seguir luchando por eso”, culminó.

“Mis denuncias ya están hechas donde corresponde. Yo presenté las pruebas. Ahora es la Justicia la que se tiene que encargar de investigar”.

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“Esa noche vi cuando entraron los hombres del GOE y no quise disparar. Jamás usaría mi arma contra un policía”, reflexionó.

Foto: Pablo Aguirre/archivo