La cifra de muertos trepó hasta los 241

Pueblos fantasma y supervivientes en vela tras seísmo en el corazón de Italia

El terremoto que sacudió el miércoles el centro de Italia, además de causar 241 muertos, según el último recuento, ha dejado auténticos pueblos fantasmas, con centenares de supervivientes que pasaron su primera noche en campamentos para damnificados, prácticamente en vela.

16-1-14923200AA323749.jpg
 

Amanecer en Amarice donde continuaba la frenética labor de los rescatistas. Fotos: Agencia EFE

 

Gonzalo Sánchez

[email protected]

DPA y EFE

El seísmo, de 6 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, casi devastó gran parte del municipio de Amatrice (en la provincia de Rieti, a unos cien kilómetros al noreste de Roma), el más damnificado, pero también afectó gravemente a otras localidades próximas y las infraestructuras de esta zona montañosa en el corazón de Italia.

Es el caso de Accomuli, Illica, Arquata del Tronto o Pescara del Tronto, que presentan un paisaje igualmente desolador, con casas reducidas a escombros, y calles polvorientas y enmudecidas.

Técnicos del cuerpo de bomberos recorren las avenidas de Accumoli y fotografían sus dañadas viviendas de piedra. Durante el recorrido se percibe un silencio triste, roto en ocasiones por el sonido de algunos teléfonos móviles proveniente del interior de algunas casas.

Más de 1.200 habitantes de la zona afectada del centro de Italia tuvieron que abandonar sus viviendas por seguridad ya que los desplomes continúan y pasar la noche en campamentos para damnificados.

Han pasado una noche de temblores, en la que la tierra no ha dado tregua y se registraron hasta 300 réplicas de distintas magnitudes.

Con la salida del sol, se instauró una cierta calma tras una noche de aciagos pensamientos, que muchos han pasado en vela pensando en la tragedia que acaban de vivir.

Alessio Filodei, que residía en Pescara del Tronto, reconoce a Efe haber sentido “un gran miedo” en la madrugada del miércoles, cuando todo tembló.

Instalado en el campamento de Arquata, reconoce que ni siquiera sabe cuál es el estado de su casa, aunque sospecha que “no habrá quedado mucho de ella”.

Ante esta situación, asegura haber dormido “muy poco” porque “el miedo aún es muy grande”.

También ha pernoctado en este campamento Cristina, quien cubierta con una manta dice que su prioridad ahora es hallar a su hermana, que vivía en Amatrice y de la que aún no tiene noticias.

Su noche ha transcurrido con intervalos de sueño en los que confluían “pensamientos cruzados” sobre esta situación vivida.

A Francesco Morelli, de 17 años, que veraneaba en Pescara del Tronto, el terremoto le pilló de paseo con un grupo de amigos, de los cuales tres de unos 14 años perecieron entre los cascotes.

El joven, ahora en un campamento para desplazados en Arquata del Tronto, recuerda a Efe sobre la noche del desastre: “estaba paseando con un grupo de amigos cuando, de repente, se produjo un estruendo y nos encontramos rodeados de polvo y bajo un pánico total”.

Una vez que el polvo se disipó, se percató de que tres de sus amigos, “más pequeños, de 14 años” y que de habían quedado más atrás durante el paseo yacían muertos bajo grandes cascotes.

“Cuando el polvo desapareció vi gente corriendo por todas partes y mis tres amigos muertos”, cuenta Morelli.

Al igual que el resto de personas, su primera noche en el campamento ha estado salpicada de visiones y pesadillas.

En el campamento de Accomuli el ambiente es más tenso y la actividad mas frenética, sobre todo por la necesidad de habilitar la zona y de preparar la comida para sus centenar de residentes: hoy toca pasta con panceta y guisantes y de segundo “lo que haya”, según relata la cocinera a Efe.

Los vecinos realojados en ese lugar, que hasta hace dos días era un parque infantil, rehúsan hablar con los medios y se quejan de las fotografías que los periodistas les hacen.

Una trabajadora de Protección Civil recomienda no hacer demasiadas preguntas dado el cansancio de la gente y, aunque tienen mucho trabajo, agradece el sol que hoy brilla en el lugar tras una noche fría.

El trabajo sigue siendo extenuante en la zona y entre las labores figura la de reparar las vías de comunicación, dañadas por el seísmo, con una hondonada que presenta ahora un desnivel de quince centímetros.

Investigación

La fiscalía de Rieti abrió hoy una investigación preliminar por presunto desastre doloso tras constatar después del terremoto de 6 grados de magnitud del miércoles daños en edificios que habían sido reestructurados recientemente.

Los medios de comunicación italianos informan de la investigación por parte del fiscal jefe de Rieti, Giuseppe Saieva, quien ya efectuó ayer algunos registros para hacerse con documentación sobre las últimas reestructuraciones.

En concreto, señalan los medios, se investigan los importantes daños que ha sufrido la escuela de Amatrice, que había sido reestructurada en 2012 para que respetase las normas sísmicas tras un temblor registrado en 2009.

También se investiga sobre el campanario de Accumoli, que fue sometido a intervenciones antisísmicas y que se derrumbó completamente.

Según publica hoy el diario ‘La Repubblica‘, se destinaron 700.000 euros para reestructurar la escuela, que, aunque no se ha derrumbado completamente, ha sufrido gravísimos daños.

El rotativo romano informa además de que la Protección Civil había puesto a disposición otros dos millones de euros para que algunos edificios, como el hospital, respetasen las indicaciones antisísmicas, pero que nunca fueron utilizados.

El terremoto se produjo a las 03:36 horas locales de la madrugada de ayer y tuvo una magnitud de 6 grados en la escala abierta de Richter con epicentro en Accumoli e hipocentro a cuatro kilómetros de profundidad.

Por el momento se han producido 241 muertos en las localidades más afectadas, Arquata del Tronto y Pescara del Tronto, ambas en la provincia de Ascoli, y en Amatrice y Accumoli, en la provincia de Rieti, donde continúa la búsqueda de desaparecidos bajo los escombros.

16-3-3910307.jpg

Vista general de un pabellón de deportes reconvertido en alojamiento temporal para los damnificados en Amatrice, centro de Italia.

Animales rescatados y rescatadores

  • Los animales también sufren las consecuencias de situaciones como el terremoto que ha devastado el centro de Italia, si bien su situación también se divide en salvadores y damnificados.

Las zonas del desastre que se desató en la madrugada del miércoles con un terremoto de 6 grados en la escala abierta de Richter están siendo rastreadas por perros con los que las autoridades buscan ya sean cadáveres como posibles supervivientes bajo los escombros.

En Accomuli, uno de los pueblos más afectados, varios cánidos recorren sus destruidas y polvorientas calles olisqueando en busca principalmente de un signo de vida.

Pero en este contexto también se da la otra cara de la moneda, la de los perros que han logrado escapar del desastre y que ahora se encuentran con sus dueños en los campamentos habilitados, tras perder sus hogares.

La pasada noche unas 1.200 personas fueron alojadas en tiendas de campaña y otras instalaciones dispuestas por las autoridades para evitar que estuvieran en sus casas o a la intemperie, según datos oficiales conocidos hoy.

En uno de esos campamentos, el del Arquata del Tronto, un perro de caza permanece atado a una de las farolas y se muestra inquieto, quizá tras haber sentido las cientos de réplicas que se han sucedido durante la noche.

Al animal no le falta su ración de comida: macarrones con tomate, como los que seguramente cenaron sus dueños anoche, en caso de que hayan sobrevivido.

El perro gime y estira la correa para tratar de tocar a las personas que deambulan por el campamento, algunas de las cuales juegan con él mientras que otros le ignoran mientras llaman nerviosamente por teléfono.

Otros habitantes del campamento pasean a sus mascotas a primera hora de la mañana, quizá para no faltar a su rutina.

El dato

215 rescatados

  • Los bomberos italianos rescataron hasta el momento a 215 personas con vida de entre los escombros tras el terremoto que el miércoles sacudió el centro de Italia, informó hoy en Roma el prefecto Bruno Frattasi, citado por la prensa local.
16-2-3911430.jpg

Un policía y su perro Leo trabajan entre los escombros de un edificio derrumbado en Pescara del Tronto. Foto: Agencia EFE