Club de lectura

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Los históricos y las reediciones. Si bien los actuales son más pequeños, contienen la misma magia en diferente formato.

Esta semana proponemos una colección para compartir y jugar con los peques de la casa. Sean niños en edad cronológica o niños interiores.

POR ROMINA SANTOPIETRO. Foto. Luis Cetraro.

Estoy felizmente en regresión. Hace unos meses yo venía paveando muy oronda por la peatonal cuando en la vidriera de una librería (sí, yo no miro vidrieras de ropa o zapatos, creo que deben saberlo) vi reediciones de la colección Elige tu Propia Aventura y de golpe, volví a tener 10 años. Una discusión para otro momento será si alguna vez dejé de tener 10 años, pero ahora no viene al caso.

El tema es que vi reeditados los libros para jugar. Pegué la ñata al vidrio sonriendo. Y calculando mentalmente el saldo disponible en la tarjeta.

Estos libros nos enseñaron otra forma de leer y claro, de jugar. ¡Y de hacer trampa! Porque las dos primeras historias las leíamos y jugábamos bien, eligiendo entre las posibilidades y sin mirar atrás, hasta llegar a uno de los variados finales.

Ya después, marcábamos todos los saltos de páginas y leíamos 3 ó 4 historias al mismo tiempo. Hablame de multiuniversos y Matrix, ¡nosotros éramos expertos en eso!

Durante un par de años fueron los regalos obligados para cumpleaños y comuniones. Con mis primos compartíamos la colección.

Conservo los primeros, en versión tapa dura, que en los 80 y 90 publicó en Argentina Atlántida. La reedición se lanzó al cumplir la serie 30 años, en 2014, bajo el mismo sello. Tiene más de 70 títulos para elegir. También se consiguen en formato pdf.

Por supuesto que ese día entré y me compré 4 libritos -ahora el formato es más pequeño- y llegué a casa a jugar.

No, no tengo hijos, me los compré para mí. Para la Rominita de 10 años que amaba esos libros. Y que se puso a leer haciendo trampa como las mejores, sin perder el estilo de marcar varias páginas con los dedos, con papelitos o, en el mejor de los casos, señaladores varios.

Pero me puse a pensar -a veces hago eso- que si disfrutaste tanto algo a esa edad, sería genial poder pasarle el legado a alguien que ahora tenga 10 años. Varios amigos me contaron que son sus hijos quienes disfrutan hoy las aventuras y eligen diferentes finales. O sus sobrinos.

La cuestión es que vuelvan a circular. Que puedas ser protagonista de tu propia aventura, sumergiéndote en las historias con diferentes finales que propone este tipo de lectura. Tengas 10 años, 15 ó 40 y tantos.

Pero ¿qué es lo que los hace tan especiales?

En los libros de Elige tu propia aventura, la historia está narrada en segunda persona. Tras una introducción a la historia, se ofrece al lector la posibilidad de elegir por primera vez entre distintas opciones que determinarán las acciones que emprenda el protagonista.

Por ejemplo, la primera disyuntiva que aparece en El abominable hombre de las nieves es:

“Si decides cancelar tu cita con Runal y buscar a Carlos, pasa a la página 7”.

“Si crees que Carlos está bien y sigues con la idea de ver a Runal, pasa a la página 8”.

Cada opción envía al lector a una página distinta dentro del libro. De esta forma, el relato pasa de tener una estructura lineal a una con ramificaciones. Hay muchos finales, unos buenos y otros malos, dependiendo de la astucia del lector o de si ha tomado una decisión ética. En estos libros suele premiarse la prudencia, la inteligencia o la bondad.

Varios finales concluyen con la muerte del protagonista, alguno de sus compañeros en la aventura o ambos, como resultado de una decisión incorrecta.

Ocasionalmente, el lector puede encontrarse en un círculo vicioso en el que siempre acaba en la misma página, como resultado de alguna elección particular. En este punto su única opción es volver a comenzar el libro.

La lectura es un placer egoísta, salvo que uno le lea a otro en voz alta. Pero poder recomendar una lectura que amamos, un relato que nos maravilló, nos entretuvo, nos asustó... en suma, que nos encantó, es la forma de entregar una parte de tu historia a alguien. Porque ese libro se entretejió con tus experiencias, con tus ideas, y con tus sentimientos.

Esta colección en particular, te va a permitir compartir un espacio con los peques de tu entorno. Y te va a llevar a ser niño otra vez.

Para regalar a quien quieras enseñarle a soñar y a jugar con la imaginación. Y para que puedas robarte el librito a la noche, y volver a vivir tu propia aventura. ¿Madurar? ¡Eso es para las frutas!

Los autores

Edward Packard nació en Huntington ( Nueva York) en 1931. Se graduó en la Universidad de Princeton y en la Escuela de Derecho de Columbia. Él fue el creador del particular estilo de Elige tu propia aventura. Packard mostró su manuscrito a varias editoriales importantes pero todas rechazaron su publicación. Una pequeña editorial, Vermont Crossroads Press, propiedad de Constance Cappel y R.A. Montgomery, fue capaz de vislumbrar el potencial de estos libros-juego.

Raymond Almiran Montgomery, nació en la localidad de Greenwich (Connecticut) en 1936. Asistió a la Hopkins Grammar School. En 1958 se graduó en la universidad de Williams, realizando estudios de postgrado en las universidades de Yale y NYU (New York University).

Además de Edward Packard y R.A. Montgomery, otros autores destacados fueron Constance Cappel, y sus hijos Ramsey y Anson.