Refuerzos federales para la provincia

Idas y vueltas en el acuerdo con la Nación por el plan de seguridad

  • Lifschitz dio por cerrado el trato ayer a la tarde, pero Bullrich salió a cuestionar al gobierno provincial, porque “no se compromete a depurar la policía”. La administración de Macri reclama auditorías en las comisarías y mayor control sobre la fuerza.
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Germán de los Santos

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A horas de la marcha en Rosario y Santa Fe contra la inseguridad, las negociaciones entre el gobierno provincial y el nacional por el regreso de las fuerzas federales se recargaron de tensión y el acuerdo, que el gobernador Miguel Lifschitz dio por cerrado durante la tarde por Twitter, quedó otra vez en el aire, por la negativa de la provincia según aseguró a El Litoral la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich de realizar una depuración en la Policía santafesina, con investigaciones y controles “profundos”.

“El gobierno de Santa Fe tiene que asumir el compromiso y colaborar para depurar y hacer cambios estructurales en la Policía, que está atravesada en gran parte por el narcotráfico. No queremos más parches”, aseguró Bullrich a este diario durante la tarde de ayer, en momentos en que desde el gobierno provincial se daba por cerrado el acuerdo.

En la cuenta oficial del gobernador en la red social Twitter apareció el mensaje: “Acordamos un convenio con @PatoBullrich y en breve lo anunciaremos. Será un trabajo conjunto con Nación para lograr los mejores resultados”.

Unos minutos después, el desconcierto era total en la sede de gobierno de Rosario. La primera reacción de los voceros de Lifschitz fue decir: “Nos cambiaron el acuerdo”. Pero después, con más serenidad, hoy a la mañana el gobernador fue más cauto: “No hay conflicto, sino que hay mucho ruido en el medio, de intermediarios que llevan y traen información, pero este tema se está tratando al más alto nivel, incluso con el ministro de Interior” Rogelio Frigerio, expresó Lifschitz.

El punto 6

¿Qué pasó en el medio? El punto seis del acuerdo fue el que sembró la discordia. El diagnóstico que hizo el Ministerio de Seguridad de la Nación apunta a que para resolver el problema de fondo en Santa Fe hay que depurar la Policía.

La pretensión de Bullrich es que un funcionario del gobierno nacional esté al frente del plan de seguridad, que sea quien tome las decisiones, para realizar “controles cruzados” en la fuerza provincial.

El punto seis del borrador del acuerdo señala que “el Ministerio de Seguridad de la Nación y el gobierno de Santa Fe se comprometen en el plazo de tres meses a realizar una evaluación pormenorizada de la situación de seguridad en la provincia y efectuar las recomendaciones para incorporar al plan de trabajo conjunto”.

Entre los diez ítems de ese artículo figura “la realización de auditorías en comisarías orientadas a determinar: estado de las comunicaciones, informática, situación de los efectivos, cantidad de sumariados, motivos de los sumarios, causas judiciales pendientes, cantidad de deserciones, motivos de las bajas y su relación con el narcotráfico y la corrupción, y un detalle de efectivos condenados por narcotráfico y corrupción”.

Además se indica la posibilidad de llevar adelante evaluaciones “en las áreas de Asuntos Internos y Análisis e Investigación Criminal” y “test psicofísicos y toxicológicos a los efectivos”, como así también la realización de “auditorías aleatorias de investigaciones realizadas por el personal policial y resultados de las mismas”.

La secuencia

Las negociaciones entre el gobierno provincial y los funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Nación empezaron el martes de la semana pasada. Lifschitz fue a Buenos Aires acompañado de la intendenta de Rosario, Mónica Fein, y del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro. El intendente de Santa Fe, José Corral, estuvo ausente, pero ya se había reunido con Bullrich la semana anterior.

El gobernador fue a pedir el envío de las fuerzas federales, pero del otro lado la respuesta fue mucho más dura de la que esperaban. Primero se habló de una intervención a la Policía con la creación de un comité de crisis, como prevé la ley de seguridad interior.

Lifschitz se negó de plano. Y comenzó una negociación a la par con el ministro de Interior Rogelio Frigerio y el jefe de Gabinete Marcos Peña, las alas políticas del gobierno de Cambiemos. El gobernador neutralizó esa idea de máxima. Bullrich planteó entonces que se realice en la provincia un trabajo “conjunto”, pero comandado por funcionarios nacionales.

Desde el socialismo creen que este nuevo desembarco de las fuerzas federales está atravesado por cuestiones electorales y puramente políticas. Pero la presión de las marchas y el malestar de la población con las políticas de seguridad lo ponen en una situación sin demasiadas opciones.

Lifschitz afirmó hoy a la mañana que “de ninguna manera” la Nación podría pedir el control de la Policía de Santa Fe a cambio de enviar tropas de Gendarmería para patrullar las calles de Rosario. “Eso es inviable desde el punto de vista constitucional. Estamos trabajando en una fórmula que nos permita compartir información. Nosotros tenemos mucha información disponible que queremos trabajarla juntamente con Nación y planificar un trabajo de mediano y largo plazo”, sostuvo.

“No podemos generalizar”

  • El ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farías, aseguró a El Litoral que -más allá del ruido político de las declaraciones públicas, sobre las que no se expidió- las tratativas con la Nación siguen en marcha.

“Hay un punto que se añadió a lo que veníamos hablando en el que no estamos de acuerdo, porque instala una sospecha de corrupción generalizada sobre toda la Policía. No podemos firmar un acuerdo donde diga que se va a someter a exámenes toxicológicos y psicofísicos a los 23 mil integrantes de la fuerza, porque si ponemos a todos bajo sospecha no vamos a agarrar a ninguno”, explicó el funcionario.

Farías ratificó la decisión del gobierno provincial de “ir a fondo” contra la corrupción en la fuerza, pero que se está trabajando en una redacción alternativa para el acuerdo, que confía se logre en las próximas horas.