Eduardo Cunha

Impulsor de la destitución de Rousseff, perdió la banca por presunta corrupción

Uno de los principales impulsores de la destitución de Dilma Rousseff de la Presidencia de Brasil, el ex líder de la Cámara baja Eduardo Cunha, fue apartado del cargo en el marco de varias investigaciones por corrupción.

28-1-4015586.jpg

El otrora “hombre fuerte” de la Cámara Baja fue separado de su banca por una abrumadora cantidad de votos.

Foto: Agencia EFE

 

Isaac Risco

[email protected]

dpa

Cunha, hasta hace unos meses uno de los políticos más influyentes en Brasilia, deberá afrontar ahora cargos penales después de que su mandato fuera revocado en la noche del lunes con una abrumadora mayoría en la Cámara de Diputados, que él mismo había presidido hasta el pasado mes de mayo.

Un total de 450 parlamentarios votaron por su destitución debido a acusaciones de haber mentido al Legislativo, mientras sólo diez expresaron su apoyo al correligionario del presidente Michel Temer en el centroderechista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

El proceso abierto hace diez meses formó parte de la crisis institucional que condujo hace sólo dos semanas a la destitución de Rousseff. Y deja en evidencia, en todo caso, que el drama de la política brasileña aún no ha terminado. Sobre todo la investigación anticorrupción conocida como “Lava Jato” puede salpicar aún a varios políticos de alto rango en Brasilia.

Como presidente de la Cámara de Diputados, Cunha aceptó en diciembre a trámite las denuncias por irregularidades fiscales que abrieron el proceso de destitución de Rousseff.

Los aliados de la ex presidenta acusan al político de fe evangélica de haberse convertido en uno de los motores del controvertido juicio político, conocido como “impeachment” en Brasil, en represalia porque el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de la mandataria dio su apoyo a las investigaciones por corrupción contra él.

El propio Cunha reivindicó el lunes su papel en el “impeachment” en el momento de su propia destitución. ‘Fui víctima de una venganza política‘, dijo tras la sesión a la que asistió personalmente.

“Soy un trofeo para poder fomentar el discurso del ‘golpe’ ”, agregó. Rousseff califica hasta hoy de “golpe parlamentario” al juicio político en el Senado que la sacó del poder.

Caída en soledad

Cunha fue abandonado al final por sus propios aliados políticos, posiblemente por el peso de las acusaciones en su contra.

Según el diario “Folha de Sao Paulo”, Cunha, encargado durante mucho tiempo de organizar el respaldo al PMDB en el Legislativo y que hizo la vida imposible a Rousseff en el tramo final de su presidencia, se quejó en conversaciones privadas de que el ahora mandatario Temer no “hiciese nada por él”.

Temer asumió la jefatura de Estado como vicepresidente de Rousseff, después de abandonar en marzo la coalición gubernamental formada por el PT y el PMDB para apoyar el “impeachment”. Rousseff lo califica de “traidor” y apunta sobre todo a Cunha para denunciar los intereses corruptos que ve detrás de su destitución.

El ex presidente de la Cámara fue suspendido ya en mayo por el Tribunal Supremo y enfrenta incluso pedidos de prisión después de perder su foro parlamentario. Su destitución lo inhabilitará previsiblemente para presentarse a cargos públicos hasta 2026.

Cunha, un ex locutor de radio de 57 años perteneciente al influyente movimiento evangélico en Brasil, fue diputado desde 2003 por Río de Janeiro y presidente de la Cámara desde enero de 2015 hasta su suspensión. Actualmente es uno de los principales objetivos de las pesquisas judiciales de la operación conocida como ‘Lava Jato‘, que investiga un enorme entramado de corrupción en torno a la petrolera semiestatal Petrobras.

Las sospechas de fraude asociadas al pago de sobornos son vistas como la mayor operación anticorrupción de la historia de Brasil. Bajo investigación están miembros tanto del PT como del PMDB, entre otros grupos políticos. Algunas sospechas apuntan incluso al mismo Temer.

El dato

Acusación

  • Cunha está acusado de haber recibido sobornos para facilitar a otras empresas contratos con Petrobras, con sumas que ascienden a varios millones de dólares. También su esposa, Cláudia Cruz, está acusada de haber participado en el entramado fraudulento de Petrobras. El Consejo de Ética de la Cámara de Diputados justificó el pedido de revocación del mandato de Cunha diciendo que éste había “faltado al decoro parlamentario” al negar que tiene cuentas bancarias en Suiza, como sostiene la investigación de “Lava Jato”. En los próximos meses deberá responder por ello ante la Justicia.