En el país de la frazada corta

Un clásico de plata y poder

  • La CGT pide menos Ganancias o para. Las provincias no quieren que les reduzcan la coparticipación. Macri usa la necesidad de los gobernadores para contener los reclamos de la CGT.
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“Ninguna reforma debe desfinanciar aún más los presupuestos nacionales, provinciales y municipales”, sostuvo el Palacio de Hacienda tras la reunión del Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal.

Foto: Télam

 

De la redacción de El Litoral

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Télam/DyN

Las provincias mostraron reparos en bajar de manera brusca la recaudación que perciben vía Impuesto a las Ganancias y explicitaron su apoyo a la iniciativa que impulsa la Nación de instrumentar cambios de manera gradual.

En el marco de las conversaciones que se llevan adelante como parte de la reforma fiscal que impulsa el gobierno nacional, que busca reducir el desequilibrio que cubre con endeudamiento, las provincias asistieron a una reunión del Consejo de Responsabilidad Fiscal. Participaron los ministros de Interior, Rogelio Frigerio; y de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, quien ofició de anfitrión.

Al término del encuentro, que se extendió por espacio de una hora y media, el ministro de Economía de Entre Ríos, Hugo Ballay, explicó que Prat Gay “realizó un análisis de los distintos costos fiscales que tienen cada uno de los proyectos (de baja del Impuesto de las Ganancias) que presentaron los legisladores y el que haría llegar el Poder Ejecutivo”.

Ballay reconoció que “todas las provincias avalaron una propuesta del Ejecutivo para bajar el Impuesto a las Ganancias”. No obstante advirtió que “la preocupación es la misma de siempre: que más allá de que uno puede avalar y acompañar las decisiones de modificación del impuesto, tenemos que ser lo suficientemente responsables para analizar ese costo que no solamente perjudica al gobierno nacional, sino también a las provincias y municipios”.

La baja del Impuesto a las Ganancias es impulsada en el Congreso, entre otros por el Frente Renovador, de Sergio Massa, por el ARI, de Elisa Carrió, y es un reclamo permanente de la Confederación General del Trabajo, que mañana se reúne con Prat Gay para dialogar sobre este tema.

El Palacio de Hacienda emitió un comunicado en el que, de manera coincidente con lo dicho por las provincias, dio cuenta de que “los integrantes del Consejo expresaron que la reforma del Impuesto a las Ganancias es atendible y necesaria, pero que cualquier reforma tiene que contemplar la realidad fiscal de las Provincias y de la Nación, sin desfinanciar los presupuestos de las jurisdicciones”.

La de ayer fue la segunda reunión del Consejo de Responsabilidad Fiscal, un organismo que no se reunía desde el 2010, y que busca alcanzar un equilibrio en las cuentas públicas de la Nación y las Provincias.

También participaron del encuentro el secretario de Hacienda de la Nación, Gustavo Marconato; la subsecretaria de Hacienda, Nora Fracarolli; de Coordinación Provincial; Nadín Argañaraz, y el subsecretario de Desarrollo; Alejandro Caldarelli, entre otros funcionarios.

45 %

es la presión fiscal Nación-Provincias según la Cámara Argentina de Comercio.

"Es la más alta de la historia; hace inviable el desarrollo", dice la entidad que reclama una baja gradual de impuestos.

" La rebaja del Impuesto a las Ganancias no puede afectar la prestación de servicios sociales esenciales como la educación y la salud por parte de las provincias, ni desatender el presupuesto de la obra pública nacional y provincial”.

Ministerio de Hacienda

Declaración tras el encuentro con ministros de provincias

El dato

Con la CGT

Juan Carlos Schmid, integrante moyanista del triunvirato que conduce la CGT, puso su agenda antes de la reunión de mañana con el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay. Para no ir al paro, pide eximición de Ganancias del aguinaldo, aumento de emergencia para jubilados, bono de fin de año y una mejora en el presupuesto para los planes sociales. El primer borrador del proyecto de rebaja gradual de Ganancias será analizado allí y contempla que paguen más asalariados pero aporten menos los que menos ganan, corriendo las controvertidas “escalas”. Y del bono de fin de año podrá ser analizado “a futuro”.

50 mil

millones de pesos costó la rebaja de Ganancias

dispuesta este año por Macri. Eso ya afectó recursos de provincias y municipios.

análisis

¿Cambiamos?

Ignacio Hintermeister

Los pactos fiscales de Cavallo a principios de los ‘90 enfrentaban escenarios similares. La Argentina es un país de tragedias repetidas: impuestos que ahogan a los contribuyentes y gobiernos desbordados por gastos irresponsables y en muchos casos administraciones ineficientes o corruptas.

El régimen federal de responsabilidad fiscal se sancionó (se reiteró) en 2004 cuando todavía resonaban las mentirosas virtudes del gobierno K y sus superávits gemelos; desde 2010 la administración de Cristina dejó de citar al organismo federal porque ni ella cumplía la promesa de no gastar de más. Además la Casa Rosada repartía plata “a discreción” a los gobernadores, para someterlos y alinearlos.

Macri tampoco cumple su promesa electoral de eliminar Ganancias a la cuarta categoría (al salario); el régimen fiscal espera recambios que el kirchnerismo no hizo para mantener los beneficios (vicios) del esquema menemista. El presidente ya asignó “a sola firma” sumas millonarias para un moderno nodo subterráneo de trenes debajo del obelisco (léase en el distrito más rico del país), mientras su gobierno habla de bajar costos logísticos de cargas para mejorar la competitividad.

¿Qué nos dirán los legisladores nacionales santafesinos de Cambiemos sobre esa prioridad porteña con los recursos nacionales? Los vecinos que pierden horas al año arriba del puente a Santo Tomé merecen respuestas efectivas.

Los bancos son el sector con más ganancias en los últimos años kirchneristas y en el primer ejercicio de Mauricio; la renta financiera sigue sin pagar Ganancias. Igual que los jueces, que mantienen su privilegio.

Mientras tanto, el presidente usa a los hospitales y escuelas de las provincias para contener los reclamos de las CGT. Y al massismo que se asume como representante legítimo de las Pymes.

El presidente mantiene el aporte millonario a cajas de obras sociales, que manejan las centrales obreras sin rendir cuentas por el destino de todos los fondos públicos. Y ahora deja entrever que consentirá un bono a fin de año para calmar las sobreactuaciones sindicales.