Bariloche

Confirman que el policía estuvo 26 días retenido antes de ser asesinado

El oficial mayor de la policía de Bariloche Lucas Muñoz (29) estuvo retenido durante 26 días hasta que fue asesinado de un tiro según los peritajes realizados por personal técnico de Gendarmería Nacional.

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Abogados y familiares se refirieron al caso que provocó una gran conmoción en Bariloche. Foto: Agencia Télam

 

Télam

El oficial mayor de la policía de Bariloche Lucas Muñoz estuvo retenido durante 26 días hasta que fue asesinado de un tiro en la nuca entre el 9 y el 10 de agosto último, tras lo cual su cuerpo fue trasladado hasta el lugar del hallazgo, según confirmaron los peritajes realizados por expertos de Gendarmería Nacional, informaron fuentes judiciales.

El fiscal de la causa, Martín Govetto, informó que si bien los resultados de las pericias realizadas por Gendarmería Nacional “no arrojaron la información esperada”, sí “permiten reorientar la investigación”.

Govetto destacó además que la investigación inicial, a cargo de la policía rionegrina, no aportó ningún elemento que indicara lo sucedido con Muñoz (29) entre el 14 de julio y el 10 de agosto, cuando fue encontrado asesinado.

Por otra parte, el fiscal descartó la existencia de información que lleve a sospechar que la víctima haya estado involucrada en alguna actividad delictiva.

Sin precisiones

Durante una conferencia de prensa que brindó en la víspera junto a familiares de Muñoz y el abogado querellante Alejandro Pschunder, Govetto añadió que ninguna de las muestras recolectadas en diferentes sitios de la ciudad y en una camioneta, a donde apuntaron los perros rastreadores, tenía indicios de ADN de la víctima.

Sin embargo, no descartó que Muñoz haya estado en una dependencia de la Policía Montada o el complejo recreativo Nahuel Hue, o haya sido trasladado en el Fiat Qubo, donde se tomaron las muestras, porque los delincuentes podrían haber actuado con gran pericia o limpiado eficientemente esos lugares.

Govetto destacó que los estudios criminalísticos establecieron que Muñoz fue asesinado entre 12 y 24 horas antes de ser hallado a un lado de la ruta de Circunvalación, a dos kilómetros de la comisaría 28, hacia donde se dirigía a trabajar cuando desapareció el 14 de julio.

“No sufrió signos de violencia, no fue torturado, estaba afeitado y limpio, y apareció con su billetera, su celular y su arma reglamentaria, además de un casquillo de la misma pistola”, señaló el fiscal.

Govetto dijo que aún no saben cómo Muñoz fue trasladado hasta el lugar del hallazgo del cadáver ya que allí no se detectaron huellas de vehículos ni personas, y que tampoco se determinó si el casquillo secuestrado se corresponde a la bala que le provocó la muerte o si lo asesinaron con otra arma.

Responsabilidades

Por su parte, el abogado querellante responsabilizó a la policía local y al gobierno provincial por lo ocurrido con Muñoz, debido a que no se intensificó su búsqueda, lo que fue asentido por el fiscal.

“El gobernador (Alberto Weretilneck), el ministro de Seguridad (Gastón Pérez Esteban) y las autoridades policiales deben explicar por qué no buscaron a Lucas en esos 26 días y por qué no evitaron el crimen”, sostuvo el letrado.

Para el letrado se trató de “un hecho aberrante” en el que “nadie buscó ni protegió a Lucas” durante esos días que estuvo retenido: “Fue secuestrado y asesinado, y lo único que hizo la Policía y el gobierno fue culpar a la Justicia”.

En función del malestar con la actuación de la Policía provincial, Pschunder señaló que evaluaban con la familia de Muñoz pedirle a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, la intervención de la fuerza rionegrina.

Además, cuestionó la intención de la pareja de Muñoz, Daniela Rodío, de ingresar a la causa como querellante, lo que fue rechazado por el juez Campana porque, según el letrado, “lo único que buscaba era obtener información” y sugirió que fue intención del gobierno provincial “meterla en el caso” para entorpecer la pesquisa.

Pschunder indicó que volvió a solicitar que se cite a Weretilneck a declarar, lo que había sido rechazado por el juez Bernardo Campana y la Cámara Segunda.

“Se lavan las manos”

Javier Muñoz, hermano del oficial asesinado, también lamentó que “el gobierno culpe a la justicia y se lave las manos, cuando no hizo nada por encontrar a Lucas” y expresó que “el gobernador habla como si estuviese afuera de este asunto, pero es partícipe necesario del asesinato”.

Y apuntó al comisario Juan Fernández, ex jefe de la Unidad Regional III, máxima autoridad policial en Bariloche, quien fue acusado por su segundo, el comisario Manuel Poblete, de no poner en marcha la investigación cuando Muñoz desapareció.

Mientras Poblete es investigado junto a otros siete policías por encubrimiento, Fernández fue apartado del cargo pero sin sospecha alguna en la justicia ni en la fuerza.