Análisis del Ieral

Una crítica al esquema de ayuda oficial para fin de año

El Centro de Estudios de la Fundación Mediterránea recuerda que trabajadores alcanzados por Ganancias ya fueron aliviados este año, y que el apuntalamiento no llega a los asalariados formales de ingresos medios y bajos.

De la redacción de El Litoral

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Télam/DyN

Las medidas de ayuda para fin de año del gobierno deberían “apuntar a mejorar la situación de los trabajadores formales de menores ingresos en 2016” en lugar de “aliviar adicionalmente la carga del impuesto a las Ganancias”, sostuvo un informe del Ieral, de la Fundación Mediterránea.

Además, destacó que tras la reunión entre el gobierno y la CGT, “la mesa de diálogo sigue abierta” y ante la posibilidad de que los trabajadores reclamen el otorgamiento de un bono complementario advirtió que eso generaría “mayores costos sobre la actividad productiva en el ámbito privado”.

Al respecto, evaluó que “liberar al sector privado de este esfuerzo colaboraría con la expectativa de recuperación de los sectores productivos y el sostenimiento del empleo en vista al próximo año”.

El gobierno anunció el miércoles que otorgará un bono en diciembre de $1.000 para los jubilados que cobren el haber mínimo y para familias de beneficiarios de Asignación Universal por Hijo (AUH).

Además dispuso la exención del pago del Impuesto a las Ganancias para trabajadores que cobren hasta $ 55 mil brutos. “La pregunta obligada es si resulta conveniente aliviar adicionalmente la carga de los trabajadores que pagan impuesto a las Ganancias en 2016 (ya habían recibido un alivio del impuesto este año), o si la política pública debería apuntar a mejorar la situación de los trabajadores formales de menores ingresos, que no han sido beneficiados por los cambios en ese impuesto, al igual que jubilados que perciben la mínima (en general no se benefician de la Reparación Histórica) y otros sectores de nulos o bajos ingresos de la población”, planteó el análisis.

Según estimó, “con una inflación del 40 por ciento este año, y subas salariales en torno al 32 por ciento, un trabajador soltero de ingresos menores a aproximadamente $19 mil mensuales (no es alcanzado por Ganancias) está soportando una caída del 5 al 8 por ciento en su poder adquisitivo en 2016”.

En cambio, calculó que “asalariados con ingresos de más de $27 mil, que son alcanzados por Ganancias, ven subir entre un 1 y 3 por ciento su poder adquisitivo este año”.

En este último caso, sostuvo que “los efectos positivos sobre sus salarios de bolsillo generados como consecuencia de los cambios operados en dicho impuesto, más que compensan el efecto de la mayor inflación este año”, y “si ahora se agrega la eximición del medio aguinaldo, la brecha entre trabajadores de ingresos altos y bajos se seguirá ampliando”.

Alternativa

El análisis consideró que una alternativa sería que la Anses “realice un esfuerzo adicional por complementar los ingresos familiares de todos aquellos hogares con mayor cantidad de dependientes” y priorizando las familias que “se encuentren en una posición laboral desventajosa” con el fin “de diluir en forma focalizada las inequidades ocurridas”.

“La estrategia oficial luce como una política de menor grado de focalización que una medida como la arriba planteada, además de dejar abierta la posibilidad a que se generen mayores costos sobre la actividad productiva en el ámbito privado”, concluyó.

El dato

Desamparados

“El segmento de asalariados o jubilados con retribución bruta promedio de entre los $15 mil y $30 mil” quedaron fuera de los beneficios por las modificaciones introducidas en el impuesto a las Ganancias. “Estos segmentos tampoco fueron alcanzados por medidas como la devolución del 15 por ciento sobre los productos de la canasta básica alimentaria, el programa de Primer Empleo o la inclusión de monotributistas al sistema de asignaciones familiares”, explicó el Ieral.