El viernes, en el Molino Marconetti

Carajo: “Hoy como ayer”

El trío llega para festejar sus 15 años, en la gira de presentación de su documental, con Plan4 como banda invitada. En exclusiva, Marcelo “Corvata” Corvalán repasa la carrera y el presente del grupo.

Carajo: “Hoy como ayer”

Corvata al centro, escoltado por Hernán “Tery” Langer y Andy Vilanova, artífices de un fenómeno. Foto: Gentileza Alejandro Richter

 

Ignacio Andrés Amarillo

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Carajo llegará nuevamente a nuestra ciudad en el marco de los festejos por sus 15 años y de la gira que presenta “Hoy como ayer”, el documental “que muestra por primera vez la historia de la banda desde adentro”. Será con un recital este viernes a las 21, en el Molino Marconetti (Dique II Puerto de Santa Fe), junto a Plan4 como banda invitada.

Las entradas pueden adquirirse en Megaforce (San Martín 2271, Galería Colonial, local 32) y en los locales de Terco Tour Santa Fe (San Martín 2945, Local 14) y Paraná (Corrientes 367). Además, están disponibles a través de Sistema TicketWay y sus puntos de venta.

De la mano de Marcelo “Corvata” Corvalán (bajista y cantante de la formación que completan Hernán “Tery” Langer, en guitarra, y Andy Vilanova, en batería), El Litoral se adentró en estos cinco lustros de viaje.

Redescubrir

—¿Cómo salió la idea de hacer “Hoy como ayer”?

—Arrancó en marzo de 2014, cuando estábamos en preparación del Luna Park de aquel entonces, ahí la idea creció gracias a Sabrina Mottino, la directora. Ella encontró un montón de cabos sueltos en ese momento, la única manera de unir todo era recurrir a la historia de la banda. Usó imágenes de archivo, solicitó entrevistas personales con mucha gente que participó: colegas músicos, productores, periodistas, el staff de Carajo, incluyéndonos a nosotros.

También viendo la proximidad de los 15 años tenía sentido mostrar nuestra historia por primera vez desde adentro, y de alguna manera prepararnos para este 2016. Ahí surgió también el título, “Hoy como ayer”, ese juego de palabras de mostrar el presente de la banda y mostrar de dónde venimos; y como que algo de la historia también se mantiene: en ideal, una manera de hacer las cosas que sigue siendo la misma.

—¿El material de archivo lo tenían o hubo que salir a pedir?

—Teníamos, de todo tipo de épocas, de 2001 en adelante, de nuestra primera gira, donde íbamos filmando en distintos formatos: en VHS, notas en casete que estaban grabadas de la radio, de nuestros primeras entrevistas importantes, con (Mario) Pergolini. Estaba todo en nuestras casas, en las de nuestros padres, también mucho material fotográfico, porque en ese momento no se filmaba tanto como ahora. Fue toda una aventura reencontrarnos con este material.

—¿Cómo ha sido ese volver a empezar fundando Carajo, después de haberse ido de Animal (Andy y vos)?

—Fue un punto de partida muy motivador, teníamos claro que la idea era empezar de cero, hacer música nueva y teníamos muchas ganas de explorar y buscar otras ideas y tratar de encontrar un nuevo sonido. Creo que eso nos mantuvo muy entusiasmados durante estos años: sigue siendo todavía el motor de Carajo, poder superarse disco a disco, canción a canción, y tratar de siempre encontrar nuevas maneras de hacer música.

El entusiasmo de todo proyecto que empieza siempre está bueno, porque uno no tiene nada para perder, tiene todo por ganar, todo por delante. En las primeras tocadas (a fines de 2001, principios de 2002) vimos que la gente respondía bien, como que había algo interesante en nuestra música que los atraía. Eso también ayudó a darle con todo.

—¿Pensaban que iba a durar todo este tiempo con estos resultados?

—No éramos conscientes. Estábamos en el día a día: cada día aprovecharlo al máximo, y obvio que uno inconscientemente cada cosa la hacía para siempre: no era: bueno, si me va mal me busco otra cosa. Era: vamos para adelante con las canciones, grabemos nuestro primer disco, hagamos videoclips. Ahí conocimos a Ale Vázquez, que fue nuestro productor hasta el momento de todos los discos; estando con él estábamos encaminados, era una persona que se sumaba al equipo, que estaba todo el tiempo sumando ideas y apoyándonos. Y en el día a día, nos fueron pasando los 15 años.

Impulso

—¿Cómo se renueva la energía y la química del grupo para sostener la fuerza del arranque?

—Primero que nos gusta, es lo que amamos hacer; somos músicos de alma y pusimos todo en esto. Eso ayuda un montón, no hay dudas, nadie está con la cabeza en otra cosa, como diciendo: ¡Uh, me tengo que ir de gira, me quiero matar! Estoy tocando con la gente que quiero tocar, entonces eso lo hace mucho más fácil.

Pero obviamente con los años vamos creciendo, cambiando, y hay que aprender a tolerarse, a conocerse más, a respetar los tiempos que cada uno tiene; algunos bajones que cada uno va viviendo en lo personal, saber que son cosas pasajeras.

—Una particularidad de ustedes es la potencia en vivo, que se adapta tanto a shows propios como el que traen ahora, como a los festivales más diversos: Lollapalooza, Cosquín Rock, otros encuentros latinoamericanos. ¿Cómo se logra eso?

—Tiene que ver con el compromiso y con la decisión de cada día levantarse y dar lo mejor. La verdad es que no nos ponemos en estrellitas de “acá no me gusta, no voy, acá sí”, vamos a tocar a todos lados. Uno se lleva sorpresas en los lugares menos pensados: uno va a tocar en alguna ciudad de nuestro país que no conoce, no sabe qué va pasar, y descubre que hay un montón de fans, de gente que le gusta el rock, que te están esperando.

Lollapalooza fue una sorpresa: un festival donde no encajábamos mucho, porque era algo más alternativo o pop; tocamos temprano, tipo tres de la tarde, había 10.000 personas que ya estaban ahí: muchos fans de Carajo, con las remeras, cantando todas las canciones. Es un festival inmenso con vida propia: no importa quién toque, la gente está ahí, dispuesta desde temprano a disfrutar de toda la grilla. Ésas son las cosas de las que uno se beneficia cuando toma riesgos, se tira a la pileta sin ponerse tan quisquilloso.

Esfuerzo

—Lograron mantener presencia en el exterior, tocaron en Cuba. ¿Cómo se mantiene en el tiempo eso? No todas las bandas pueden, y algunos lo hicieron pero dejaron de salir.

—Con mucho trabajo. La primera vez que fuimos a Cuba en 2006 fueron tres años de gestión: desde 2003 que nos contactaron, hubo un ida y vuelta; nos pedían muchos requisitos, nosotros íbamos juntando lo que nos pedían. Hasta que nos dieron el OK y mandaron la carta de invitación.

Para nosotros, lo lógico es trabajar, esforzarse por las cosas. Cada Luna Park que hicimos (ahora estamos por hacer el tercero, el 19 de noviembre) llevó casi un año de trabajo. Son seis meses previos donde lo único que importa es el Luna Park y estamos de reunión en reunión, preparando el show; averiguando presupuestos, diseñando las luces del escenario. Ésa es la única manera: trabajando como cualquier persona que se levanta y va a la oficina; con la suerte de que estamos haciendo lo que nos gusta, lo que amamos.

Y hay un equipo atrás de los músicos que ayuda a que las cosas salgan bien, donde todos se están esforzando al ciento por ciento. Pero nosotros como músicos somos los que impulsamos. No esperamos que venga alguien con la varita mágica a solucionarnos las cosas.

—En estos 15 años, más los que tenías de carrera previa, habrás visto varios cambios en la industria de la música.

—Creo que se ha logrado una total independencia: el artista, a través de las redes sociales y los canales de comunicación vía Internet, ya puede manejarse libremente y mostrar su obra de la manera que quiera. Después, por otro lado hay una parte económica que la sostenían las compañías, todo el apoyo y la difusión que te daba una multinacional se ha perdido: porque no se venden discos, porque uno prefiere estar independiente; de esa manera es uno el que tiene que financiar cada cosa que quiera hacer.

Se ha logrado tocar en vivo mucho más que antes: ahora lo importante es eso, y es un gran desafío. Las bandas que realmente suenan bien y profesionales se notan arriba del escenario.

En marcha

—¿Qué se viene después del Luna?

—Después de girar por el país en octubre, en noviembre vamos a estar en Colombia, en Chile y en el Luna. Luego continuamos un poco por algunas partes de Latinoamérica y el país, hasta el 10 de diciembre, donde nos tomamos un pequeño descanso hasta Navidad y Año Nuevo.

Todo esto va en el marco de “Hoy como ayer”, presentando este DVD y mostrando la historia de la banda arriba del escenario. Y en algunas ocasiones compartiendo con invitados, que fueron los que participaron en las canciones nuevas que trae el CD: Ciro Pertusi, Fernando Ruiz Díaz, Walas de Masacre y Javier Knario de Plan 4.

En enero y febrero, estaremos tocando en festivales de verano, Cosquín, Varadero, Tucumán, y la idea es concentrarnos en canciones nuevas para preparar un futuro disco.