Avanza el Juicio Oral

Testigos complicaron a los acusados de matar a “Sere”

La semana próxima se realizará la reconstrucción en la zona de los tiroteos y una inspección judicial en el Club Regatas, donde murió la pequeña.

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Pesadilla. Facundo Martínez declaró en el juicio. Nuevamente, debió recordar cómo halló a su hija baleada en la cabeza. Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Joaquín Fidalgo

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La primera semana del juicio oral contra los acusados de matar a Serena Martínez transcurrió entre emociones fuertes y testimonios contundentes que complican la situación de los tres imputados (hay un cuarto involucrado que era menor de edad cuando ocurrió el crimen).

Primero, todos los asistentes a las audiencias se estremecieron con el relato de Facundo Martínez, papá de “Sere”, quien debió nuevamente recordar cómo encontró a su hija agonizante esa tarde del 29 de noviembre de 2013, en una galería del Club Regatas que da a la laguna Setúbal.

Luego, escucharon cómo los peritos de planimetría y balística explicaban desde dónde se efectuó el disparo que mató a la niña y cómo un proyectil podía recorrer la distancia de 550 metros o mucho más inclusive y ser mortal.

Finalmente, llegó el turno de los testigos. La defensa sólo presentó como tal a la dueña de un corral de caballos ubicado en la Manzana 13 del distrito costero de Alto Verde.

La mujer -que luego reconoció ser tía de uno de los acusados- aseguró que a caballo se demora entre 40 y 45 minutos para llegar desde su establo hasta el lugar del tiroteo. Claramente, el abogado que la convocó, Horacio Paulazzo, intentará demostrar que sus defendidos no pudieron buscar los animales y llegar a tiempo para el segundo tiroteo -como plantean la fiscalía y la querella-, luego de ser emboscados. Es que los asesinos de Serena llegaron por zona de bañados al lugar de la balacera, por detrás de un corralón ubicado apenas unos metros al sur del puente Héroes de Malvinas.

Un puñado de testigos así lo marcó en un mapa. Algunos de ellos directamente imputaron con nombres y apellidos o pseudónimos a los imputados: Luis Antonio “Pici” Cabrera, Lucas Maximiliano “Cepillín” Fernández y Carlos Roberto Vega. Otros, que no los conocían, se limitaron a indicar dónde, cuándo y en qué dirección abrieron fuego los criminales a caballo.

Paulazzo fue quien solicitó la reconstrucción -que se llevará a cabo en dos etapas: el lunes con los testigos y el martes con los acusados-, seguramente para tratar de reforzar su posición de que sus clientes no pudieron, luego del primer tiroteo (18.03), ir a buscar los caballos y regresar por zona de bañados hasta la escena para participar del segundo (18.37), que provocó la muerte de Serena.

Conformes

“En principio, logramos demostrar con las 32 llamadas al 911 los horarios del primero y el segundo tiroteo. Luego, testigos colocaron a los imputados en la escena del crimen. Quiero agradecer especialmente a toda la gente que se presentó para declarar. Muchos presenciaron los tiroteos, pero no todos se animaron a testificar, por miedo a represalias. Fueron esenciales en el juicio. También fue muy importante la colaboración de la querella”, manifestó la fiscal Mariela Jiménez.

Por su parte, Carolina Walker, abogada de la familia de Serena, también se mostró “sumamente conforme” con la marcha del juicio. “Si bien hubo testigos que no se presentaron, muchos otros sí lo hicieron y fueron contundentes al señalar a los imputados como los autores de los disparos que se efectuaron en dirección al Club de Regatas. La defensa de los tres acusados sólo trató de embarrar la cancha y lo sigue haciendo. No planteó una estrategia defensiva. Sólo trajo una testigo, que encima reconoció ser tía de uno de los sospechosos y que tiene un corral con caballos como los que se vieron durante la balacera. Su único plan, desde el principio, fue sembrar la duda y detener el juicio para poder invalidarlo después”, puntualizó la profesional.

“Hubo momentos dramáticos en las audiencias -agregó-, como cuando se revisó la autopsia o cuando nos hicieron escuchar los llamados de la gente al 911. ‘Nos están matando a todos’, dijo una mujer. Un hombre que estaba yendo a buscar a su hijo en un cumpleaños por el puente gritó: ‘Les están tirando. Están todos en el piso. Los están matando’. Fueron realmente impactantes los audios. ‘Nos están matando. Yo estoy tirado abajo de mi camión. Están tirando con 9 (milímetros)’, también se escuchó con los disparos de fondo. Fue muy fuerte”.