Recolección de residuos

Vecinos enfrentados por la basura de los edificios

  • Quienes viven en torres se quejan porque los grandes cestos en altura son utilizados por otros moradores de la zona que sacan la basura fuera de horario o sin bolsas y motivan multas del municipio.
 

De la Redacción de El Litoral

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Bolsas rotas con restos de alimentos que cuelgan o se escurren por el tejido del cesto de basura y caen sobre la vereda. Cestos con candados rotos o sin tapa, con bolsas fuera de horario. Dos situaciones frecuentes que ocasionan multas de la Municipalidad por no cumplir con lo establecido para el servicio de recolección domiciliaria de residuos.

Un relevamiento realizado por este medio entre administraciones de consorcios de la ciudad indica que el problema es frecuente y ocasiona una multa mensual por cada 10 edificios. El promedio se incrementa cuando las torres están ubicadas en avenidas o corredores, y en la zona céntrica.

Los administradores indican que la situación tiene dos aristas. Por un lado, vecinos de la cuadra que se sirven del cesto comunitario del edificio para depositar sus bolsas fuera de horario, semiabiertas o sin bolsa. Por otro, cirujas que abren las bolsas en busca de alimento y dejan restos de comida y todo tipo de desechos esparcidos en la zona (también se llevan materiales que pueden ser reciclados).

El problema también se vive puertas adentro del edificio. Antonela Fernández vive en un edificio de barrio Candioti y recogió la basura dispersa dos veces en los últimos seis meses. “No sé quién dejó la bolsa abierta o si alguien la rompió, pero si no la junto, el camión no se la lleva”, se quejó resignada.

Nicolás Correa, vecino de un edificio céntrico, dijo estar cansado de recibir multas de este tipo: “Entiendo que no puedo salir a decirle a una familia que no tiene qué comer que no rompa las bolsas, ni pedirle al recolector que junte todo lo que quedó suelto dentro del canasto o en el piso. Pero no es justo que yo tenga que pagar una multa realizada por un inspector que debería darse cuenta de que a mí no me gusta tener mi canasto y mi vereda sucios”, argumentó.

Fuera de horario

Los consorcistas indicaron que el problema es cotidiano. “Hay vecinos de la cuadra que se sirven del cesto del edificio, a veces fuera de horario y con las bolsas mal cerradas, y que ocasionan multas para el consorcio”, contaron desde la administradora Inmogroup SRL. Como es un problema cotidiano, en las reuniones de consorcio el representante de esa administración propone contratar a una empresa que dispone contenedores propios en la torre y los retira a domicilio.

José Bustos, encargado de la mañana del edificio Plaza Constituyentes ubicado en Urquiza al 3200 contó que la solución que hallaron los propietarios fue sumar el turno nocturno de los encargados. “Si alguien deja la bolsa fuera de horario el encargado del turno las entra, y si los cirujas pasan antes que el camión y dejan todo tirado sale a reembolsar los residuos”, explicó Bustos.

“Este sistema de cestos de tejido de alambre no sirve para nada, ninguna otra ciudad lo tiene”, arrojó César Royo, titular de la inmobiliaria y administración que lleva su nombre. Dijo que no sólo sufre este problema en las propiedades que administra sino también en el cesto de su domicilio.

“La gente tira lo que tiene en la mano y se cae al piso, desde paquetes de cigarrillo hasta la bolsita con la caca del perro: hay una vecina que todas las mañanas me deja este dulce recuerdo, y todavía no pude averiguar quién es”, señaló.

En su opinión, si el sistema de residuos reemplazara los cestos con contenedores —como en Rosario, Concordia y Paraná, por ejemplo— se evitarían estos inconvenientes. “Las multas son un abuso de la intendencia y los cestos en altura una mala medida que no tiene similitud en ningún país de primer mundo porque existen otros elementos más funcionales”, concluyó.