editorial

  • Mientras el municipio anuncia que el 43% del Presupuesto 2017 será destinado a obra pública, el puente entre Santa Fe y Santo Tomé dejó de ser prioridad para el gobierno nacional.

Obras que llegan y obras que se alejan

El intendente José Corral presentó el proyecto de Presupuesto 2017 para la ciudad, con algunos datos centrales vinculados con la obra pública.

No es un hecho menor. En primer lugar, porque la ciudad necesita de inversiones en la materia. Pero, además, porque la concreción de obras representa un impacto directo e indirecto sobre la creación de empleo y la generación genuina de riquezas.

De cada 100 pesos, 43 serán destinados el año próximo a mejorar la infraestructura de la ciudad. Pero eso no es todo. Además, las proyecciones indican que el gobierno nacional multiplicará por 40 la cantidad de dinero destinado a Santa Fe para obras, si se tiene en cuenta lo que se invirtió en este rubro durante 2016.

Luego de años en los que la provincia y su ciudad capital estuvieron relegadas por un gobierno nacional que optó por utilizar los fondos del Estado a modo de premios y castigos, la decisión política de modificar la distribución de los recursos genera un impacto inmediato, cuyos resultados ya se observan y comenzarán a hacerse más evidentes a medida que transcurran los meses.

Otro dato fundamental radica en la manera en que los recursos para obras se distribuirán geográficamente en la ciudad. Según el intendente, el 92 por ciento de los recursos se utilizarán en trabajos previstos fuera de la zona de bulevares. Esto significará un fuerte impulso para los barrios más distantes del centro, que suelen ser históricamente los más relegados.

Mientras estos anuncios en materia de obras se realizaban desde el municipio, la dirigencia política de Santa Fe y de Santo Tomé comenzaba a reaccionar frente a la confesión de un director de Vialidad nacional, que reconoció en los últimos días que la concreción del puente entre ambas ciudades no figura en las prioridades del gobierno central.

Lejos de haber sido una postura personal, los hechos que se sucedieron a lo largo de esta semana confirmaron la aseveración de este funcionario. Para el gobierno nacional, se le debe dar prioridad al proyecto para construir un puente entre las ciudades de Santa Fe y Paraná, relegando la conexión hacia Santo Tomé a un segundo plano.

Los concejales santafesinos y santotomesinos levantaron inmediatamente su voz de protesta. En el mismo sentido, se manifestaron legisladores provinciales, como Fabián Palo Oliver. Y desde el Congreso de la Nación, el diputado Mario Barletta coincidió en que el puente a Santo Tomé debe ser una obra absolutamente prioritaria.

La postura del gobierno central no resulta irracional desde un punto de vista estratégico para quien observa la situación desde Buenos Aires. Mientras las ciudades de Santo Tomé y Santa Fe están conectadas por el puente Carretero y por el puente de la autopista Santa Fe-Rosario, Santa Fe y Paraná sólo están unidas por un Túnel Subfluvial cuya vida útil tiene fecha de vencimiento. Además, el nuevo puente se sumaría al proyecto del traslado del puerto santafesino hacia el cauce principal del Paraná.

Sin embargo, se trata de una lectura parcial. Entre otros motivos, porque la provincia destinó alrededor de 140 millones para transformar la Ruta Nacional 19 en autovía. Esto significa, lisa y llanamente, que la Nación le debe dinero a Santa Fe.

Y el puente entre Santo Tomé y la ciudad capital, fue un compromiso de compensación.

Para el gobierno nacional, se le debe dar prioridad al proyecto para construir un puente entre las ciudades de Santa Fe y Paraná.