Línea directa

Telecom: ¡muchas gracias!

ANA SIERRA DE AV. GALICIA

“El viernes 21, mi teléfono amaneció mudo. Alrededor de las 9.30, pedí ayuda, a través del celular, al número de reclamos 114. Me dijeron que probara moviendo los enchufes, pero no dio resultados. Me prestaron otro aparato, pero nada... Nuevamente, hice el reclamo. En un rato, ¡oh, sorpresa! a las 13.15 apareció el operario de apellido Rosso, de Telecom, y me solucionó el problema en poco tiempo. En un lapso de 4 horas tuve nuevamente teléfono. Por eso quiero agradecer a la empresa y en especial al Sr. Rosso, porque soy una persona mayor y necesito el teléfono”.

Al Nuevo Banco de Santa Fe II

MABEL

“Me hago eco del mensaje de María Cristina al Nuevo Banco de Santa Fe, publicado el domingo 23, en donde ella hacía referencia al hecho de haber retirado del banco a las personas que nos ayudaban a los jubilados con el cajero. Somos todos grandes, la mayoría no lo sabe usar y nadie nos brinda una orientación”.

Lluvias

LUISA

“Quiero corregir un concepto que tienen las autoridades municipales que quizás por eso no han solucionado aún el problema, ya que con estas lluvias sí se inundó Facundo Zuviría y también barrio Belgrano, sí entró agua en las viviendas; en Zeballos a 3100 se acumula agua y como hay mucho tránsito pasan los vehículos grandes a mucha velocidad (que nadie controla) y provocan oleaje que entra a las viviendas. Así se arruinan las paredes, los muebles; hay infecciones, mucho mal olor, se colapsan las cloacas... Ahora, pronostican más lluvias. ¡Dios nos proteja! porque la Municipalidad no lo hace. ¿Acaso no saben que nuestras casas se inundan...?”.

Cuestión de género

LIDIA

“Respecto del editorial sobre ‘Paridad de género’: opino que no es válida la comparación de representación de gente joven con gente mayor. No se puede comparar la capacidad de gente de 40 años con la de mayores de 70 u 80. Los mayores que llegan a alta edad con alto nivel de capacitación es mínimo, por algo los jubilan. Los menores tampoco se pueden comparar, porque tienen capacitación, pero no la capacidad de discernir. Por algo son inimputables, o las empresas eligen para puestos de responsabilidad a gente más grande. En cuanto a los sexos, sólo se requiere idoneidad. Hay que ver lo que pasa en las universidades. En muchos casos, los mejores promedios corresponden a mujeres. Lo que sucede es que en la Argentina de la corrupción, el himno sigue siendo el tango ‘Cambalache’: ‘da lo mismo un burro que un gran profesor’. Muchas veces se elige un inepto frente a una mujer capacitada por el solo hecho de ser hombre”.