Optimismo de las partes

Está cerca un acuerdo entre los trabajadores y la empresa Bahco

  • Las suspensiones se reducirían al mínimo. Repros más incentivos fiscales forman parte de las herramientas que están en las negociaciones.
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Los directivos de la compañía son optimistas respecto a la solución del conflicto. Foto: Prensa Bahco

 

Gabriel Rossini

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Un acuerdo entre los trabajadores y la empresa Bahco, que reduciría al mínimo las suspensiones y el impacto sobre los salarios, podría quedar sellado este jueves, a las 9, en la audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo de la provincia, según se desprende de los dichos de representantes de ambas partes.

La solución llegaría de la mano de una serie de programas y herramientas conseguidas a partir de gestiones realizadas tanto por los responsables de la compañía como por funcionarios de todos los estamentos del Estado y los dirigentes metalúrgicos en nuestra provincia y Buenos Aires.

El plan original de la empresa era suspender sin goce de sueldo a los casi 200 trabajadores de la planta de Santo Tome, en la última quincena de diciembre. Pero desde la Municipalidad, el gobierno de la provincia, la Nación y la conducción de la UOM iniciaron una serie de gestiones para tratar de encontrarle una salida al conflicto que, como prioridad, evite cualquier impacto sobre el bolsillo de los trabajadores.

“Tenemos un muy buen diálogo con las autoridades. El ministro Contigiani nos llamó la semana pasada y puso a disposición las herramientas que tiene la provincia y se comprometió a acompañarnos en todas las gestiones que permitan una salida a la situación, y esta semana nos reuniremos con el ministro de Industria de la Nación, Martín Etchegoyen”, informó a El Litoral Fernando Montenegro, máximo responsable de la compañía en el país.

Entre las gestiones que se iniciaron, la prioridad es que la Nación incluya a los trabajadores dentro del Programa Repro en el primer semestre de 2017, mientras que la Provincia y la Municipalidad harían su parte con los programas financieros e impositivos vigentes. De ser incluidos en el Programa Repro, la empresa podría atravesar sin dificultades el primer semestre del año próximo, según informaron.

La tormenta perfecta

La caída de ventas de entre el 20 y el 30 por ciento en el mercado interno más la apertura de las importaciones y la pérdida de competitividad para exportar desataron la tormenta perfecta en la compañía. También el alto costo del financiamiento, con tasas que atentan contra el sector productivo.

“El tema del financiamiento es fatal. Por las cifras que manejamos, nosotros calificaríamos dentro de lo que serían incentivos industriales a las pymes, pero el articulado de la ley no considera sólo la facturación de la subsidiaria sino que se toma en cuenta la de todo el grupo económico, por eso quedamos excluidos. Entonces, sólo tenemos disponible el bancario a tasas altísimas. Financiar capital de trabajo a un 30 ó 35 por ciento es imposible”, explicó Montenegro.

Uno de los ejemplos que ponen en la compañía para describir las dificultades que atravesaron es el aumento de los precios de la energía eléctrica que este año se triplicaron, en un contexto de fuerte caída de la demanda interna (entre un 20 y un 30 por ciento menos de unidades vendidas) y dificultades de competitividad para exportar.

Respecto al futuro, en la empresa repiten que no son pesimistas ni optimistas. “Somos realistas. Nuestras decisiones no se toman por lo que pasa en un mes. Desde 2011 que estoy a cargo y la compañía está invirtiendo todos los años en temas de infraestructura hasta maquinaria, seguridad, tratamiento de efluentes. Permanentemente estamos invirtiendo en la planta. Y eso no es consecuencia del pesimismo u optimismo eventual sino de un plan de desarrollo de la planta. La realidad de nuestra compañía y la fuerza de nuestra marca están íntimamente ligadas a la fabricación en Argentina, que no se generan de un día para el otro”, enfatizó Montenegro.

“Por la naturaleza de nuestra industria, no nos manejamos a corto plazo. Tenemos líneas de inversión que nos llevaron dos años concretar. Podemos sufrir algunos altibajos pero nuestros planes están por encima de la coyuntura. Tenemos planes para el año que viene de seguir apostando en temas de tecnología, medio ambiente y seguridad, porque necesariamente lo tenemos que hacer ya que no son cosas que se concretan ni en uno, dos o seis meses. Ahora, por ejemplo, estamos trayendo inyectoras y máquinas de temple para la fabricación de sierras. Estamos permanentemente tratando de sumar volumen de producción en la planta para generar economía de escala, porque mantener la estructura que tenemos no es fácil”, explicó Montenegro.

Cuidar la industria con políticas

  • Desde la empresa hicieron hincapié en la importancia que tienen las políticas públicas de fomento a la industria, por la actividad económica que genera, y ponen como ejemplo las exenciones impositivas que la compañía tuvo entre 2001 y 2010, que permitieron que una serie de productos que dejaron de producirse en Alemania pasaran a hacerse en Santo Tomé. “Estas cosas no modifican la cuenta de resultados de una compañía, pero son señales claras de que la empresa es importante, reconocida y escuchada en momentos de crisis”.

“A la actividad fabril hay que cuidarla. Si esta industria se va, no volverá a radicarse en Santo Tomé. La razón por la cual la fábrica está acá, es porque en su momento tuvo exenciones impositivas y una reducción de los precios de las tarifas de energía eléctrica. Si no, no estaría en Santa Fe. No hay recursos naturales baratos, no hay acero...”, explicó Fernando Montenegro.

“Se necesitan incentivos fiscales y una política clara de lo que representa la actividad industrial no sólo por la cantidad de personas que emplea sino por el derrame en la sociedad. Además de los 200 empleados en forma directa, nosotros contratamos talleristas que nos mecanizan repuestos para máquinas, gente que nos hace procesos y servicios, mantenimiento, etc.”, enfatizó.

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El objetivo primero de las negociaciones es reducir al mínimo posible el impacto sobre los salarios de los trabajadores. Foto: Prensa Bahco