Impuesto a las Ganancias

Impacto diferenciado de los proyectos en danza

por Marcelo Capello y Vanessa Toselli (*)

Las principales diferencias se advierten en la consideración del mínimo no imponible, en las alícuotas que se aplican según los tramos de ingresos y en los montos que se usan como referencia para dividir esos tramos.

Dependiendo del proyecto que finalmente se apruebe en el Congreso y de la magnitud de las actualizaciones salariales, en 2017 la carga del Impuesto a las Ganancias sobre los ingresos de un trabajador casado con hijos abarca un espectro que va desde el 0,6 % al 12,7 % para sueldos de entre los 30 y 60 mil pesos por mes.

Finalmente, se presentaron las dos principales propuestas al Congreso con modificaciones al Impuesto a las Ganancias, la del Poder Ejecutivo y la de la oposición.

Las principales diferencias entre ambos proyectos radican en la consideración del Mínimo No Imponible (MNI), en las modificaciones de los tramos que definen las alícuotas que se usan para determinar el gravamen y las alícuotas mismas.

Mientras que el proyecto presentado por la oposición propone multiplicar por cinco el valor de dichos tramos en el año 2017 (y seguirlo aumentando en 2018 y 2019), la propuesta realizada por el oficialismo intenta actualizar los tramos de las escalas, pero además reformulando para algunos tramos las alícuotas del tributo.

Cabe recordar que los valores actuales de las escalas no se modifican desde 1999. Desde entonces, dichos valores, expresados en pesos corrientes, permanecen sin cambios, lo que provocó que la mayoría de los contribuyentes alcanzados por el tributo pasen a pagar las alícuotas más altas.

Para estimar el impacto de los posibles cambios sobre trabajadores de diferentes características, tomando como punto de partida los salarios brutos percibidos en 2016, se suponen dos escenarios alternativos para 2017: el primero, con una suba salarial del 20 %, y el segundo, con incrementos en el salario bruto del orden del 25 % para 2017 (frente a una inflación que se supone del 20 % anual). Tanto para el trabajador soltero como para el trabajador casado con dos hijos, se compara la situación de trabajadores cuyos salarios brutos mensuales, en 2016, alcanzan a $ 25.000, $ 30.000, $ 35.000, $ 40.000, $ 45.000, $ 50.000 y $ 60.000.

A continuación puede observarse la variación en la carga que significa el Impuesto a las Ganancias sobre los salarios de los trabajadores, en puntos porcentuales, entre 2016 y 2017, para los dos proyectos de reforma. Si los salarios suben 20 % en 2017, entonces el proyecto de la oposición implica una caída en la carga del impuesto para salarios de solteros, desde -0,5 % del salario en el caso de $ 25.000 mensuales, -3,5 % para salarios de $ 30.000, -1,1 % para ingresos de $ 35.000, -2,1 % para salarios de $ 40.000, -2,7 % para $ 45.000, -2,6 % para $ 50.000 y -3,1 % para salarios brutos de $ 60.000. En cambio, el proyecto oficial significa una suba de 0,6 % para salarios de $ 25.000, una caída de 0,6 % para salarios de $ 30.000, -1,6 % para ingresos de $ 35.000, -2,2 % para salarios de $ 40.000, -2,3 % para $ 45.000, -2,0 % para $ 50.000 y -2,0 % para salarios brutos de $ 60.000. La reducción en el peso del impuesto resulta menor si los salarios aumentan 25 % en 2017, por cuanto las deducciones lo hacen sólo un 15 %.

Resumiendo, el proyecto de la oposición reduce más la carga fiscal sobre salarios bajos y altos, entre los que son alcanzados por Ganancias, y el proyecto del oficialismo reduce más la carga (levemente) sobre trabajadores de ingresos medios (en el caso de solteros, para el rango de ingresos brutos entre $ 35.000 y $ 40.000 mensuales).

Para casados con dos hijos, el proyecto de la oposición también reduce más la carga para salarios bajos y altos, entre los que son alcanzados por Ganancias, mientras el proyecto del oficialismo reduce más la carga en ingresos medios (salarios entre $ 40.000 y $ 45.000 mensuales).

(*) Analistas del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea.

Mientras el proyecto del oficialismo alivia parcialmente la carga sobre los salarios intermedios, la propuesta de la oposición tiende a beneficiar relativamente más a los ingresos en los extremos, los sueldos más bajos y los más altos.