Este lunes

Comienza el juicio por el doble crimen de El Palomar

  • Un hombre está acusado de matar a una mujer y su hijo de 3 años, y llevarse cautiva a la hija de la víctima, de 5.

Un hombre comenzará a ser juzgado el lunes próximo acusado de haber asesinado en noviembre de 2015 a una mujer y a su hijo de 3 años en una casa de El Palomar y haberse llevado cautiva a la otra hija de la víctima, de 5 años, quien finalmente fue rescatada ilesa un día después en la ciudad bonaerense de Junín.

Se trata de un carnicero llamado Enrique Alcaraz (26), quien será juzgado por el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de Morón por el delito de “homicidio calificado por alevosía (dos hechos) y violencia de género, robo y sustracción de menores”, el cual contempla la pena de reclusión perpetua.

El debate dará comienzo el lunes a las 9 en los tribunales de Morón, en la calle Brown y Colón, la fiscal del juicio será la misma que tuvo a su cargo la investigación del caso, María Cecilia Cortfield, y se prevé que declaren 240 testigos en cinco jornadas.

Según el requerimiento de elevación a juicio elaborado por la fiscal Cortfield, el doble homicidio de Sabrina Martín (24) y su hijo Ian (3) fue cometido el lunes 16 de noviembre del año pasado en la casa en la que vivían las víctimas en la calle Murillo 484 de El Palomar, en el oeste del conurbano bonaerense.

Según determinaron los investigadores, el hecho se produjo entre las 0.27 de esa madrugada, que fue la última comunicación de Sabrina desde su teléfono celular, y las 3.07, que se registró el llamado al 911 que alertó sobre el hallazgo de los cuerpos.

Sin piedad

La principal hipótesis apunta a que en ese lapso, el asesino entró a la vivienda con llaves -el acusado sabía que Sabrina las guardaba en el buzón-, y primero fue hasta la habitación del fondo donde mató a la mujer de 9 puntazos con un cuchillo que se cree tomó de la cocina. Luego, dejó abiertas las llaves de gas de las hornallas. Siempre sobre la base de la acusación fiscal, el homicida se dirigió después a la habitación donde dormían los hermanitos y asesinó a Ian de 19 puñaladas.

Tras cometer el segundo crimen, el asesino fue hasta el baño, se lavó y regresó al dormitorio de los niños donde armó un bolso con la ropa de la niña y escapó con Mía en brazos.

Los investigadores estiman que la niña estuvo siempre dormida mientras asesinaban a su madre y a su hermanito.

Tras conocerse el doble crimen, la Policía bonaerense montó un amplio operativo de búsqueda para dar con el sospechoso y rescatar a la niña y el martes 17, es decir al día siguiente, lo detuvieron en Junín cuando pretendía huir con Mía hacia la provincia de Santiago del Estero.

Esa maniobra fue descubierta por un maletero de la terminal de micros local que reconoció a la niña por una fotografía suya publicada en un diario y alertó a policías. De acuerdo con los investigadores, Alcaraz primero pasó el lunes al mediodía -cuando ya se había cometido el doble crimen- por la casa de su padre en Merlo, para pedirle dinero prestado, tras lo cual, ese mismo día a las 20.29 tomó un tren en la ciudad de Mercedes con destino a Junín.

Antecedentes

Los voceros señalaron que Alcaraz tenía antecedentes penales desde que era menor de edad, registraba varias fugas de hogares, entre ellos, de la Fundación Felices Los Niños, su madre lo había denunciado por abuso de un hermanastro y es fanático del animé japonés.

Los pesquisas determinaron que Alcaraz había conocido a Sabrina en un ciber de El Palomar, donde ella trabajaba, y se hicieron amigos al punto que la joven a veces lo dejaba dormir en su casa y solía pedirle que se quedara al cuidado de sus hijos.

Incluso, cuando Alcaraz pasaba la noche en la casa del doble crimen dormía junto a Mía, en la cama de la niña, al tiempo que cartoneaba y trabajaba en una carnicería de la zona cuyo dueño contó que el acusado “adoraba” a la nena y que solía llevarla al trabajo. Además del doble homicidio de Sabrina y de su hijo Ian, a Alcaraz le imputan la sustracción de la menor de edad y el delito de robo, ya que se acreditó el faltante de algunos relojes y de otros objetos de valor en la casa de la víctima.

ADN

Los acusadores resaltaron entre las pruebas recolectadas, el resultado de los estudios de ADN sobre las muestras de sangre levantadas de la hoja del cuchillo que se le secuestró al imputado al momento de la detención y que arrojó que pertenecía a Sabrina y a Ian, dijeron los informantes.

Las mismas fuentes también señalaron que los análisis genéticos sobre los rastros de piel hallados en el mano del mismo cuchillo -el cual era de la casa donde residían las víctimas- determinaron que pertenecían a Alcaraz.

Además, otro de los elementos de cargo valorado por los fiscales es que el imputado se encontraba junto a Mía cuando fue detenido y que en su poder tenía prendas de vestir tanto de la niña como del hermano de Sabrina que vivía en la misma casa donde fueron cometidos los asesinatos, agregaron los voceros.