También había secuestrado a una menor

Mañana el turno de los alegatos en el juicio a carnicero acusado de matar a su mujer y su hijo

Télam

El juicio oral que se le sigue a un carnicero, acusado de haber matado a una mujer y a su pequeño hijo en 2015 en una casa de la localidad bonaerense de El Palomar, ingresará mañana en su etapa de alegatos, informaron fuentes judiciales.

Se trata del debate en el que Enrique Alcaraz (26) está siendo juzgado por los homicidios de Sabrina Soledad Martín (24) y el hijo de ésta, Ian (3).

A partir de las 10, el Tribunal oral en lo Criminal (TOC) 3 de Morón, situado en el edificio de Brown y Colón, escuchará los alegatos de los fiscales María Cecilia Corfield y Patricio Pagani y luego a la defensa oficial del imputado.

Posteriormente, los jueces darán al imputado la posibilidad de pronunciar sus “últimas palabras” e informarán la fecha del veredicto.

Alcaraz está imputado de “homicidio calificado por alevosía (dos hechos) y violencia de género, robo y sustracción de menores”, ya que tras los crímenes huyó con la hija de la víctima, por lo que enfrenta una pena de prisión perpetua.

El hecho ventilado en el debate fue cometido el lunes 16 de noviembre de 2015, en la casa en la que vivían las víctimas, situada en Murillo 484 de El Palomar, en la zona oeste del conurbano.

De acuerdo a los investigadores, el doble crimen se produjo entre las 0.27 de esa madrugada, que fue la última comunicación de Sabrina desde su teléfono celular, y las 3.07, cuando se registró el llamado al 911 que alertó sobre el hallazgo de los cuerpos.

Reconstrucción de los hechos

La principal hipótesis apunta a que en ese lapso, el asesino entró a la vivienda con llaves -el acusado sabía que Sabrina las guardaba en el buzón-, y primero fue hasta la habitación del fondo, donde mató a la mujer de nueve puntazos con un cuchillo que, se cree, tomó de la cocina.

Siempre según la acusación fiscal, el homicida dejó abiertas las llaves de gas de las hornallas, se dirigió a la habitación donde dormían los hermanitos y asesinó a Ian de 19 puñaladas.

Tras cometer el segundo crimen, el asesino fue hasta el baño, se lavó y regresó al dormitorio de los niños, donde armó un bolso con ropa de la niña y escapó con la hija de la mujer, llamada Mía, en brazos.

Los investigadores estiman que la nena estuvo siempre dormida mientras asesinaban a su madre y a su hermanito.

Luego de conocerse el doble crimen, la Policía montó un amplio operativo de búsqueda para dar con el sospechoso y rescatar a la niña.

Lo detuvieron en Junín el martes 17 de noviembre en Junín, cuando pretendía huir con Mía hacia la provincia de Santiago del Estero.

Esa maniobra fue descubierta por un maletero de la terminal de micros local, que reconoció a la niña por una foto publicada en un diario y alertó a los policías.

El joven había conocido a Sabrina en un ciber de El Palomar, donde ella trabajaba, y se hicieron amigos al punto que ella a veces lo dejaba dormir en su casa y solía pedirle que se quedara al cuidado de sus hijos.

Los acusadores destacaron entre las pruebas recolectadas el resultado de los estudios de ADN sobre las muestras de sangre levantadas de la hoja del cuchillo que se le secuestró al imputado al momento de la detención y que arrojó que pertenecía a Sabrina y a Ian.

En el juicio, los peritos oficiales afirmaron que Alcaraz es una persona con “conducta psicópata, peligrosa y que comprende la criminalidad de sus actos”.