UNA NUEVA ERA EN EE.UU. - Se termina el Obamacare

Los primeros decretos como jefe de Estado

Entre otras medidas, Trump dictaminó que a partir de ahora el 20 de enero sea el Día Nacional del Patriotismo en Estados Unidos.

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Luego de la asunción y después de despedir al matrimonio Obama, Trump y su esposa asistieron a los desfiles protocolares.

Foto: DPA

 

Télam - DPA

En su primer día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó sus primeros decretos presidenciales y documentos legislativos, tanto para agilizar una de las nominaciones de su gabinete como para comenzar a limitar la reforma de salud aprobada por el gobierno anterior de Barack Obama.

Trump decretó que las agencias gubernamentales alivien las cargas del Obamacare, como se conoce al nuevo sistema que obliga a todos los habitantes a tener seguro médico. Por cargas, el flamante presidente se refirió a los requisitos y reglamentos que establece la reforma aprobada por el gobierno anterior.

De esta manera, el nuevo mandatario buscará ir debilitando la reforma de salud hasta que su gobierno y las mayorías republicanas en el Congreso tengan listo un proyecto de ley que puedan reemplazar al sistema actual.

Horas antes y apenas asumido, Trump estampó su firma para ratificar la exención legislativa, aprobada por el Senado en los últimos días, a la ley que prohíbe que un militar retirado hace menos de siete años pueda asumir la jefatura civil del Pentágono. Este paso era necesario para que James Mattis, el ex general apodado Perro Loco, pudiera asumir y jurar formalmente en el cargo, como lo hizo anoche acompañado por el flamante vicepresidente, Mike Pence.

Rodeado de algunos de sus asesores y familiares, Trump firmó ese decreto y también otros documentos relativos a los nombramientos para su equipo presidencial, y a la designación del día de ayer como el Día Nacional del Patriotismo en Estados Unidos. “Pensé que era la ley de salud”, ironizó al firmar este último decreto, en referencia a su promesa de campaña de derogar ni bien pueda la reforma de salud del ya ex presidente Obama.

Un desfile opaco

El día de la asunción fue largo y cargado de actividades protocolares. Sin embargo, en gran medida los ojos del mundo estuvieron puestos en los desfiles que permiten percibir la reacción del público en general ante la asunción del nuevo mandatario.

En este sentido, el de ayer seguramente no fue el desfile presidencial masivo e imponente con el que soñó Donald Trump cuando ganó las elecciones. El evento, que supo producir postales para el recuerdo en otros años, estuvo marcado por un día gris, frío y con llovizna, por un público que ocupaba apenas los laterales inmediatos de la calle y por una importante protesta que se impuso varias veces con sus abucheos.

Tradicionalmente el desfile presidencial es el momento en que el nuevo mandatario de Estados Unidos saluda cara a cara al pueblo después de jurar en el cargo dentro del Capitolio en una ceremonia reservada para pocos. Por eso, las entradas son gratuitas y se sortean con mucho tiempo de anticipación; la idea es que cualquiera pueda participar y saludar al flamante jefe del gobierno.

En el pasado, hubo desfiles que tradujeron la emoción de millones de ciudadanos y otros que pasaron más desapercibidos. Pero es difícil recordar un desfile presidencial reciente que haya combinado una participación tan baja y una protesta masiva que imponga el sonido de abucheos y denuncias durante el paso del nuevo mandatario y su familia.

El desfile comenzó con una serie de bandas militares. Trump, su esposa Melania, el vicepresidente, Mike Pence, y su esposa Karen, presenciaron esa primera parte desde las escalinatas del Capitolio y luego se subieron a dos autos blindados para emprender ellos también el camino hasta la Casa Blanca, el futuro hogar y oficina del magnate republicano.

En un momento del trayecto, Trump, Melania y su hijo Barron se bajaron del vehículo y caminaron unos metros saludando a la gente que los celebraba desde una serie de gradas que recorría la vía hasta la Casa Blanca. Trump eligió cuidadosamente el lugar para bajarse, lo hizo lejos del imponente edificio del Archivo Federal de Estados Unidos y la plazoleta del Memorial de la Marina, donde estaba concentrada la única protesta permitida en la zona del desfile.

Desde temprano, cientos de fervientes detractores del flamante presidente se armaron de paciencia y ocuparon un lugar en una cola interminable y lenta. El objetivo era entrar por uno de los pocos puestos de control que no pedía entradas especiales y que permitía un acceso, aunque limitado, a la zona del desfile.

“Estamos acá para inaugurar la resistencia”, anunció micrófono en mano uno de los organizadores de la protesta, a la vera de la ruta del desfile. Acto seguido puso la banda de sonido de las protestas de este fin de semana en Washington: Fuck Donald Trump, de los raperos negros YP y Nipsey Hussle.

 

El dato

Mensaje argentino

El embajador argentino en Estados Unidos, Martín Lousteau, le deseó “todo el éxito a la nueva administración y al pueblo norteamericano” tras la asunción del presidente Donald Trump. Durante el acto de jura, el economista subió varias fotos a su cuenta de Twitter.

El discurso en 10 frases

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró sus promesas de campaña en un breve discurso pronunciado luego de prestar juramento en el Capitolio ante el presidente de la Corte Suprema, el juez John G. Roberts.

Las siguientes son las diez frases más destacadas:

- Primero Estados Unidos.

- Seguiré dos reglas sencillas (en la economía): comprar productos estadounidenses y contratar a ciudadanos estadounidenses.

- Toda decisión sobre comercio, impuestos. inmigración y asuntos exteriores se tomará para beneficiar a los trabajadores y las familias de Estados Unidos.

- Vamos a hacer Estados Unidos fuerte de nuevo, lo vamos a hacer rico, orgulloso, seguro y, juntos, lo vamos a hacer grande de nuevo.

- Reforzaremos viejas alianzas y formaremos nuevas. Y uniremos el mundo civilizado contra el terrorismo radical islámico, al que erradicaremos completamente de la faz de la Tierra.

- Seamos negros, marrones o blancos, compartimos sangre de patriotas.

- No estamos meramente transfiriendo el poder de una a otra Administración o de un partido a otro, sino que los transferimos desde Washington DC y se lo devolvemos al pueblo.

- El pueblo se convertirá en el dirigente del país. Los hombres y mujeres olvidados de este país no serán olvidados nunca más.

- Washington ha florecido, pero la gente no ha compartido esa riqueza. Los políticos han prosperado, pero los trabajos se han ido y las fábricas han cerrado. El establishment se protegía a sí mismo, pero no a los ciudadanos del país.

- Estamos ante el nacimiento de un nuevo milenio, listos para descifrar los misterios del espacio, para librar a la Tierra de las miserias de la enfermedad, y aprovechar la industria y la tecnología del mañan".