Dirige en el torneo de Uberlandia...

Pablo Pérez, otro aporte santafesino

Es uno de los árbitros internacionales que participa del importante certamen que tiene lugar en Brasil y que otorgará una plaza para el Mundial de Japón.

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Pablo Pérez, leyendo el ejemplar de la revista Nosotros del Diario El Litoral. Está desarrollando una gran carrera. En Uberlandia, fue entrevistado por Hugo Isaak, especial para El Litoral. Foto: El Litoral

 

Hugo Isaak

(Especial para El Litoral)

Pablo Pérez nació en Basavilbaso, provincia de Entre Ríos, pero desde hace casi 20 años está radicado en la ciudad de Santa Fe y desde hace tres años es árbitro internacional de vóleibol. O sea que es un santafesino por adopción.

Pablo es uno de los dos árbitros argentinos que están dirigiendo en Uberlandia, Estado de Minas Gerais, el Torneo Sudamericano de Clubes de Vóleibol femenino, que cuenta con la participación de Villa Dora de nuestra capital.

—¿Existe la posibilidad de que dirijas la final?

—Sí, la posibilidad existe pero hay que tener en cuenta que hay árbitros de Ligas Mundiales, de Juegos Olímpicos, pero es posible porque se necesitan árbitros neutrales -respondió.

Para Pablo, la experiencia es única e irrepetible. “El lunes hicimos una clínica preparatoria. En estos torneos el tema protocolar es muy importante por todos los detalles como himnos, banderas, asistentes, secapisos, baloneros. Es muy gratificante representar a la Argentina. Además, estamos aprendiendo todos los días, viendo a los compañeros prestándole mucha atención al encargado arbitral porque es gente con mucha experiencia. Es un plus que te da este Sudamericano. El encargado arbitral maneja las designaciones y hace las evaluaciones. En todos los partidos internacionales, hay alguien que te está evaluando. Yo siempre espero las devoluciones porque es lo que te hace crecer. Tengo 36 años y se puede dirigir hasta los 55, te imaginás que tengo tiempo para seguir aprendiendo”.

Pablo no vive exclusivamente de esta actividad. Trabaja en la empresa Red Surcos en la planta de Recreo como asistente de producción. Y hace algunas comparaciones con Brasil en cuanto al apoyo que se le da al vóleibol. “Acá, tienen toda una estructura armada y un gran apoyo económico. Hay empresas muy importantes que bancan a los equipos de la Súper Liga con grandes presupuestos. En Uberlandia, el club local es inmenso, son increíbles las instalaciones por su magnitud y todo lo que ofrece a los socios”.

—¿Qué cosas son las que complican en un partido de vóleibol a los árbitros?

— Fundamentalmente, que los jugadores no acaten un fallo y no cooperen. El principal problema para nosotros, es el balón que es tocado por el bloqueo. Son toques ínfimos. Algunos jugadores no cooperan y protestan. También, últimamente complica el tema de los entrenadores que quieren jugar un rol de protagonistas. La Federación Internacional nos aconseja que evitemos ese protagonismo. Las únicas estrellas del juego son los jugadores. El espectáculo tiene que ser el buen vóley. Si los entrenadores complican hay que sancionarlos. En este torneo, no ocurren estas cosas pero en otros suele pasar.

Para Pablo, Santa Fe es su ciudad por adopción y siente el orgullo de ver a Villa Dora en competencias internacionales: “Para mí, que Villa Dora esté acá es increíble. Yo las veo a las chicas y uno se siente orgulloso porque han arrancado de cero y con un trabajo de años y sacrificio que hoy tiene sus resultados”.