¿Y si Francia también se cierra?

Guignard y el factor miedo

El embajador francés en la Argentina no deja de ser un diplomático. Pero habla claro sobre las calles agitadas de la ciudad luz, la respuesta humanitaria que se le debe a Siria, el nuevo mundo “Trump” y los comicios presidenciales en su país.

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Guignard apuntó al “fruto de un malentendimiento de la globalización y sus efectos, y probablemente el resultado de un déficit de atención de los gobiernos hacia esas preocupaciones de la gente”.

Foto: Flavio Raina

 

Ignacio Hintermeister

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En París, los jóvenes reclaman por maltrato policial; Donald Trump celebra la salida inglesa de la Unión Europea, se acerca a Rusia y promueve un Estado único entre israelíes y palestinos; la “envejecida” Europa recibe oleadas inmigratorias fundamentalmente de Siria sin que se encauce una solución.

El embajador francés pasó por Santa Fe. No abandonó el prudente lenguaje diplomático. Pero tampoco eludió el contraste entre la respuesta humanitaria que -dice- busca ofrecer la gestión de su presidente, Francoise Hollande, y la incertidumbre por las presidenciales del 23 de abril de este año en su país, donde la derecha aparece como favorita en las encuestas y abre más signos de pregunta sobre un proceso que se avecina... tan rápido como nadie lo previó.

Pierre Henri Guignard habló de “miedo” en la gente, luego viró -más diplomáticamente- a la “preocupación”, pero después volvió al primer calificativo. Tal vez porque no hay tiempo para eufemismos.

—El mundo pareciera estar en presencia de un gran interrogante. ¿Cómo se lo ve desde Francia?

—Estamos entrando en un período de gran incertidumbre. Estamos viendo unos movimientos que no se hubieran imaginado hace algún tiempo. Que el miedo ante la globalización produzca cambios tan drásticos por ejemplo en los Estados Unidos o que uno de los miembros de la Unión Europea se retire. Estamos viendo que eso es el fruto de un malentendimiento de la globalización y sus efectos, y probablemente el resultado de un déficit de atención de los gobiernos hacia esas preocupaciones de la gente.

En Francia estamos acercándonos hacia un proceso electoral y efectivamente estamos viendo un debate inesperado. No están el ex presidente (Nicolás) Sarkozy, el presidente (Francois) Hollande tampoco va a presentarse en la contienda. Estamos con una redistribución de las fuerzas y vamos a ver cómo los ciudadanos franceses se reposicionan con relación a la preocupación.

—¿Se puede esperar que también Francia se cierre?

—Todo es posible. Es un proceso democrático y hay grupos que están preocupados y lo están expresando. Vamos a ver. Lo que pase no lo sé, pero el debate es importante. Hay preocupación e incluso miedo por parte de algunas franjas de la sociedad. Y hay novedad con nuevos candidatos y redistribución del paisaje electoral. ¿Qué va a salir de ahí..? lo sabremos en poco tiempo.

—Vivió París el viernes un capítulo más de protestas en la calle. ¿Qué lectura hace de ese fenómeno?

—No es la primera vez que pasa. La gente protesta por maltrato policial o considerado como tal. La Justicia se pronunciará. De la misma manera, en la campaña electoral, se cuestiona el comportamiento de tal o cual candidato. Ese comportamiento en las calles y la actitud de los medios que investigan a los candidatos es parte del cuestionamiento. Hay dos aspectos, uno negativo: da la impresión de confusión y malos comportamientos y que se tiene que recurrir a la violencia para ser escuchados. El lado positivo es que eso está ocurriendo y permite a la sociedad que busque las respuestas que faltan para resolver las situaciones. Lo que esperamos es que la elección aporte las respuestas.

—¿Cómo vive el francés promedio tras los atentados y la inmigración?

—Es difícil. Es una cohabitación siempre complicada. La gente nunca deja su casa por gusto, lo hace por necesidad, porque no tiene trabajo, porque no tiene para comer o no se les respeta sus derechos. Esa gente se va en situación de vulnerabilidad y se instala en otros lados donde el único espacio disponible es en contacto con franjas también vulnerables de la sociedad. Eso provoca enfrentamientos, dificultades de integración. Nos toca la responsabilidad de tratar de evitar esa mezcla que ha demostrado que no funcionaba. Tenemos que encontrar soluciones no solamente en Francia. 

El dato

Hay futuro

  • “Somos un continente que tiene una población que se envejece. La migración es una respuesta natural, humanitaria, que nos permite ver el futuro con perspectiva de crecimiento y ojalá sepamos manejarlo”, ensayó Pierre Henri Guignard. Para el embajador, la clave es ser “más generoso” abriendo escuelas y lugares de trabajo. Y también “permitir algún día a quienes han venido a buscar refugio en nuestro continente, regresar a su tierra y favorecer lazos pacíficos”. Apuntó que “la gente no deja su casa por gusto sino por necesidad”.

“No se trata de construir muros”

—¿Cómo observa la política de Trump hacia el conflicto de Medio Oriente y con Rusia?

—Francia es un miembro permanente del consejo de seguridad de la ONU y está siempre disponible para facilitar soluciones en una región donde hay muchos actores ya. Primero: la cuestión central en Medio Oriente es el conflicto entre israelíes y palestinos; seguimos pensando que la solución es de dos Estados para que los dos pueblos tengan su espacio y capacidad de desarrollo, para que de manera paralela se puedan expresar y vivir juntos.

Segundo, la crisis en Siria, a la que tratamos de aportar una solución en el marco de Naciones Unidas, y ha sido bloqueada la solución por algunos de los jugadores durante algún tiempo, no solamente afecta a los sirios sino nos afecta directamente porque crea la ola de inmigración que cambia el entorno europeo.

Frente a esa ola de inmigración tenemos que tener respuestas muy claras y no podemos cerrar nuestras puertas a la gente que viene de afuera. No se trata de construir otros muros. Ya hay suficientes en el mundo. Lo que necesitamos es una política clara de tratamiento de esa inmigración, de encontrar en la Unión Europea que tiene vastas posibilidades de recepción de esos inmigrantes, soluciones.

Trenes chinos y Mercosur

  • Santa Fe tuvo puerto y FF.CC. francés; aparentemente está más cerca el acuerdo UE-Mercosur. Pero está el capítulo agrícola -en el que los franceses suelen negarse a la apertura- y la Argentina compra hoy trenes a China porque llegan con financiamiento.

Guignard trajo en su comitiva a Alstom (un proveedor importante de tecnología de ferrocarriles) y Trenes Argentinos firmó un convenio el mes pasado con la SNCF (Estatal francesa de ferrocarriles). ¿Podrán competir con los chinos aquí?

El embajador francés apuntó que -al menos mientras no se demuestre lo contrario- estamos “en un mundo abierto” pero “debe haber reglas. La Argentina va a decidir a finales de este año en la conferencia ministerial de la OMC”, sugirió, implicando cómo votará el país a la hora de decidir si China es -o no- economía de mercado en pie de igualdad.

Guignard recordó además que “dentro de un año el G20 se reunirá en la Argentina. O sea aquí en la Argentina se van a discutir estos temas”.

Con referencia al acuerdo entre la UE y el Mercosur, señaló que “Ud. habrá leído por parte de sus colegas que Francia se opone. El presidente Hollande ha sido muy claro: ha dicho que queremos el acuerdo, que queremos un acuerdo ambicioso o sea no limitado al comercio. Lo que distingue a nuestros países y aquí es el compartir valores, así que esperemos que haya un elemento de proximidad de discusión de política en el acuerdo.

“También queremos que los intereses de nuestros países sean respetados. Cuando todo eso esté, vamos a tener un acuerdo. Creo que las condiciones están reunidas; ante el mundo complicado el Mercosur y la UE deben ser polos de estabilidad”.

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Reunión con empresarios y entidades locales

Agasajo en la Bolsa de Comercio

Hubo una reunión de trabajo en las últimas horas del embajador Guignard en nuestra ciudad. En la foto, el diplomático flanqueado por presidente de la BCSF, Olegario Tejedor y el secretario general de la municipalidad, Carlos Pereira. Asistió el cónsul francés en Santa Fe, doctor Mario Vigo Leguizamón y se sumó entre muchos otros el secretario de Políticas Universitarias de la Nación, Albor Cantard. El embajador francés inició su día compartiendo el desayuno con monseñor Arancedo; por la tarde estuvo en el Parque Tecnológico Litoral Centro y evaluó radicaciones empresarias y políticas de intercambio con la capital santafesina. También visitó la Alianza Francesa antes de su regreso a Buenos Aires. Foto: Mauricio Garín