En Barcelona

El Mobile World Congress, entre sueños de futuro y realidad

  • La industria de la telefonía celular se reúne del 27 de febrero al 2 de marzo en Barcelona en una nueva edición del Mobile World Congress, en la que regresan además con novedades marcas que habían pasado a un segundo plano como Nokia y Blackberry.
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El robot japonés “Pepper”, durante el Mobile World Congress en Barcelona, España. La industria de la telefonía celular se reúne en Barcelona en una nueva edición del congreso. Foto: Agencia DPA

 

Andrei Sokolov

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DPA

El sector sueña ya con la llegada del 5G, la nueva supervelocidad de transmisión de datos, que permitirá bajarse una película en HD en menos de un segundo e incluso conducir por control remoto un automóvil debido al tiempo de respuesta inmediato. Esta visión de un mundo en el que los datos fluyan sin barreras dominará la feria, pese a que para esto faltan aún algunos años y la industria se encuentra inmersa en problemas más actuales.

Los smartphones siguen siendo productos muy vendidos: el año pasado se compraron en todo el mundo 1.500 millones. Pero entre los fabricantes, Apple concentra con su costoso iPhone prácticamente todas las ganancias del sector pese a que la empresa cuenta con menos de un 20 % del mercado.

En la gran masa de fabricantes con el sistema operativo Android de Google, el líder mundial Samsung sigue teniendo buenos beneficios, pero las otras muchas compañías están en números rojos o tienen que contentarse con ganancias mínimas.

Pese a ello, las empresas aprovecharán el Mobile World Congress de Barcelona (España) para encender fuegos artificiales con sus novedades. Sobre todo las chinas, que ocupan los siguientes puestos en el ranking después de Apple y Samsung.

Se espera que la firma de equipamiento de redes y de smartphones Huawei muestre su nuevo modelo insignia P10 y su competidora ZTE el “Gigabit Phone”, que en teoría ya viene preparado para el futuro estándar de velocidad en la red, entre otros para la transmisión de videos en alta resolución.

A su vez, la firma OPPO, casi desconocida en Occidente pero que es la cuarta más grande del mundo por el éxito de sus smartphones en China, exhibirá tecnología innovadora en sus cámaras de fotos.

También buscarán volver a estar en los titulares grandes nombres del pasado que han perdido brillo. La marca Nokia presentará nuevos teléfonos, aunque no los desarrolla ya el antiguo líder del mercado, sino la empresa finlandesa HMD Global. En enero ya se había anunciado el Nokia 6, en principio solo para China.

El pionero del sector Motorola, que pertenece ahora al fabricante de computadoras chino Lenovo, presentará sus teléfonos de gama media G5 y G5 Plus. Lenovo ha reconocido que la integración de Motorola -que compró a Google- ha sido más difícil de lo que esperaba.

Vuelta de un clásico

Por su parte, Blackberry dará más información sobre su smartphone “Mercury”, su primero modelo diseñado y fabricado por la empresa china TCL. Se trata de un celular que funciona con Android, ya que la cuota de mercado del sistema operativo Blackberry es ya igual a cero.

Samsung aprovechó la feria en los últimos años para mostrar las nuevas versiones de su modelo insignia Galaxy S, pero esta vez los surcoreanos anunciaron que se tomarán más tiempo tras la debacle con el Galaxy Note 7, que se prendía fuego por un problema con las baterías. Pese a ello hay agendado un evento de la marca, pero se espera que se trate de la presentación de una nueva tablet. Los últimos rumores apuntan a que el Galaxy S8 saldrá a la venta en abril y que su estreno en sociedad será a finales de marzo.

El fundador de Facebook Mark Zuckerberg renuncia este año a viajar a la Ciudad Condal después de sus esfuerzos en anteriores ediciones por ganarse allí a los jefes de las compañías telefónicas para su proyecto Internet.org, que busca dar Internet a bajo precio a miles de millones de personas ahora excluidas de la red. Sin embargo, los popes de la industria no se han mostrado entusiasmados.

De hecho tienen una difícil relación con Facebook y se quejan cada año en Barcelona de la competencia desleal de servicios online que no tienen que cumplir con las estrictas regulaciones del sector de las telecomunicaciones. Así, WhatsApp, iMessage y otros similares han acabado con los SMS, y el constante flujo de videos desde YouTube y Facebook sobrecarga las redes. Los servicios de Internet responden alegando que si no fuera por su popularidad, las empresas telefónicas no podrían vender a los clientes sus costosos paquetes de datos móviles.

Otro riesgo que ahora enfrentan las telefónicas es la fecha de caducidad prevista para las actuales tarjetas SIM que hay que meter en el teléfono. Se supone que en pocos años serán sustituidas por tarjetas eSIM que vengan incorporadas al smartphone de fábrica y que se reprogramen para cada nuevo proveedor.

Los fabricantes lo quieren ya porque es una solución que ahorra espacio, lo más valioso en un terminal. “Pero como empresa telefónica, que dentro del aparato haya una tarjeta SIM que requiere cierto esfuerzo para cambiarse me da cierta protección. Y no solo durante el año o dos de contrato, sino más allá, porque el usuario no quiere estar cambiando la SIM todo el tiempo”, señala Olaf Acker, socio de la firma de análisis de mercado PwC Strategy&amp: “Si la eSIM lo hace más fácil, crece el riesgo del cambio”.