editorial

Cosecha récord y rutas santafesinas destruidas

  • Este año se espera que se produzcan alrededor de dos millones de viajes de camiones hacia el complejo portuario del Gran Rosario.

A pesar de las lluvias que afectaron a diversas regiones del país -entre ellas Santa Fe- y de la sequía que golpeó a otras, se espera que durante la actual campaña granaria la Argentina bata un récord de 130 millones de toneladas. Según datos oficiales y si bien buena parte de los cultivos aún está en evolución -en especial la soja y el maíz-, la cosecha de trigo mostró un dato histórico: 18,3 millones de toneladas.

Desde el Ministerio de Agroindustria de la Nación aseguran que el objetivo es alcanzar los 150 millones de toneladas en el ciclo 2019/2020. Pero, mientras las autoridades nacionales apuestan a un crecimiento exponencial de la productividad agrícola, la Argentina carece de la infraestructura necesaria como para transportar semejante cantidad de granos. Y la provincia de Santa Fe sufre las peores consecuencias.

Estos niveles de cosecha plantean una serie de desafíos impostergables en materia de infraestructura, ya que centenares de miles de camiones comenzarán a confluir hacia las zonas portuarias. Sobre todo, al complejo que opera desde el Gran Rosario.

El año pasado, por ejemplo, el 90% de la producción fue transportada en camiones. El ferrocarril, mucho más eficiente y económico, apenas fue capaz de movilizar el 10% restante hacia las zonas portuarias. En muchos casos, los camiones deben recorrer distancias de 1.000 kilómetros cuando se trata de granos que se cosechan en el norte del país.

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, en 2016 se generaron hacia las terminales portuarias de la región aproximadamente 1.975.000 viajes de camiones con granos, lo que representó un crecimiento de un 23% con respecto a 2015. No se descarta que en 2017 el área metropolitana rosarina reciba más de 2 millones de camiones con carga.

Frente a este escenario, resulta inevitable que en épocas de cosecha se produzca un verdadero colapso en toda la región. Las rutas que atraviesan la provincia terminan siendo las más perjudicadas. Y las poblaciones cercanas al complejo portuario, se ven literalmente bloqueadas.

La recuperación del tren como medio de carga en la Argentina demandará una fuerte decisión política, años de trabajo y grandes inversiones. Mientras tanto, resulta imprescindible y urgente avanzar en un verdadero plan de infraestructura vial para toda la región.

Esta decisión escapa a las posibilidades del Estado provincial. En primer lugar, porque si bien el campo sigue siendo el sector que mayores aportes realiza a la economía del país, la Nación se lleva 60 de cada 100 pesos de la recaudación. El 10 por ciento queda en la provincia productora y el 30 por ciento va al resto de las provincias, según datos elaborados por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y la Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea.

Se calcula que, vía retenciones, entre 2003 y 2016 los aportes del campo llegaron a los 100 mil millones de dólares. Las evidencias reflejan con claridad que semejante nivel de recaudación no fue aprovechado para generar la infraestructura que permita el desarrollo del principal sector productivo del país.

Por su parte, en estos momentos, las empresas multinacionales del complejo portuario rosarino pagan Ingresos Brutos por el acopio y comercialización de granos. Y recién desde 2016, tributan este impuesto por la transformación industrial de estos productos. Aun así, lo que tributan al fisco santafesino no tiene relación con las ingentes ganancias que obtienen a través de la exportación de los productos que desde allí salen hacia el mundo.