Hace seis años

Japón recordó a las víctimas del tsunami que asoló a Fukushima

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Oficialmente aún siguen desaparecidas más de 2.500 personas. Se trata del accidente nuclear más importante de los últimos años.

Foto: Archivo El Litoral

 

DPA

A las 14.46 hora local, el momento en que el terremoto sacudió el 11 de marzo de 2011 la región de Tohoku, muchas personas guardaron un minuto de silencio. Las olas gigantes del tsunami causaron ese día la muerte de unas 18.500 personas.

En la central de Fukushima, el terremoto ocasionó la fusión parcial de tres reactores, lo que supuso el peor desastre nuclear del mundo desde el accidente de Chernóbil de 1986 en la Ucrania controlada por la Unión Soviética.

A pesar de que se tardarán cuatro décadas en poder desmantelar por completo la central japonesa, el Gobierno anulará la orden de evacuación en algunas zonas cercanas dado que se completaron, según la versión oficial, las labores de descontaminación y se garantizó la seguridad alimentaria.

El primer ministro, Shinzo Abe, dijo en un evento conmemorativo del Gobierno que la reconstrucción de la región de Tohoku alcanzó “un nuevo nivel”, haciendo referencia a nuevas medidas de infraestructura y la anulación de las órdenes de evacuación en Fukushima, según indicaron los medios. Sin embargo, hasta ahora muy pocas personas están preparadas para aceptar la invitación del Gobierno de volver a sus casas.

Sobre todo los jóvenes siguen teniendo miedo a regresar debido a las informaciones que indican un aumento de los casos de cáncer de tiroides en niños, mientras que otros han iniciado una nueva vida en otro lugar.

Lento regreso

Actualmente, el diez por ciento de los habitantes de los cinco municipios de la prefectura de Fukushima que tuvieron que abandonar la región por la fusión parcial de los reactores ha vuelto a sus antiguas casas. La mayoría de ellas son ancianos.

Unas 123.000 personas que fueron evacuadas aún no han podido volver a sus hogares y muchas de ellas todavía viven en alojamientos temporales prefabricados.

Una enfermera recordó en un evento conmemorativo a su hermano, un policía que se encargó de llevar a un lugar seguro a los ciudadanos antes de morir. La anciana dijo estar orgullosa de él. “Pero quiero que vuelva”, confesó.

Oficialmente aún permanecen desaparecidas unas 2.500 víctimas de la catástrofe. Policías, la guardia costera y voluntarios volvieron a buscar hoy sus restos. Para los japoneses, las almas no pueden descansar en paz mientras los cadáveres no son recuperados.

Más de 3.500 personas afectadas por el desastre murieron a causa de enfermedades psíquicas o físicas o se quitaron la vida. Además, muchos niños que huyeron de Fukushima son víctimas de vejaciones. El problema se ha extendido tanto que el Gobierno planea sacar una estadística.

Abe, desde que inició su legislatura en 2012, ha tratado de reactivar las centrales nucleares del país, pero solo tres de los 43 reactores disponibles están en funcionamiento a causa del miedo de la población a la energía nuclear en este país, que sufre continuos terremotos.

“La gran mayoría de los reactores nucleares permanecen inactivos seis años después de la catástrofe de Fukushima, pero en lugar de aprender del desastre, Abe esta presionando para reactivar los reactores, una política que pondrá a su país en el camino de una energía peligrosa y contaminante durante las siguientes décadas”, dijo Yuko Yoneda, directora ejecutiva de Greenpeace Japón.