Editorial

La AFA deja la seguridad en un segundo plano

  • Desde la Subsecretaría de Políticas Deportivas de la provincia, pidieron que Unión y Colón jueguen el domingo. Pero la AFA se mantuvo firme y el clásico no cambia de día.

Con los ecos de la tragedia de Olavarría retumbando en cada rincón del país, la ciudad de Santa Fe se encamina a vivir un nuevo clásico de fútbol entre Colón y Unión.

Quizá pueda sonar antojadizo vincular un tema con el otro. Sin embargo, lo sucedido en un recital, en el que no se contemplaron medidas elementales de control y organización, tiene directa relación con lo que podría suceder en un partido de fútbol en el que, de manera consciente y deliberada, se optó por desoír los consejos de los expertos en seguridad.

Las autoridades de la Subsecretaría de Coordinación de Políticas Preventivas de la provincia de Santa Fe solicitaron a la Asociación del Fútbol Argentino que este partido se jugara el domingo por la tarde. El pedido fue acompañado por una serie de argumentos sólidos. Entre ellos, se planteó que de esa manera el cotejo se realizaría con luz solar y que, al tratarse de un día previo a una jornada laboral, es más factible que los vecinos de la ciudad retornen a sus hogares en las primeras horas de la noche.

“La verdad que AFA nos tiene un poco cansados. Desde que asumimos, estamos jugando los clásicos los sábados. No les interesa o no saben cómo se vive un clásico en Santa Fe. Evidentemente, desde Capital Federal, tienen otra visión”, se quejó sin titubear el titular del área, Fernando Peverengo.

En definitiva -y una vez más-, Unión y Colón se enfrentarán un sábado por la tarde. Los festejos de un hipotético ganador podrían extenderse hasta tarde, incrementando los riesgos de desorden. Y como si esto no fuera suficiente, este sábado se celebra además la Fiesta de San Patricio. La experiencia indica que, en caso de que en el partido se genere algún tipo de polémica, se incrementarán los riesgos de que esta situación repercuta en la seguridad pública durante el horario nocturno de un día tan particular, cuando bares, restaurantes y boliches bailables seguramente estén repletos de gente.

A estas alturas de las circunstancias, sólo resta esperar que nada malo ocurra. No es la primera vez que el gobierno santafesino solicita a la AFA que este tipo de partidos no se dispute los sábados y que desde Capital Federal no se toma demasiado en serio la sugerencia.

El año pasado se produjo un entredicho similar, pero el contexto fue aún más complicado: la AFA dispuso que el partido se jugara un sábado, a pesar de que ese día se celebraba San Patricio, se disputaba una maratón en la ciudad de Santa Fe y, como si esto no hubiese sido suficiente, se presentaba un popular grupo de rock. Todos eventos que obligaron a reforzar de manera extraordinaria las medidas de seguridad en las calles, con masiva presencia de policías.

Con las dramáticas experiencias vividas en la Argentina, resulta incomprensible -e inaceptable- que deliberadamente se tome la decisión de correr riesgos innecesarios. Sobre todo, cuando lo que está en juego es la integridad e, incluso, la vida de las personas.

No se trata sólo de un problema que involucra a la ciudad de Santa Fe. En todo el centro-norte de la provincia, existen miles de simpatizantes de Unión y de Colón. El desafío para las autoridades del Ministerio de Seguridad será mayúsculo. Y aunque se realicen todos los esfuerzos necesarios, nada garantiza que se eviten los potenciales inconvenientes.

Lo más probable es que, si no se produce ningún tipo de problema, algunos dirán que las autoridades de la provincia exageraron al realizar este planteo. Sin embargo, si los inconvenientes aparecen, difícilmente alguien de la AFA se hará responsable de la decisión adoptada.