Cumbre presidencial

Trump y Merkel buscan frentes en común pese a diferencias

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Tras la descortesía del presidente de EEUU en el primer encuentro con la canciller alemana; Angela Merkel y Donald Trump se dan la mano durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca. Foto: DPA

 

Anne Walters y Martin Bialecki - DPA

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A pesar de sus diferencias, Donald Trump y Angela Merkel expresaron el viernes su intención de lograr una mayor cooperación en la OTAN o la lucha contra el terrorismo, en la primera visita de la canciller alemana a Washington desde la asunción del presidente estadounidense.

El encuentro en la Casa Blanca tenía el objetivo de limar las asperezas y restablecer la confianza entre ambos mandatarios, que siguen manteniendo posturas antagónicas en temas como migración o comercio.

“La inmigración es un privilegio, no un derecho”, señaló Trump en la conferencia de prensa conjunta. “Debemos proteger a nuestros ciudadanos de aquellos que siembran violencia (...) La seguridad de nuestros ciudadanos siempre debe venir primero”, aseguró.

El estadounidense, que quiere construir un muro en la frontera con México y establecer un veto migratorio, había criticado en varias oportunidades a la canciller alemana por su política de recibir a cientos de miles de refugiados y la vinculó a riesgos terroristas.

Merkel, por su parte, destacó la necesidad de un intercambio comercial justo entre Alemania y Estados Unidos y dejó en claro que cualquier acuerdo se daría en el marco de un pacto con la Unión Europea (UE).

Trump, que prefiere negociaciones bilaterales, dijo que espera una “extraordinaria relación comercial con Alemania”. La canciller alemana dijo que ambas partes deben beneficiarse de los acuerdos comerciales y consideró que la globalización debe ser abierta y justa.

Trump insistió en que no es un aislacionista, sino simplemente alguien que quiere acuerdos comerciales justos. “Todo lo que quiero es igualdad”, dijo a la prensa antes de que ambos se sentaran a almorzar para debatir temas económicos, entre ellos la balanza comercial de ambos países.

El presidente estadounidense amenaza con aplicar duros aranceles a las importaciones como medida de presión para que las empresas se instalen en Estados Unidos y no en otros países como en el vecino México.

Esta medida afectaría de forma importante a la industria automotriz alemana. Por eso, Merkel viajó a Washington acompañada por el presidente de Siemens, Joe Kaeser, y de BMW, Harald Krüger, dos empresas que cuentan con fábricas en Estados Unidos.

En un intento por buscar un acercamiento, Trump mencionó el supuesto espionaje del teléfono móvil de la canciller alemana durante el gobierno de su antecesor. El caso fue revelado en 2013 y es investigado actualmente por una comisión del Parlamento alemán.

“Al menos tenemos algo en común”, señaló ante la pregunta de si sigue creyendo que él fue espiado por la administración de Barack Obama con ayuda de los servicios secretos británicos.

La canciller alemana también intentó distender el clima, no tan cálido como el que compartía con Obama, y aseguró que es bueno que los políticos tengan un origen diverso.

Al ser consultada sobre su relación con Trump, que no es un político de carrera, Merkel manifestó que la gente llega a la política de distintas maneras y eso ofrece diversidad, “lo que es bueno”.

A la vez admitió que a veces es difícil llegar a acuerdos, pero aseguró que es normal. “Si no lo fuera, no habría necesidad de que hubiera políticos”, añadió.

Merkel dijo que debatió con Trump la contribución de Alemania a la OTAN y su participación militar en Afganistán y aclaró que será mantenida por su país.

Para el presidente estadounidense, los aliados europeos se aprovechan del gasto en defensa de su país. “Estas naciones deben pagar lo que deben”, apuntó. De todas formas, agradeció a la canciller por el compromiso de Alemania de aumentar sus contribuciones para la OTAN al dos por ciento del producto interior bruto (PIB).

Trump también agradeció el aporte de Alemania a la lucha contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI), mientras que la líder germana manifestó estar “muy satisfecha” con el compromiso de la administración Trump con el proceso de Minsk para la paz en Ucrania. “Debe haber una solución segura para Ucrania”, consideró.

La visita de Merkel se dio dos días después de lo previsto, ya que la canciller tuvo que suspender su viaje por la tormenta de nieve “Stella” que se abatió sobre el este del país.

China y EEUU, comprometidos a evitar conflicto en Corea

  • China y Estados Unidos están comprometidos a evitar el conflicto en la península coreana, aseguró hoy el secretario norteamericano, Rex Tillerson, tras su llegada a Pekín.

La situación en la península coreana ha alcanzado un “nivel bastante peligroso” y China y Estados Unidos trabajarán juntos para convencer a Pyongyang de que renuncie a las armas nucleares, dijo durante una rueda de prensa junto a su homólogo chino, Wang Yi.

Por su parte, éste abogó por la reanudación del diálogo con el país comunista, al considerar que las resoluciones de la ONU no sólo decretan sanciones contra Corea del Norte, sino que conminan a reanudar las negociaciones para rebajar la tensión en la región. “Todas las partes son llamadas a implementar las sanciones y relanzar las negociaciones al mismo tiempo”, señaló.

Además, destacó que Washington y Pekín trabajarán juntos para aumentar su cooperación comercial y de inversión y para resolver sus “fricciones comerciales”.

Tillerson llegó hoy a Pekín en la última parada una gira en Asia que lo llevó a Japón y Corea del Sur centrada en la amenaza nuclear norcoreana.

Horas antes de su llegada a Pekín, el presidente estadounidense Donald Trump tuiteó el viernes que Corea del Norte ‘se está comportando muy mal‘ y acusó al régimen comunista de Pyongyang de “haber jugado durante años con Estados Unidos”. Además, Trump criticó a China por considerar que ha hecho poco para ayudar a resolver el conflicto con Corea del Norte.

Durante su viaje, Tillerson anunció una actitud más dura de Estados Unidos hacia Pyongyang, al dar por terminada la “política de paciencia estratégica” del ex presidente Barack Obama.

China es el principal socio comercial de Corea del Norte, aunque en febrero Pekín suspendió todas las importaciones de carbón de ese país en respuesta a un nuevo lanzamiento de un misil balístico por parte de Pyongyang.

A comienzos de mes Wang sugirió que Corea del Norte suspendiera su programa nuclear y misilístico a cambio de que Estados Unidos y Corea del Sur suspendieran sus ejercicios militares anuales dirigidos contra el país, algo que el Pentágono rechazó, alegando que son ejercicios defensivos.

China criticó también el despliegue a comienzos de mes de un sistema antimisiles en Estados Unidos y Corea del Sur que China teme pueda afectar al equilibrio de poder en la región.