El postergado retorno a la victoria de Colón en el 15 de Abril...

Cuando la cabeza es más rápida que el físico

Con dos cabezazos (uno de Ortiz y otro de Garnier), Colón venció 2 a 0 a Unión, el mismo resultado del último triunfo sabalero en la avenida, en 1998, con goles de Fuertes y Richetti. La base de la victoria fue la inteligencia y la efectividad.

Cuando la cabeza es más rápida que el físico

Locura sabalera en la avenida. Guillermo Ortiz, Lucas Ceballos y Yamil Garnier festejan uno de los goles de Colón en el clásico. El partido se definió con dos pelota quieta.

Foto: Mauricio Garín

 

Alberto “Nene” Sánchez

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“En esta clase de partidos no hay favoritos”, dicen todos los que de alguna u otra manera son protagonistas de los clásicos del fútbol argentino. Más aún, en este vituperado y bastardeado fútbol argentino, de nada valen los antecedentes entre dos equipos que han de enfrentarse.

“Si Colón juega como jugó contra Olimpo, y Unión juega como lo hizo contra River, no hay dudas de que el ganador del clásico será Unión”. Es una afirmación que, hasta antes del arranque del cotejo, tenía su asidero; pero en fútbol, no siempre dos más dos es cuatro.

“Los pibes de Unión tienen más corazón y garra que los jugadores de Colón, quieren más la camiseta y por eso se matan corriendo”. Se escuchó muchas veces, sobre todo en la previa de este clásico número 87 de la historia en el profesionalismo, como si en el fútbol ganara el que corre más rápido o el que corre más distancia.

¿Que Unión llegaba mejor y más afianzado en su idea futbolística?, es cierto. ¿Que Colón fue un desastre ante Olimpo y Unión estuvo cerca de ganarle a River en el Monumental?, es verdad. ¿Que el promedio de edad del plantel de Unión es menor y que la cantidad de jugadores “hechos” en las canteras de Unión es mayor?, es innegable.

Así como estaban planteadas las cosas de antemano, era fácil “tirar” que el candidato a quedarse con el derby santafesino era Unión. Sin embargo, frente a un equipo, mejor dicho un grupo, incluyendo al cuerpo técnico tatengue, Colón pudo sobreponerse, incluso ante más de 25.000 personas habitando las tribunas del 15 de Abril.

¿Cómo lo hizo? Usó la cabeza. No sólo para vencer a Nereo Fernández en dos oportunidades, la primera a través de Guillermo Ortiz y la segunda por medio de Yamil Garnier, sino que fue muy inteligente el planteo dispuesto por Eduardo Domínguez, y muy bien ejecutado por sus jugadores.

Unión sólo pudo demostrar una superioridad absoluta durante los primeros 15 minutos del encuentro. Fue cuando entre Bruno Pittón y Diego Godoy por izquierda, Lucas Gamba en el ataque, y las subidas de Emanuel Brítez por derecha, lograron complicar al mediocampo y la defensa sabalera, pero sólo fue durante ese primer cuarto de hora.

Porque de ahí en más, ese ímpetu, esa alta intesidad en el juego puestos de manifiesto por el conjunto local, fueron reemplazados por la calma y la parsimonia de Colón. Fue el elenco rojinegro el que bajó la intensidad del partido, hasta llevarla a su conveniencia.

Y el gran responsable de haberlo logrado fue Pablo Ledesma. La experiencia del mediocampista nacido en la ciudad cordobesa de La Falda fue muy gravitante en la obtención de la victoria, la que se dio después de 19 años en el estadio de la avenid, ya que la última vez que ganó Colón en el 15 de Abril fue en 1998, cuando mediante los goles del “Bichi” Fuertes y el defensor Pablo Richetti, el sabalé derrotó también 2 a 0 a Unión.

Lo que hizo el equipo dirigido por Domínguez fue llevar el partido al ritmo de su conveniencia. Le bajó las pulsaciones y, si bien se hizo algo aburrido, no le importó. Interiormente sabía que ese era el camino hacia el objetivo, sólo faltaba que las oportunidades llegaran, había que tener paciencia.

Hubo que esperar hasta el segundo tiempo. A los 11 minutos, la figura del partido, Pablo Ledesma, avisó con un cabezazo que picó en el piso y se fue por arriba del travesaño, que la eficacia iba a llegar.

Y llegó dos minutos después, gracias al tiro libre ejecutado por Torres desde la izquierda, el que llegó al segundo palo, por donde apareció muy solo Ortiz, y con un cabezazo junto a la base del poste izquierdo de Nereo, puso el 1-0.

Lógicamente, Unión fue a buscar el empate con su juventud, su dinamismo, sus ganas, y sus 25.000 hinchas detrás haciendo fuerza, pero no le alcanzó. Ledesma y compañía se encargaron de enfriar un cotejo que se había calentado con las expulsiones de Iván Torres por Colón y de De Iriondo por Unión.

Pasaron 20 minutos sin demasiados sobresaltos para los arqueros, hasta que a los 39, Silva se hizo cargo del tiro libre otra vez desde la izquierda, la pelota llegó otra vez al segundo palo, y otra vez un jugador de Colón, en este caso Yamil Garnier, anticipó a Bruno Pittón y metió el frentazo abajo para superar a Nereo y poner el 2-0.

Luego llegaron las expulsiones de Algozino y Silva y un par de situaciones bien resueltas por Broun. Nada más. Unión ya estaba en otra cosa, sin respuestas y rendido en la telaraña que Colón le tejió en su casa.

Con Eduardo Domínguez desde afuera, responsable de haber pergeñado la estrategia; con Pablo Ledesma desde adentro, dirigiendo y marcando el ritmo; con el acompañamiento de Poblete y Vera; y la firmeza de Conti y Ortiz; Colón demostró que la cabeza es más rápida que el físico, y que el talento es más eficaz que la intensidad.

La efectividad para que la historia termine 2-0 a favor sólo fue el premio a la paciencia, la que se gana gracias a la experiencia que sólo los años y la cantidad de partidos sobre el “lomo” hacen que supere a la intensidad y el ímpetu de la juventud.

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... Y Colón fue “banca”. Varios jugadores necesitaban un partido y alegría así. Garnier, Blanco, Oviedo, Ceballos, Broun, Leguizamón, Clemente, Ledesma y Vera, que llegó hace un par de semanas y ya disfrutó de un triunfazo. Fue el final del partido, en el pleno campo de juego de la avenida.

Foto: Mauricio Garín

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Sale Unión: sin palabras. Fue impresionante el recibimiento que la hinchada tatengue le tributó al equipo. Las 25.000 personas que colmaron el 15 de Abril hicieron del espectáculo una verdadera fiesta. El resultado deportivo fue negativo y por eso no fue completa para Unión.

Foto: Mauricio Garín

Síntesis

Unión 0

Colón 2

Unión: Nereo Fernández; Emanuel Brítez, Agustín Sandona, Leonardo Sánchez y Bruno Pittón; Mauro Pittón, Manuel De Iriondo, Martín Rivero y Diego Godoy; Lucas Gamba y Franco Soldano.

D.T.: Juan Pablo Pumpido.

Completaron el banco de suplentes: Marcos Peano, Rodrigo Erramuspe, Nelson Acevedo y Guido Vadalá.

Amonestados: Brítez, Sandona y De Iriondo.

Colón: Jorge Broun; Lucas Ceballos, Germán Conti, Guillermo Ortiz y Clemente Rodríguez; Facundo Pereyra, Gerónimo Poblete, Pablo Ledesma e Iván Torres; Nicolás Leguizamón y Diego Vera.

D.T.: Eduardo Domínguez.

Completaron el banco de suplentes: Jorge Carranza, Emanuel Olivera, Fidencio Oviedo y Adrián Bastía.

Amonestado: Pereyra.

Goles: en el segundo tiempo, a los 13 min., Ortiz (C); a los 39 min., Garnier (C).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 12 min., Lucas Algozino por Rivero (U); a los 19 min., Yamil Garnier por Leguizamón (C); a los 20 min., Federico Anselmo por Gamba (U); a los 26 min., Nicolás Silva por Pereyra (C); a los 36 min., Mauro Cejas por Godoy (U); a los 41 min., Ismael Blanco por Vera (C).

Incidencias: en el segundo tiempo, a los 15 min., expulsado Torres (C); a los 19 min., expulsado De Iriondo (U) por doble amonestación; a los 42 min., expulsados Algozino (U) y Silva (C) por agresión mutua.

Árbitro: Patricio Loustau.

Cancha: Unión.