Caso Candela

Comisario detenido y luego liberado

Télam

Un comisario de la Policía Bonaerense fue detenido y luego liberado, acusado de falso testimonio, en el marco del juicio por el crimen de Candela Rodríguez, la niña de 11 años asesinada en agosto de 2011 tras permanecer nueve días desaparecida en la localidad bonaerense de Villa Tesei, informaron hoy fuentes judiciales.

Se trata del comisario Guillermo Pacheco, de la mencionada localidad, quien esta semana declaró en el debate que se realiza a Leonardo Jara (39), Hugo Bermúdez (56) y Fabián Gómez (45) ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de Morón.

Versiones cambiantes

Según las fuentes, Pacheco “cambió en tres oportunidades la versión” sobre uno de los procedimientos que llevaron adelante durante la búsqueda de la niña. Esto se produjo mientras el policía prestaba declaración como testigo ante los jueces Diego Bonanno, Raquel Lafourcade y Mariela Moralejo Rivera, los fiscales y defensores oficiales.

Inmediatamente, el fiscal Mario Ferrario le solicitó al tribunal que detenga a Pacheco por falso testimonio y estuvo en esa condición por 24 horas, aunque luego fue liberado. Sin embargo, ahora el comisario será investigado por falso testimonio.

Por otro lado, los jueces del TOC 3 formularon una denuncia contra el superintendente del Palacio de Tribunales y presidente de la Cámara de Apelación Civil y Comercial de Morón, José Eduardo Russo, luego de que éste pidiera suspender a las 18 de cada día las audiencias del juicio, que habitualmente se extienden toda la jornada e incluso hasta las 21.

Los jueces acusaron a Russo de “arbitrariedad, persecución y abuso de autoridad”, ya que el magistrado solicitó que se acorten las audiencias por falta de personal judicial y policial.

No obstante, el juicio se reanudará el lunes a las 9 con otros diez testimonios solicitados por el fiscal Ferrario.

Último rastro

Candela fue vista con vida por última vez el 22 de agosto de 2011, en Villa Tesei -donde residía-, cuando esperaba a unas amigas para ir a la reunión del grupo de boy scouts al que pertenecía.

Se cree que estuvo secuestrada en dos lugares distintos y nueve días después apareció asfixiada dentro de una bolsa, a 30 cuadras de su casa, a pocos metros de la colectora del Acceso Oeste.

Como móvil del homicidio y cuando elevó la causa a juicio, el fiscal señaló una venganza contra Alfredo Rodríguez, padre de Candela, por parte de una banda de piratas del asfalto, una hipótesis que se manejó desde el comienzo de la causa.

Durante la instrucción del expediente, el fiscal le atribuyó a Jara haber realizado una llamada intimidatoria que la tía de la niña recibió el 28 de agosto, tres días antes del hallazgo del cadáver de Candela.

Respecto de Bermúdez, se considera que hay elementos para probar que facilitó el ingreso de Candela a la segunda casa donde estuvo cautiva antes de ser asesinada, ubicada en Cellini 4085, también en Villa Tesei.

Durante la pesquisa, se estableció que la niña había estado previamente en otro domicilio, situado en la calle Kiernan 992 de la misma localidad.

En el caso de Gómez, se lo acusa de realizar tareas de inteligencia en la puerta de esta última casa cuando Candela estuvo retenida allí contra su voluntad y alternar distintos roles con Jara y Bermúdez.