Lo que dejó la vuelta a la victoria sabalera

La euforia del clásico encamina a Colón a un objetivo: 25.000 socios

Se lanzará en las próximas horas una ambiciosa campaña para aumentar el caudal societario. Entretelones de una tarde inolvidable para todo Colón.

La euforia del clásico encamina a Colón a un objetivo: 25.000 socios

Ortiz se “compró” a la gente. El festejo del rosarino en el momento de convertir el primer gol de Colón. El centro llegó desde muy lejos, al segundo palo, y ahí ingresó el marcador central, que volvía al equipo después de haber cumplido una sanción.

Foto: Hugo Pasucci

 

De la Redacción de El Litoral

La alegría propia del resultado ha motivado a los dirigentes de Colón. La idea es llegar a los 25.000 socios y hacia ese objetivo apunta la campaña que se iniciará en las próximas horas. En enero, la preocupación era porque de los 16 ó 17.000 socios que había en ese momento, sólo habían pagado su cuota 10.000. Esto se modificó en febrero, un poco porque ayudaron los amistosos que se programaron y otro tanto porque se especulaba conque ése iba a ser el mes de reanudación del campeonato.

Pero como ocurre en los clubes de fútbol —y Colón lo es—, los resultados van marcando el termómetro. Hacía muchísimo tiempo que Colón no ganaba un clásico, menos de visitante. El resultado del sábado provocará, seguramente, un estallido por parte de los simpatizantes, para acercarse al club y sumarse como socio, algo que Colón —en realidad todos los clubes— necesita.

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El responsable de la alegría. Eduardo Domínguez toma parte de una mini reunión en la que se observa la presencia de Vignatti, Frioni y la Policía. Se estaba tomando allí la decisión, por razones de seguridad, de no ingresar al campo de juego del Brigadier López. Fue luego del partido, cuando el plantel se dirigió al estadio a festejar con la gente.

Foto: Mauricio Garín

Felicitaciones

En un comunicado que se emitió en la víspera, el “Club Atlético Colón felicita al plantel profesional de fútbol de la institución y al cuerpo técnico de la plantilla superior por el destacado desempeño logrado en el partido clásico disputado el sábado 18 de marzo”.

El triunfo, consecuencia del trabajo a conciencia de los primeros meses del año, posiciona al equipo de la mejor manera para afrontar el exigente año futbolístico.

Asimismo, la comisión directiva quiere agradecer el excelente trato recibido por los dirigentes y autoridades del Club Atlético Unión, antes, durante y una vez finalizado el encuentro.

Para finalizar y como mención especial, el Club Colón distingue el ejemplar comportamiento de la parcialidad sabalera durante los interminables festejos en cada punto de la ciudad, convirtiendo al clásico santafesino en una verdadera fiesta de la ciudad, con el marco de paz que un evento de esta envergadura merece”.

Torres y Silva

Pensando en el próximo partido, Domínguez sabe que no contará con Iván Torres y Nicolás Silva, los dos que fueron expulsados en el partido del sábado. Habrá que esperar la decisión del Tribunal, ya que los dos fueron echados por roja directa y es probable que reciban algo más que una fecha.

A favor del técnico, es que podrá contar con Cristian Bernardi, quien recibió la doble amonestación ante Olimpo. Bernardi por Torres y Pereyra corriéndose al costado izquierdo del mediocampo, podría ser una alternativa para el armado del equipo. El resto, teniendo en cuenta lo que pasó el sábado, serán los mismos que le ganaron a Unión.

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La alegría sin fin. Jorge Broun, en primer plano, festeja enloquecido junto al resto de sus compañeros. La victoria en cancha ajena estaba consumada.

Foto: Luis Cetraro

La motivación

“Todo lo que se hizo, se hizo en la semana y hasta el viernes. El sábado no. A los jugadores les llegaron todos los mensajes, desde Alario, Chevantón, pasando por Adriana Salgueiro y los hinchas. Hasta la charla técnica se hizo el día previo. El sábado sólo se refrescaron conceptos y se habló mucho de la pelota quieta. En el vestuario estaban las láminas con todo lo que se debía hacer en esas jugadas”. La frase podría corresponder a cualquier dirigente o integrante del cuerpo técnico sabalero, pero es demostrativa de los entretelones y de cómo se fue armando la previa del plantel, que quizás tuvo su punto de eclosión, a la hora de hablar de motivación, cuando la gente armó el banderazo el día previo.

Los jugadores fueron licenciados hasta mañana, momento en el que volverán a los entrenamientos con vistas al partido que se jugará el domingo en el Centenario, ante Lanús.

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“¿Qué hacemos, Carlos?”. José Néstor Vignatti, en el Roque Otrino, conversa y escucha atentamente lo que le dice Carlos Frioni, encargado de la seguridad del plantel. Ya la gente había invadido el campo de juego.

Foto: Mauricio Garín

Lanús, el rival, juega mañana

Lanús y River, en un partido propio de horario central de día domingo, cerrarán mañana la decimosexta fecha del campeonato argentino de fútbol con el objetivo de acercarse al puntero, Boca Juniors, aprovechando los puntos que dejó en el camino ante Talleres.

Al partido a jugarse en territorio granate desde las 21 con arbitraje de Federico Beligoy y transmisión de Telefé, ambos equipos llegan al encuentro nutridos de sendas victorias por 3-1 de visitante en la Copa Libertadores, Lanús ante Chapecoense y River frente a Independiente Medellín.

Con la tranquilidad del deber cumplido y sin partidos inmediatos por la Copa, los entrenadores Jorge Almirón y Marcelo Gallardo pondrán lo mejor que tienen en busca de acercarse a Boca.

Si Lanús gana quedará a cinco unidades del xeneize en tanto River buscará achicar la brecha a ocho. Lanús, campeón defensor del torneo local, iría con el mismo equipo que se impuso en Chapeco. River, dueño de la última Copa Argentina, no podrá contar con el paraguayo Jorge Moreira, afectado al Seleccionado de su país, y su lugar será ocupado por el uruguayo Camilo Mayada. La única duda está entre el ascendente Lucas Martínez Quarta y Luciano Lollo.

Estas son las probables formaciones:

Lanús: Esteban Andrada; José Luis Gómez, Luis Herrera, Diego Braghieri, Maximiliano Velázquez; Román Martínez, Iván Marcone, Nicolás Aguirre; Alejandro Silva, José Sand y Lautaro Acosta. Director técnico: Jorge Almirón.

River: Augusto Batalla; Camilo Mayada, Jonatan Maidana, Lucas Martínez Quarta o Luciano Lollo, Milton Casco; Ignacio Fernández, Leonardo Ponzio, Ariel Rojas, Gonzalo Martínez; Sebastián Driussi y Lucas Alario. Director técnico: Marcelo Gallardo.

Árbitro: Federico Beligoy.

Estadio: Lanús.

Hora: 21.

El festejo que no fue festejo

Cuando terminó el partido, se tomó la decisión de llevar a los jugadores al estadio para festejar con la gente, que apenas escuchado el pitazo final de Loustau comenzó a concentrarse en las adyacencias del Brigadier López.

¿Esa era la idea previa?, no. En las reuniones que se habían llevado a cabo con las fuerzas de seguridad, no se había hablado del tema. Terminado el encuentro se tomó la decisión. “En este sentido, la actuación de la Policía fue excelente y no tenemos otra cosa que sacarnos el sombrero, tanto con ellos como con los dirigentes de Unión por el trato que nos dieron”, dijo el vicepresidente Horacio Darrás.

No había convencimiento absoluto de ir al estadio. No porque no quisieran tomar contacto con la gente, todo lo contrario, sino porque no había nada preparado. Aparentemente, el propio encargado de la seguridad (Carlos Frioni) había sugerido que no se llevara cabo esta “moción” que, naturalmente, encontró eco en los jugadores, quienes en sus celulares y a través de las redes sociales, recibían segundo a segundo todo lo que estaba pasando a pocas cuadras del 15 de Abril, en el festejo de sus hinchas.

La policía accedió a cambiar el rumbo del micro, ya que la decisión que se había tomado inicialmente, antes del partido, era la de retornar al hotel de campo, donde los jugadores habían dejado sus coches particulares.

Cuando el micro accedió al estadio por el portón del Roque Otrino, todo se hizo con normalidad, pero la gente ya había invadido el campo de juego y no había seguridad para los jugadores. La alternativa era que se asomaran por un lugar que está ubicado al lado de la tribuna norte, pero no era posible porque estaba cerrado. Por eso, se decidió dejar sin efecto este festejo y retornar al hotel de campo. Igualmente, los hinchas armaron allí su propio festejo.