La política en foco

Listas: dos meses para especulaciones

Luis Rodrigo

El cronograma electoral colabora con el momento más álgido de las especulaciones. Hasta que junio llegue habrá dos meses intensos, en el que unos pocos dirigentes políticos habrán comenzado sus campañas electorales y la mayoría buscará ejercer su poder, dar su opinión o su nombre a las listas de diputados nacionales por Santa Fe o para otras autoridades comunales y municipales.

La decisión de hacer coincidir los comicios provinciales con la renovación del Congreso a nivel nacional se tomó a fines del año pasado. Y esta semana hubo avances importantes en Santa Fe, donde los límites de los partidos políticos no parecen suficientes para entender cómo será la disputa entre oficialismo y oposición, aquí y a nivel nacional. (Y cómo la ciudadanía podrá confundir a unos y otros, según de qué elección se trate).

¿Multiplicar o dividir por 3?

En el peronismo hubo una reunión clave. Fue una demostración de fuerza de un sector que se presenta como una novedad en el PJ y que en realidad ejerce poder -la única que le queda al peronismo a nivel provincial- desde hace años, y en algunos casos varias gestiones.

El nuevo sector no tiene nombre aún pero se lo menciona como el espacio “de los senadores”, que en bloque unificado se proponen influir sobre candidaturas y posiciones del justicialismo.

Los convocantes parten de la idea de que esta vez no habrá imposiciones nacionales para la estrategia electoral, los nombres y las alianzas. Y recuerdan que tampoco hay ahora en el PJ de Santa Fe figuras excluyentes, de dedo poderoso.

Lograron la adhesión de un grupo de intendentes y presidentes comunales relevante. Están las ciudades del interior que gobierna el PJ y la mayor parte de las comunas. Acordaron formar una conducción tripartita: con tres senadores, tres intendentes y tres jefes de comunas, de tres regiones: norte, sur y centro.

En el peronismo, con este tercer actor se ve la conformación de tres sectores: dos de ellos que genéricamente sólo quieren ser identificados como peronistas: los senatoriales y otros con menos presencia territorial como la Agrupación Ramón Carrillo, que piensa en un cardiocirujano candidato, o el grupo que comanda Perotti, quien hasta aquí es el dueño de más votos en el peronismo.

El tercero en discordia, Agustín Rossi, es kirchnerista sin medias tintas. Habrá que ver si las cosas se resuelven en una interna o con alguna lista fuera del PJ. Por lo pronto, ya se habla de la posibilidad de que al grupo senatorial se agreguen gremios y otros sectores, como el Movimiento Evita.

Habrá presiones para que Perotti se ponga al hombro la campaña para pensar en la Casa Gris en 2019.

Flexiones de axiomas

La Convención Provincial de la UCR llevó a un plano institucional su novedoso pragmatismo, que ahora acepta -contra su principista axioma histórico- que no se rompa y que se doble lo menos posible. Oficialismo en la provincia y en la Nación, aunque ambos gobiernos no formen parte de lo mismo.

Amigos de Cambiemos para apoyar a Macri, amigos del socialismo (¿de cuál de ellos?, cabe preguntarse hoy) para sostener su mejor construcción de poder en la provincia: el Frente Progresista, Cívico y Social.

Con arrebatos y destratos, esta semana hubo críticas -sobre todo de algunos periodistas nacionales- a José Corral por no poder imponer a Cambiemos en la Convención de su provincia.

Sólo el desconocimiento del mapa político santafesino disculpa las críticas porteñas: en Santa Fe la mayor parte de los dirigentes de la UCR es frentista, y no acuerda con el PRO. Cabe imaginar que para Mauricio Macri lo que ocurrió en la Convención santafesina no es sorpresa. El lector atento debe recordar que unos días antes, el diputado nacional Mario Barletta lo visitó en su despacho.

La semana se cerró con una declaración del senador Carlos Reutemann que -se lo haya propuesto o no- causó una grieta en el radicalismo. Al jurar que “nunca jamás” votaría a un radical santafesino, a pesar de apoyar a Macri, no dejó muy bien parado al sector Universidad.