Contracara
En la misma semana, se avanza en la consolidación de una actividad que quiere crecer, y a la vez se desmantela otra iniciativa superadora a problemas de fondo para una producción sustentable.
Federico Aguer
El lanzamiento del Plan Apícola Provincial fue recibido con optimismo por los productores, ya que podría significar el inicio de un proceso de fortalecimiento institucional. El inicio de un trabajo en una Mesa Provincial organizada a través de los 5 nodos, podría brindar las primeras herramientas para apuntalar una actividad con un potencial enorme desde lo social, lo ambiental, lo productivo y lo económico. Es de esperar que estas medidas, seguidas luego por financiamiento concreto, se transformen en una política de Estado para la apicultura. Hacen falta herramientas que cubran las oscilaciones del precio, programas de trabajo integrado con continuidad en el tiempo, y estrategias de comunicación que incentiven el consumo interno. La zona de islas ofrece una oportunidad inigualable para ponerse a trabajar.
Por otro lado, la pérdida de estado parlamentario del proyecto de Ley de agroquímicos (conocido como Ley Bertero), constituye la lamentable contracara de lo anterior.
Luego de dos años de intenso trabajo por parte de los organismos técnicos que la enriquecieron y la optimizaron, y habiendo sorteado las Comisiones de la Cámara Baja santafesina que le dieron su apoyo, el proyecto se desactiva por la falta de decisión oficial para incluirla en extraordinarias.
Se desaprovecha así una enorme oportunidad superadora en un tema central para nuestra provincia: empezar a dejar atrás los conflictos por la puja entre lo urbano y lo rural. Y se posterga una necesaria decisión de fondo que más temprano que tarde la clase dirigente deberá afrontar. Por un lado, la política demuestra su capacidad transformadora. Por otro, evidencia que hay temas en los que se pone a prueba la verdadera convicción para que esos cambios sean una realidad.
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