Al nuevo predio de la comuna

Sauce Viejo: trasladaron 60 perros del refugio de Gladis

Los animales de “El ángel y la gloria” ya están en el nuevo albergue que construyó la comuna. Dignidad Animal seguirá cuidándolos y promoviendo su adopción.

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Antes. Gladis dedicó su vida a rescatar perros de la calle. Cuando murió en el refugio había más de 100 canes.

Foto: Archivo El Litoral

 

De la Redacción de El Litoral

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A dos años de la muerte de su dueña, Gladis Pellatelli, el refugio de perros “El ángel y la gloria” fue trasladado a un nuevo predio, a cargo de la comuna de Sauce Viejo.

Con el trabajo sostenido de los voluntarios de la asociación Dignidad Animal, este fin de semana 62 perros dejaron el viejo refugio de barrio Jorge Newbery y fueron alojados en el nuevo sitio, entre la curva de Fraga y el cementerio de Sauce Viejo. “Trabajamos el sábado y el domingo y salió todo mejor de lo que esperábamos. La comuna aportó dos camiones y personal para llevar los animales”, contó Gabriel Piedrabuena, presidente de la ONG que se hizo cargo del refugio desde la muerte de Gladis.

El nuevo predio cuenta con 19 caniles, con contrapiso, cerramiento de hormigón premoldeado y malla sima, y una pequeña chapa como techo. Hay un sector verde de 10 metros por 50 para esparcimiento de los canes. “En un futuro pensamos en ampliar este espacio y armar una especie de ‘parque de diversiones' para que los perros puedan correr, saltar y jugar y así evitar el estrés. Estamos trabajando en el proyecto con una psicóloga del Conicet, especialista en comportamiento animal”, contó Piedrabuena.

Una larga historia

Defensora de los animales de la calle, en 2003 Gladis compró un terreno en barrio Jorge Newbery de Sauce Viejo y alojó 15 perros abandonados.

En ese momento la zona no estaba tan poblada como ahora. Con el correr de los años, fue rescatando más animales hasta llegar a tener 200 perros. En paralelo, el barrio también creció y se convirtió en una zona residencial. Los cruces entre Gladis y los vecinos eran cada vez más frecuentes, debido a los ruidos molestos, olores y roedores.

Tras varias denuncias, en 2014, la jueza Gianfrancisco ordenó el traslado del refugio e intimó a la comuna a buscar un predio y realizar las obras necesarias para albergar los animales.

En marzo de 2015, Gladis murió electrocutada en “El ángel y la gloria”. Desde ese momento, la ONG Dignidad Animal se hizo cargo de mantener el predio y cuidar de los perros. Ahora, seguirán trabajando en el nuevo refugio de la comuna.

“Nuestra asociación es anti-refugio porque lo peor que se le puede hacer a un animal es encerrarlo y privarlo del contacto humano, que es lo que más anhela. Por esas ironías de la vida, estamos al frente de este refugio, pero nuestra idea es que sea algo transitorio y que los animales puedan ser adoptados. En un futuro nos gustaría transformarlo en un centro de asistencia veterinaria para castrar, desparasitar y vacunar perros”, concluyó Piedrabuena.

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Ahora. El nuevo albergue cuenta con 19 caniles y un patio para esparcimiento de los 62 perros. Foto: Captura C&D