“Me hicieron un gol evitable”

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La sonrisa y el abrazo de Broun con Vera y Clemente. Una vez consumada la victoria. Son tres de los que aportan solvencia y experiencia en el equipo, además de Ledesma. El arquero sabalero estuvo varios partidos sin recibir goles. Foto: Manuel Fabatía

 

Alberto “Nene” Sánchez

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Más de 550 minutos (554 para ser precisos) pasaron sin que le conviertan goles a Jorge Broun. El último había sido el de Emiliano Tellechea, en el primer partido oficial de este año, cuando se reanudó el campeonato, y en el que Eduardo Domínguez debutaba como técnico rojinegro tras la partida de Paolo Montero.

El arquero de Colón habló de la sucesión de éxitos del equipo: “Ya pasó bastante tiempo después del clásico. Esta campaña ya pasa más por la identidad que está encontrando el equipo, del carácter que hoy demostró este grupo, de los huevos que metimos al no darnos por vencidos y no darnos por hechos cuando ellos empataron”.

“Tal vez en otro momento hubiésemos especulado para por lo menos sumar un punto, que con un jugador menos hubiera estado bien. Pero como somos ambiciosos, fuimos por más y por eso conseguimos los tres puntos”, agregó el guardavalla sabalero.

Lógicamente, se refirió al gol que recibió anoche, al minuto de juego de segundo tiempo, de parte del recién ingresado Miérez: “Al gol de Leguizamón lo grité mucho, no porque me hayan cortado la racha de minutos sin goles en contra, eso es sólo un dato estadístico y queda ahí, pero sí porque el gol que me hicieron era evitable, y le dio el empate a Tigre cuando no había hecho mucho para lograrlo. Me desahogué por eso, no por otra cosa”.

“En el momento no me di cuenta, pero después me dijeron que la pelota se iba afuera. Fue una jugada medio rápida, en la que el delantero pateó medio tapado, incómodo. No es que me sorprendió, porque era una pelota que quizás la hubiera resuelto bien, pero terminó en gol, son cosas que pasan”, explicó “Fatura”.

—¿Te sacó del partido el gol por un momento?

—Traté de seguir concentrado porque los arqueros no podemos quedarnos en eso, más allá de que convivimos con el error y siempre estamos a un paso del lugar en el cual se define una jugada, que es el arco. En cambio un jugador de campo puede salir de ese lugar y empieza a pensar en otra cosa. Yo traté de que no me afecte y así poder ayudar al equipo.

Por último, Broun relató: “Cuando terminó el partido hablé con Emiliano Papa y me recordó que a Saja le pasó lo mismo que a mí, que después de muchos partidos sin recibir goles, la racha se le cortó con un gol tonto, como el que le hizo Cervi, el jugador de Central, cuando salió jugando mal”.