Jugó bien, goleó y el que entra, funciona...

El “tapado” que saca chapa con la racha

  • Colón no sólo igualó su propio récord histórico de victorias consecutivas, sino que se mezcla allá arriba en la tabla y ya hay que empezar a ponerlo como uno de los aspirantes al título. Impensado hasta hace un par de meses.
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Puso Blanco sobre el Negro

Notable raid goleador del “Sungui” Blanco. Metió dos en cinco minutos, reencontrándose con lo mejor que hace: convertir en el arco rival. Clemente, Poblete, Bastía, Pereyra y Ortiz lo saludan.

Foto: Gentileza Diario Democracia-Facundo Grecco

Enrique Cruz (h)

(Enviado especial a Junín)

Erguido. Confiable. Claro en sus ideas. Colón es una realidad tangible. No es casualidad. Es causalidad. Su racha ya tiene fundamentos muy sólidos. Rendimientos individuales que se van emparejando para arriba. Todos juegan bien. Y el que entra, también juega bien. Se sobrepone a adversidades. Lo de ayer es un claro ejemplo: a los 9 minutos del segundo tiempo había perdido a sus dos delanteros, uno detrás de otro, por sendas lesiones. Y un ratito después, a Bernardi. Terminó jugando con Garnier, Oviedo, Bastía, Lagos y el “Sungui” Blanco. Y ninguno desentonó. Clemente Rodríguez parece un pibe de 20 con 35 “pirulos” a cuesta. A los 40 minutos del segundo tiempo se proyectaba como si el equipo estuviese necesitando de él para definir un resultado que ya estaba sellado a esa altura. Y Poblete se come la cancha. Jugó de “8”. Le costó acomodarse un poco en el primer tiempo, pero jugó un segundo tiempo bárbaro. Y hubo eficacia ofensiva, solidez defensiva, momentos de buen fútbol e inteligencia para contragolpear en el final. Cosa seria.

¿Hasta dónde llegará este equipo?. Nadie lo puede saber. No se armó para pelear arriba. Podía ser una ilusión. Una esperanza. Quizás una quimera para muchos. El objetivo de los 40 puntos de piso que Vignatti le pidió a Montero, ya se superó. Y faltan 8 partidos. Domínguez superó en 8 partidos lo que Montero cosechó en 14. Y usted sabe lo que son las rachas. Los equipos se acostumbran a ganar como también se acostumbran a perder. Pero lo bueno es que Colón fundamenta el por qué se acostumbró a ganar.

Tres lapsos tuvo el partido:

* El de los 30 minutos iniciales, con un Colón lúcido, eficaz y dueño absoluto del partido. Manejando muy bien la pelota a partir de la precisión de los volantes. Con Bernardi y Pereyra muy activos, metiendo diagonales para ocupar lugares centrales de la cancha. Con Leguizamón y Vera sin estacionarse arriba, bajando a buscar el balón o abriendo por los laterales. Con Poblete volcado por derecha para tratar de aprovechar las espaldas de Cosaro. Más una defensa que no supo de fallas.

* El que siguió hasta la media hora del segundo tiempo, con muchos contratiempos que se supieron afrontar. Colón no terminó bien ese muy buen primer tiempo. Cosaro empezó a venirse por su sector y Poblete, a veces muy volcado al medio, no lo tapaba adecuadamente. Garnier sufría por algún desborde. Y Astina tuvo dos situaciones que pudieron terminar en gol. Ya el equipo perdió presencia y manejo en el medio. Y cuando arrancó el segundo tiempo, vinieron las lesiones. En 20 minutos, Domínguez tuvo que hacer los tres cambios y reacomodar el equipo. Bastía-Oviedo jugaron por adentro. Poblete se abrió directamente para jugar de volante por derecha. Lagos hizo lo propio por izquierda, aportando sacrificio. Pereyra se paró de enganche y quedó Blanco arriba. Muchos cambios y contratiempos para un partido que no estaba definido todavía. Quiroz metió más gente arriba. Y abrió la cancha con Vidal y Depetris, aunque reiterándose en centros que terminaron en la cabeza o los pies de Conti y Ortiz.

* El de los 15 minutos finales a puro contragolpe y goles. Con Sarmiento metiendo en campo rival, Colón entendió que al partido había que jugarlo de contragolpe. Y siguió buscando. No se conformó con la diferencia de dos goles. Cada vez que se recuperó la pelota, la premisa fue salir rápido para aprovechar los amplios espacios que dejaba un equipo descompensado y que marcaba con tres atrás. Hubo situaciones claras. Hasta que Blanco metió el doblete del final, en una aprovechando un grosero error de Chiarini y en la otra, un pase entre líneas del Polaco Bastía. 4 a 0 lapidario. Justo, incuestionable.

No tiene techo Colón. Ya es la revelación. Y se ha convertido en ese inesperado protagonista de los primeros puestos. Inesperado para todos. Para propios y extraños. Tiene sus por qué. Por eso, decimos que lo de Colón no es casualidad sino causalidad. Se puede ganar de casualidad algún partido, pero no siete consecutivos. La racha se basa en un crecimiento exponencial. Están jugando todos bien. Hay una idea de juego, convicción, fiel interpretación del libreto y suplentes que entran y sorprenden. Vamos a ver cómo termina esta historia. De lo que nadie puede dudar, es que este Colón ya está consiguiendo eso: hacer historia.

Como Messi a Boateng

Nicolás Leguizamón no es Messi y difícilmente llegue a serlo, ni tampoco Bianchi Arce es Boateng, pero la jugada del segundo gol de Colón se asemeja, en su concepción, a aquélla que todavía se acuerda y que resultó humillante para el defensor, en el 3-0 del Barcelona al Bayern Munich en la semifinal de la Champions de hace dos años.

Oscar Alfredo, el padre del “9” sabalero, que estuvo en la cancha de Sarmiento, comentó lo mismo con el enviado de El Litoral, apenas terminado el partido.

La jugada del segundo gol fue muy buena. Arrancó en una combinación por izquierda entre Vera y Clemente, la pelota fue hacia los pies de Leguizamón y éste encaró a gran velocidad, dejándolo sentado en el piso con un quiebre de cintura a Bianchi Arce, para meter luego el pase al medio para la entrada franca y sin obstáculos de Pereyra, que sólo debió empujarla.

La “diferencia” con la notable maniobra de Messi de hace dos años, es que la “Pulga” dejó sentado en el piso a Boateng y definió. En esta jugada, Leguizamón lo emuló, pero al gol lo convirtió otro.

síntesis

Sarmiento 0

Colón 4

Cancha: Sarmiento de Junín.

Arbitro: Fernando Rapallini.

Sarmiento: Chiarini; Scifo, Bianchi Arce, Dutari y Cosaro; Pérez Godoy, Di Renzo, Hamilton Pereyra y Astina; Nuñez; Balboa. D.T.: Fernando Quiroz.

Colón: Broun; Garnier, Conti, Ortiz y Clemente Rodríguez; Facundo Pereyra, Poblete, Oviedo y Bernardi; Vera y Leguizamón. D.T.: Eduardo Domínguez.

Goles: en el primer tiempo, a los 22 m Vera y a los 26 m Pereyra. En el complemento, a los 38 m y 43 m Blanco, todos para Colón.

Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Vidal (S) por Di Renzo y Depetris (S) por Cosaro; a los 4 m Blanco (C) por Vera; a los 9 m Lagos (C) por Leguizamón; a los 20 m Cuevas (S) por Balboa y a los 21 m Bastía (C) por Bernardi.

Amonestados: en Colón, Garnier, Ortiz, Clemente Rodríguez y Pereyra.

 
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El Flaco llega siempre a todas

Germán Conti se tira y le gana la posición a Balboa. Por las dudas, Fidencio Oviedo mira de cerca la jugada. El paraguayo fue el elegido, a último momento, para reemplazar a Ledesma. Cumplió.

Foto: Gentileza Diario Democracia-Facundo Grecco

Aparecieron las lesiones

A la ausencia de Pablo Ledesma, quien se recupera de la distensión de ligamentos de una de sus rodillas y recién podría jugar -aunque no es seguro- el clásico del domingo 14, ahora se sumó la del uruguayo Diego Vera.

El delantero sabalero salió apenas arrancó el segundo tiempo, después de una buena maniobra ofensiva en la que Bernardi dejó pasar la pelota y el ex Independiente le pegó de zurda, motivando una gran atajada de Chiarini.

“Vamos a esperar los estudios”, dijo Domínguez. “Puede ser una contractura en el aductor”, se dejó escuchar por parte de los médicos sabaleros. También se mencionó la posibilidad de que sea una molestia en una cicatriz de una vieja lesión, en esa misma zona. Lo cierto es que su salida genera preocupación y habrá que esperar el diagnóstico definitivo y el tiempo que demandará su recuperación.

Distinta parece ser la situación de Leguizamón y Bernardi. El delantero, sufrió un fuerte golpe en la cadera, debió ser atendido en el primer tiempo y tuvo que salir cuando no se habían jugado 10 minutos del segundo. El volante se fue de la cancha con un fuerte calambre y seguramente se moverá sin problemas el martes, cuando el plantel vuelva al trabajo pensando en el partido del domingo a las 20.20 con Atlético Tucumán.

Hoy por hoy, Vera y Ledesma representan una incógnita para el clásico del 14. Ledesma llegaría muy con lo justo; por Vera, habrá que aguardar el resultado de los estudios que se le harán.

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Se festejó en todos lados

Los goles de Colón fueron gritados adentro de la cancha y también afuera, como se observa en esta toma en la que suplentes y auxiliares de Eduardo Domínguez gritan el tanto de Vera.

Foto: Gentileza Diario Democracia-Facundo Grecco

Bajo la lupa

BROUN (6).- Atento, seguro de arriba y atajándole un cabezazo a Vidal que se le metía abajo y junto al palo izquierdo. Está en un buen momento a pesar del gol que le hizo Tigre el lunes.

GARNIER (5).- Algunos contratiempos en el final del primer tiempo y con el ingreso de Depetris en el segundo. Dejó todo en la cancha, a veces excedido en el ímpetu con el que fue a disputar cada pelota.

CONTI (6).- Siempre bien el Flaco, parejo, regular y sin fallas. No sobresalió, pero se encargó de aportar esa cuota de solidez que se hizo costumbre.

ORTIZ (6).- Otro que hizo un buen partido y viene repitiendo este tipo de actuaciones. Impuso siempre su presencia.

CLEMENTE RODRÍGUEZ (7).- Parece de 20 y tiene 35. Corrió una barbaridad, acompañó siempre en las jugadas de ataque y en el final, cuando Colón jugaba de contragolpe, uno de los que llegaba era él. Se parece al de los mejores tiempos en Boca.

PEREYRA (6).- Terminó extenuado y demostrando que quizás no esté para aguantar los 90 minutos, pero aportó pinceladas de talento. Arrancó por derecha, pero ocupó posiciones centrales casi siempre.

POBLETE (8).- En el segundo tiempo se comió la cancha. Y en el primero, jugó muy bien los primeros 30 minutos y luego se perdió un poco cuando Cosaro empezó a subir por su sector y no lo tapó correctamente. Eso le generó problemas a Garnier. Gran partido.

OVIEDO (6).- Correcto en el manejo de la pelota y en la ubicación en la cancha. Tiene experiencia y eso le permite jugar en un mismo nivel los 90 minutos aún cuando viene de cierta inactividad. Cumplió al reemplazar a un jugador clave como Ledesma.

BERNARDI (7).- Otro que jugó un muy buen partido hasta que se “fundió” y lo tuvieron que sacar. No dosificó energías. Se “mató”, corriendo y jugando.

VERA (8).- Estaba haciendo un partidazo. Convirtió un lindo gol, demostrando que tiene el arco entre ceja y ceja porque ni siquiera miró adónde estaba el arco y le pegó de una. Además, inteligente para moverse por todo el frente de ataque. Preocupa su lesión.

LEGUIZAMÓN (7).- Venía bien, hizo una jugada al estilo Messi, aguantó bien la pelota y tocó con mucha claridad y precisión de primera. Recibió un golpe en el primer tiempo que no lo dejó seguir en el segundo.

BLANCO (7).- Había caído reiteradamente en posición adelantada, pero en cinco minutos clavó dos goles y terminó convertido en uno de los pilares de la victoria.

LAGOS (6).- Se sacrificó por el equipo, hizo el ida y vuelta constante por izquierda y le dio aire al mediocampo.

BASTÍA (6).- El Polaco no para de sorprender. Ayer hizo todo lo que se sabe que puede hacer, pero además, le metió un pase genial entre líneas a Blanco para dejarlo solo en el cuarto gol.