Festejos por el Día del Trabajador

Girardi: “Tenemos que prepararnos para resistir las políticas neoliberales”

  • El secretario general de la CGT Regional Santa Fe criticó al gobierno nacional y lo responsabilizó de hacerle pagar el precio del cambio de modelo económico a los trabajadores.
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Girardi llamó a la unidad del movimiento obrero para enfrentar el avance sobre los derechos laborales.

Foto: Guillemo Di Salvatore

 

De la Redacción de El Litoral

Gabriel Rossini

El secretario general de la CGT Regional Santa Fe, Claudio Girardi, pidió a los trabajadores festejar el 1º de Mayo “pensando que tenemos que seguir en la lucha organizada, brindando por tener trabajo, pero reflexionando sobre el futuro porque tenemos que construir un mundo más justo” y llamó a seguir trabajando a todos de manera organizada porque “no sirve la pelea aislada y suelta de grupos minúsculos. Si lo hacemos así, seguramente vamos a perder”.

“Nosotros no nos podemos dejar estar un segundo porque nos van a atropellar los que son derechos. Más que nunca hay que buscar la unidad con contenido. La CGT tiene que tener un programa de país donde los trabajadores estemos integrados. Hoy vemos que más allá de venir a corregir los errores que hubo en el gobierno anterior, lo que hizo el nuevo gobierno fue hacerles pagar el costo a la clase trabajadora y a las pequeñas y medianas empresas. Eso hace que tengamos muchos problemas con el empleo. En ese marco hay que festejarlo preparándonos para resistir en forma pacífica y democrática a las políticas neoliberales”, enfatizó Girardi.

—En nuestra región hubo muchos problemas con el empleo privado en los últimos meses, entre otras cosas como consecuencia de la caída del poder adquisitivo y la apertura de las importaciones. ¿Cuál fue la actitud que vieron ustedes de parte del gobierno provincial y nacional?

—El gobierno provincial ha hecho algunos esfuerzos, caso Mefro Wheeles. Junto a los compañeros de la UOM gestaron un principio de solución que permitió mantener más de 100 puestos de trabajo. Hoy está pendiente la cuestión de SanCor, que excede al gobierno provincial, y que atraviesa al sector lácteo de las provincias de Santa Fe y Córdoba, donde hay miles de puestos de trabajo. Hasta ahora las promesas no se cumplieron y cada día que pase esa fábrica cerrada y los trabajadores no cobren sus salarios, va a ser más grave. Porque además la marca está perdiendo mercado en las góndolas. Lo que ha hecho el gobierno nacional desde que asumió en diciembre de 2015 fue generarnos pérdida de poder adquisitivo, 125 mil puestos de trabajo menos, una nueva ley de Ganancias que no beneficia a los trabajadores y que este año van a recaudar más que el año pasado, y los tarifazos que impactaron sobre los salarios de todos los trabajadores y jubilados. Además de algunas cuestiones de represión como a los docentes.

—El gobierno admite que las cosas no están bien pero al mismo tiempo asegura que la economía empezó a crecer y el empleo a subir. ¿El movimiento obrero percibe estas mejoras?

—No. Sí es verdad que hay tres sectores en el país que se han visto beneficiados. La quita de retenciones al campo, a la minería y a un sector de la industria hace que importantes sectores agropecuarios, sobre todo de la pampa húmeda, se vieran beneficiados. A las empresas vinculadas a la maquinaria agrícola les fue bien, crecieron. También en algunos sectores de la minería y los sectores financieros. Pero eso no somos los 40 millones de argentinos. El endeudamiento externo en 2016 sumó 80 mil millones de dólares, de los que 40 mil fueron a pagar servicios de la deuda y los otros 40 mil fueron nueva deuda. No pudieron controlar la inflación el año pasado y en lo que va del año tampoco. Y además las importaciones siguen aumentando. La industria de la provincia a esta situación la está sufriendo mucho, como indican los informes que elaboran las entidades gremiales empresarias de Santa Fe.

—Una de las coincidencias entre trabajadores y empresarios nacionales es el daño sobre el tejido productivo que provocó la apertura sin control de las importaciones.

—Las importaciones generan un nivel de competencia desleal con algunos países de Asia, donde la mano de obra no tiene la protección social como corresponde, condiciones laborales que han sido condenadas por la OIT. Pero además el problema es que con la concentración de la economía no sólo pierden los trabajadores. También van a perder los Estados comunales, municipales y provinciales, sobre todo porque la gente cuando tiene menos plata en el bolsillo no deja de comer sino que deja de pagar los impuestos. Eso también va a repercutir en las arcas del Estado. Por eso digo que éste es un círculo negativo de la economía. Lo que se iba a solucionar el primer semestre de 2016 no se solucionó. En el segundo tampoco y en el primer trimestre de este tampoco. Ahora tenemos las elecciones encima y no hay ningún índice de la economía que diga que estamos creciendo.

-La venta de autos es un buen ejemplo de como funciona el país, porque se van a comercializar una cantidad de unidades como en los mejores tiempos, pero en casi todas las terminales hay suspensiones, porque la producción está en un tercio de la capacidad instalada.

-Es consecuencia de las medidas económicas del gobierno. Por ejemplo, el hecho de que se hayan sacado las retenciones habilitó a un grupo de gente beneficiada a comprar autos muy caros, de un millón de pesos, que no se fabrican en el país. A eso se le opone la pérdida de ventas de autos más pequeños de fabricación nacional para la clase media. Ni siquiera las autopartes entran en la compensación que había establecido el gobierno anterior con el fin de tener equilibrada la balanza comercial en el rubro. Hoy eso no existe y la balanza comercial se está haciendo cada día menos favorable a nuestro país. Como no hay emisión monetaria porque retiraron los pesos vía Lebac o Letras del Tesoro, se genera endeudamiento y los 40 mil millones de dólares por lo que se endeudaron el año pasado fueron a cubrir el déficit fiscal.

—¿Cómo será el 2017?

—Al proyecto de país no lo compartimos. Esto es ganancias para las minorías mientras que la inmensa mayoría del pueblo no puede ver los beneficios del plan económico. Se nos quiere hacer creer que no hay plata pero para algunas cosas sí la hay. El movimiento obrero tiene que seguir trabajando con una agenda única hasta alcanzar una unidad con contenido en la acción, algo que venimos trabajando desde hace 3 años en Santa Fe con la CTA. En vez de buscar las diferencias entre ambas organizaciones, buscamos las coincidencias en favor del derecho de los trabajadores bajo el lema “la clase trabajadora es una sola”. A partir de allí empezamos a trabajar. Creo que hay que sumarle más contenido, corregir errores los dirigentes y seguir convenciendo a la gente que este plan económico no da beneficio a los trabajadores, activos y pasivos, registrados y no registrados. Y por sobre todo a los desocupados, que no son fruto de este gobierno, y que son una deuda que tiene la democracia argentina desde 1983 con el pueblo.

 

El dato

Trabajadores no registrados

Girardi admitió que una de las grandes deudas de la dirigencia sindical en particular, pero que alcanza a todos en general en el país, es no haber podido reducir los altos índices de trabajo no registrado que promedian el 35 por ciento y que no han reducido ni este gobierno ni el anterior.

El rol del movimiento obrero

—¿El movimiento obrero cumplió el rol que tenía que cumplir en estos 16 meses de gobierno de Macri?

—Soy un hombre de la Corriente Federal y hubiese pretendido una medida de fuerza antes del 9 de abril. Dicho esto, también digo que la inmensa mayoría de los argentinos puede salir a decir que Mauricio Macri fue electo con los votos de la mayoría, lo que es real, como es real que no cumplió con las promesas de campaña como pobreza cero, la eliminación del impuesto a las Ganancias a los trabajadores, la construcción de 1 millón de viviendas, prometió que no iba a haber tarifazo ni devaluación, etc. No es como dijo Menem alguna vez de que si decía la verdad no ganaba las elecciones. Me parece que hay que empezar a cambiar eso porque si los dirigentes llegan mintiendo, la gente cada vez más va a estar descreída de la política. En ese marco, creo también que si hubiésemos hecho un paro antes, gran parte de la gente hubiera dicho que no los dejábamos gobernar. Ahora, desde el paro hasta hoy, salvo alguna rara excepción, el gobierno no tomó decisiones concretas en beneficio de la clase trabajadora. Esto se va a agravar y vamos a ver que lo que hoy se toma como un error de la gestión, dentro de seis meses podría verse de otra manera, como una situación de conflicto por ejemplo. Porque cuando la banca internacional empiece a hacer más preguntas para prestarnos plata, se van a empezar a preguntar si vamos a poder devolverla y ahí se va a empezar a complicar. Y si nos guiamos por las palabras de quien conduce el Ministerio de Economía, que después de las elecciones vendría el sinceramiento de la economía, nosotros leemos que se viene un ajuste mucho más profundo que el que hicieron hasta ahora.