Artes Visuales

La Línea Piensa

Domingo Sahda

En el marco del Proyecto La Línea Piensa, dirigido por Luis Felipe Noé y Eduardo Stupía -Muestra Nº 10- en Santa Fe, la exposición conjunta de obras firmadas por Andrea Racciatti, Pablo Martin y Alejandra Polito se exponen en las salas del Museo Municipal de Artes Visuales Sor Josefa Díaz y Clucellas, San Martín 2068.

Tres visiones diferentes tanto en su concretización material como en sus pretensiones discursivas de evidente divergencia dan cuenta de un hacer que cierra sus significaciones acotadas tanto en el plano como en el volumen, muestran una hipótesis que cierra su sentido último en la voluntad del “quehacer” alternativo antes que en el significado intrínseco vinculante propio del “lenguaje visual, entendido éste como proposición entre obra a la vista y ocasional sujeto que mira, que “lee” el discurso propuesto ante sí.

De este modo nos encontramos con los trabajos expuestos, firmados por Pablo Martín -dibujos-, Andrea Raciatti -pinturas- y Alejandra Polito -instalación-.

Las obras a la vista, de autoría de Pablo Martin, reiteran una praxis directa de tintes negros sobre el plano del papel blanco, operando como contraste neto, sin intermediación de grises, repitiendo esquemas visuales que agotan su significación expresiva en sí mismos, sin mayor proyección discursiva. Los trabajos a la vista se posicionan como elaboraciones directas, estereotipadas. La coherencia entre las imágenes revela una intencionalidad expresiva que se agota a la primera instancia de observación, sin mayor significación, evidenciando características propias del “boceto”. La excesiva e innecesaria cantidad de trabajos a la vista expuestos deviene en panorama, restando las posibilidades de observación individualizada.

La instalación denominada “Archipiélago”, montaje elaborado con chapas de zinc, maderas, pelos (presuntivamente humanos) apela al eventual impacto visual ante lo insólito antes que a calidad plástica alguna. La referencia a la acumulación de este restos de humanidad (pelos) con instancias trágicas de la humanidad -(Auschwitz- Majdanek)- bloquea su calidad supuestamente plástica en la que las preceptivas del arte visual entran en conflicto de significación específica.

Por su parte, Andrea Raciatti exhibe trabajos en los que articula pinturas-imágenes cromatizadas con continuidades espaciales en el plano, definidas como bocetos lineales o entramado de texturas que ofician en un segundo plano de soporte visual. Estos trabajos se “leen” como proposiciones incompletas en el marco del lenguaje explícito de la forma. Así, se aprecian las pinturas en cuanto tales por su calidad manifiesta, al margen de los ambiguos bocetos lineales que eventualmente operan como cobertura espacial circunstancial.