Celebraciones Indígenas

El Santo de los Indios

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“Mocovíes, ceremonia tradicional”, de Florián Paucke, una de las obras que forma parte de la muestra “Mirar, saber, dominar. Imágenes de viajeros en la Argentina”, que se exhibió en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Foto: Télam / Archivo

Por Marcela Brizuela (*)

En Santa Rosa de Calchines o simplemente Calchines, comuna del departamento Garay en la provincia de Santa Fe, cada 13 de junio se honra a San Antonio de Padua, quien fuera un sacerdote portugués de la Orden Franciscana. Pero, además de ser uno de los Santos Patronos (1) de la localidad, lo distingue la especial veneración que le tiene el pueblo mocoví de la comunidad indígena Feliciano Ovelar de dicha comuna, por considerarlo el Santo de los Indios. Los registros históricos indican que el origen de la comuna fue la “reducción franciscana de San Miguel de los Calchines”, fundada en 1616 durante el gobierno de Hernando Arias de Saavedra. En 1834, el gobernador Estanislao López trasladó a los indígenas desde la antigua reducción de San Javier, al lugar donde estuvo la reducción de Calchines, encargando el cuidado espiritual de los indígenas mocovíes a los misioneros franciscanos.

Devoción y creencia popular

Usualmente, las fiestas patronales del santoral católico se adaptaban a las fechas de las celebraciones típicas indígenas; como el día de Santa Rosa de Lima que se lleva a cabo 30 de agosto y coincide con la celebración del Año Nuevo Mocoví; prevaleciendo la impronta de la liturgia católica por sobre la mística de esta celebración indígena. Pero la obra evangelizadora de los sacerdotes franciscanos entre los indígenas mocovíes fue enriquecida con la mística que los mismos supieron imprimirle a las prácticas de veneración de San Antonio de Padua. Los indígenas, todos los 13 de junio, “venían desde los toldos y desde el monte con la imagen del santo en andas, al son de la música de un violín de una cuerda, una caja y una flauta” (2). Hoy continúa esa tradición y si bien el santo tiene una capilla que fue mandada a construir en 1902 “por el señor Ramón Silva en terrenos de su propiedad y como regalo a los nativos y al santo de su devoción” (3), lo cierto es que es poco utilizada, debido a la creencia de los indígenas que el santo quería vivir entre ellos y provocaba su misteriosa desaparición de la capilla, apareciendo luego en el rancho de la familia De los Santos. De acuerdo con el testimonio aportado por Emilio Aurelio de los Santos, quien en la actualidad es el propietario de la ermita donde está entronizado el santo, su familia lo recibió de manos de la familia Cisterna, que anteriormente lo recibió de Ramón Silva. Emilio no supo precisar una fecha de estos acontecimientos, pero afirma que desde que el santo llegó a su familia, se determinó que siempre permanecería con ellos. Otros relatos de la tradición oral, como el de Rodolfo Miguel Orellano, un descendiente mocoví, nos dice que “la imagen de San Antonio fue tallada en madera por manos de indígenas mocovíes, a pedido de los sacerdotes franciscanos y luego de haberse extraviado, fue hallada en el monte tras una cruenta guerra con los blancos”.

No obstante, la versión de Emilio de Los Santos refuta su relato, asegurando que la imagen fue traída de Europa y siempre estuvo en el pueblo. Esos relatos de transmisión oral también dan cuenta del poder milagroso del Santo de los Indios “porque en tiempos antiguos había gente que solía enfermarse de ‘la culebrilla’, entonces se creía que era un castigo del santo por las malas acciones del enfermo. Se creía que era el fuego de San Antonio, y se curaba si se lo invocaba al Santo”, concluye Orellano.

Sobre San Antonio es extendida la creencia popular de que las solteras pueden pedirle que les consiga un novio, “y en eso el santo es muy cumplidor”, afirma Orellano. Mientras que De los Santos no tiene conocimiento de milagros que el santo haya realizado, expresa que “aquí llega gente de todas partes, para pedirle o agradecerle, con mantos que le traen de regalo y que nosotros usamos para vestirlo”. Los festejos en honor al “Santo de los Indios” se realizan en el patio de la familia De los Santos, en la comunidad indígena Feliciano Ovelar, y convocan a todo el pueblo de Calchines. Ellos comparten un popular almuerzo que se caracteriza por la elaboración de comidas típicas como el asado de carne de potro, “antiguamente, se hacía una ceremonia donde también se bebía la sangre del potro, porque se creía que se ingería la energía”, relata Orellano.

Mística que trasciende

La devoción al Santo de los Indios trasciende los límites de Santa Rosa de Calchines, llevándose a cabo en las comunidades mocovíes Caiastas, de Cayastá; Calle Ancha, de Helvecia; y, Doña Juana Tasorí, de Campo del Medio; ellos también lo veneran cada 13 de junio.

En Cayastá, el santo se halla entronizado en una capilla que pertenece a la familia Villalba, y de acuerdo al testimonio de un miembro de dicha familia, lo tienen desde hace más de 80 años. La veneración al santo se caracteriza por llevarse a cabo en el patio de la vivienda, y previo al 13 de junio, se realiza la novena con rezos del rosario. El día 13 de junio propiamente dicho, se realiza la procesión por el pueblo, concluyendo el recorrido en la casa de los Villalba. Ellos no tienen conocimiento de milagros que el santo haya hecho entre la gente de la comunidad, pero dicen que es frecuente la visita de parejas de matrimonios o de novios, y aunque no les compartan el motivo por el que llegan, interpretan que debe ser porque el santo les concedió el favor de unirlos en pareja. En Helvecia, de acuerdo con el testimonio de Martín Nichea, la veneración al “Santo de los Indios” se realiza desde hace más de 50 años. Actualmente, la imagen se halla entronizada en la capilla del barrio Calle Ancha, pero anteriormente “se hallaba en el patio de la casa del señor Albino Valiente, quien sanaba de las mordeduras de víboras invocando el favor del santo”. Allí, también cada 13 de junio pero en horas de la tarde, se realiza una procesión por el barrio, una misa y un cierre con baile que se extiende hasta comienzos del día siguiente. Finalmente, en Campo del Medio también se venera al Santo de los Indios y según nos cuenta Gloria Papini, se halla entronizado “en una capillita ubicada en el patio de la vivienda de la familia Tasorí. La celebración se hace por la tarde con una misa y finaliza con un baile y torneo de truco”.

La veneración al “Santo de los Indios” trasciende el hecho religioso en sí mismo. Es una celebración que convoca a los integrantes de las comunidades indígenas mocovíes de la costa santafesina y a cualquier devoto de lejana procedencia; donde se comparte alegría y se fortalecen los lazos comunitarios entre indígenas y no indígenas, propiciando el rescate de la cultura y de la identidad indígena mocoví.

(*) Comunicadora Social (Uner) y responsable de la Comunicación Institucional del Instituto Provincial de Aborígenes Santafesinos (Ipas). Twitter: @MarceBri_OK

(1) Santa Rosa de Calchines cuenta con dos santos patronos. El 13 de junio se homenajea a San Antonio y por otro lado, cada 30 de agosto se rinde honores a Santa Rosa de Lima.

(2) https://es.wikipedia.org/wiki/Santa_Rosa_de_Calchines.

(3) Ídem.

Fuentes consultadas:

De los Santos, Emilio Aurelio. Integrante de la comunidad indígena mocoví Feliciano Eliseo Ovelar. Santa Rosa de Calchines. Departamento Garay. Provincia de Santa Fe.

Nichea, Martín. Integrante de la comunidad indígena mocoví Calle Ancha. Zona Rural de Helvecia. Departamento Garay.

Orellano, Rodolfo Miguel. Integrante de la Comunidad indígena mocoví Feliciano Eliseo Ovelar. Santa Rosa de Calchines. Departamento Garay. Provincia de Santa Fe.

Papini, Gloria. Integrante de la comunidad indígena mocoví Doña Juana Tasorí. Campo del Medio. Departamento Garay.

Villalba, Johana. Integrante de la comunidad indígena mocoví Caistas. Cayastá. Departamento Garay.