Quedó clasificado anoche antes de jugar

Colón jugará Copa por sexta vez en su historia

Luego del 3-3 de Central-Talleres, los sabaleros clasificaron automáticamente a la Sudamericana 2018. Visitan hoy a las 19.10 a Racing y sueñan con el bonus de la Libertadores.

Último antecedente: 2012

La formación de Colón que jugó el partido de ida contra Cerro Porteño de Paraguay —la ida fue acá y la revancha en Asunción— en el estadio Brigadier López. Pasaron cinco años y ahora Colón vuelve al campo internacional, ya que el año que viene jugará la Copa Sudamericana 2018. El dato: Adrián “Polaco” Bastía, que aparece en la formación, sigue hoy jugando con la sangre y luto. Colón está feliz.

Foto: Pablo Aguirre

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

De la mano de quien se transformó sin dudas en el dirigente más determinante en la historia de Colón —su actual presidente, José Néstor Vignatti—, la popular entidad del barrio Centenario quedó automáticamente clasificada anoche para ocupar uno de los seis lugares del fútbol argentino en la próxima Copa Sudamericana 2018. Al consumarse el empate 3-3 de Rosario Central y Talleres, los números le cerraron al Negro de Santa Fe antes de tener que jugar hoy —19.10— su partido con Racing en el Cilindro de Avellaneda. Será la sexta experiencia internacional, después de haber jugado una Conmebol, dos Libertadores y dos Sudamericanas.

José Néstor Vignatti, que lo ascendió a Primera en 1995, fue subcampeón de AFA en 1997 y jugó las primeras copas internacionales, es quien está de vuelta en la presidencia sabalera. Hace más o menos un año, cuando tomó la conducción de Colón, el equipo estaba hundido a sólo cuatro puntos del último de los cuatro que descendía. Hoy, 365 días después, está cerrando una temporada fantástica con 48 puntos e incluso con el sueño latente de ir por más: si gana todo lo que le queda podría clasificar —de yapa— a la Copa Libertadores de América. Para eso deberá ocupar, después de Boca, uno de los cuatro lugares siguientes en el clasificador general.

Con apenas 13.000 socios de pago efectivo y con el recuerdo de haber perdido dos clásicos en apenas un mes, Vignatti asumió el gran desafío de reconstruir a Colón en todo sentido: en lo deportivo, primero; pero sin descuidar lo institucional y siempre mirando de reojo el famoso Salvataje Deportivo.

Primero llegó Paolo Montero, un gran acierto de Vignatti, para sacar 20 puntos. Pero esa calma se rompió con el portazo que pegó el charrúa para irse a Rosario Central, casualmente el equipo que al no ganar anoche le dio el pase a Colón a la próxima Sudamericana.

En un diciembre caliente se vio obligado a cambiar de caballo en la mitad del río y designó a Eduardo Domínguez, todo un proyecto de riesgo por ese entonces, con el paso de jugador a ex jugador y entrenador en Huracán de Parque Patricios. “El Barba”, otro acierto de Vignatti. Con 20 puntos de uno y 28 del otro, Colón vuelve al campo internacional de las copas de la mano de José.