Expectativas

Semana decisiva en la crisis de Brasil

  • El presidente Temer puede convertirse en el primer presidente del país denunciado por corrupción en uso de sus funciones.
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El primer mandatario de Brasil tiene el nivel de imagen más bajo de todos los presidentes desde la recuperación democrática en 1985. Foto: EFE

 

Redacción de El Litoral

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Telam

El presidente Michel Temer puede convertirse esta semana en el primer jefe del estado brasileño en ser denunciado penalmente por delitos de corrupción supuestamente cometidos en uso de sus funciones, llevando la crisis sin final a la vista de Brasil a un escalón aún más alto.

Temer, con el nivel de aprobación popular más bajo de la historia desde la redemocratización del país en 1985 y que oscila entre 2% y 7%, según las encuestas, deberá usar al Congreso para su defensa penal en caso de que esta semana, como se espera, el fiscal general Rodrigo Janot presente denuncias en su contra por corrupción, obstrucción de la justicia y lavado de dinero.

La situación preanuncia un choque institucional entre jueces de la corte suprema, el fiscal general, el juez federal Sergio Moro y los fiscales de la Operación Lava Jato, lo que ha llevado a que líderes políticos rivales depongan diferencias y salven distancias.

Es el caso de los ex mandatarios Luiz Inácio Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso, quienes, con diferente voltaje, han dicho que la solución a la crisis pasa por la convocatoria a elecciones presidenciales anticipadas.

El progresivo debilitamiento de Temer -grabado en forma clandestina por el empresario corruptor confeso y delator Joesley Batista como parte de una investigación del fiscal general Janot- aumenta la incertidumbre sobre el desempeño de la mayor economía de América Latina, una de las más diversificadas del mundo emergente, que ha visto en los dos últimos años una gran destrucción de empleos junto con la peor recesión de su historia.

La nueva crisis con la delación de JBS, que golpeó de lleno a Temer y al senador y ex candidato presidencial Aécio Neves, su principal socio político, llegó cuando el gobierno festejaba una expansión de la economía de un 1% en el primer trimestre, empujada por una cosecha récord del poderoso agronegocio del país.

En caso de una denuncia de Janot contra Temer, por tratarse del jefe del Ejecutivo, el caso no lo abordaría el Supremo Tribunal Federal (STF) sino la Cámara de Diputados, presidida por el número dos del país, Rodrigo Maia, del oficialista y conservador partido Demócratas, también una figura de recambio en caso de renuncia.

La Cámara de Diputados debe aceptar o rechazar la denuncia del fiscal en una votación que, para que se inicie el proceso judicial, necesita del apoyo de dos tercios de sus miembros, algo con lo que la oposición, hoy por hoy, no cuenta.

“Nuestro bloque confía en la palabra del presidente y confiamos en que pueda concluir la votación de las reformas jubilatoria y laboral. La base parlamentaria aliada al presidente Temer demostró fuerza. Creemos que solamente el gobierno de Temer tiene fuerza para llevar adelante las reformas”, dijo a Télam Baleia Rossi, jefe del bloque de Diputados del PMDB.

El actual gobernante ganó sobrevida política el 9 de junio pasado, con la absolución en el juicio en el Tribunal Superior Electoral (TSE) sobre las cuentas de la campaña en la que Rousseff fue electa presidenta y Temer vice en el 2014.

El 87% de la población se ha pronunciado a favor de elecciones directas, algo que la Constitución no prevé, ya que establece que transcurridos más de dos años del mandato en curso y en caso de vacancia en el Poder Ejecutivo debe elegirse un mandatario interino, por vía del Congreso. Para convocar elecciones directas, por lo tanto, es necesario modificar la Constitución.

‘Nosotros no tenemos Plan B, para nosotros la única salida a la crisis es la elección directa‘, dijo ante una consulta de Télam la flamante presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffman, quien considera que una eventual condena a Lula por parte del juez Sergio Moro en la Operación Lava Jato significaría un ‘movimiento político‘ para inhabilitar en 2018 la candidatura del dirigente que lidera las encuestas.

Especulaciones sobre el futuro

Las acusaciones contra Temer han desatado todo tipo de especulaciones respecto a su futuro y las salidas posibles para enfrentar una crisis.

Un reciente informe de la consultora de riesgo político Eurasia apuntó un virtual “estado de guerra” entre el gobierno, su respaldo en el Congreso y el Poder Judicial. “En este contexto, la base a apoyo del Congreso a Temer está mostrando señales de desgaste”, indicó Eurasia.

Esa situación abre dudas sobre la capacidad del mandatario de cumplir sus principales promesas: lograr aprobar las reformas de las leyes laborales, para flexibilizarlas, y el sistema de pensiones, de modo de disminuir su déficit elevando en la práctica la edad mínima de jubilación y restringiendo el acceso a pensiones integrales.

Temer asumió la presidencia de Brasil para concluir el mandato actual, que vence el 1 de enero del 2019. De acuerdo al cronograma electoral, comicios presidenciales están previstos para realizarse en octubre del año que viene.

En caso de una eventual renuncia de Temer, la Constitución de Brasil establece que, en caso de vacancia en el Poder Ejecutivo después de transcurridos dos años del mandato, es del Congreso la responsabilidad de elegir un mandatario interino que concluya el período.

Analistas, medios de comunicación y políticos brasileños barajan nombres de candidatos para una eventual elección indirecta por el Congreso.

Los siguientes son los nombres más mencionados como posibles candidatos a la presidencia de Brasil en caso de una elección indirecta, decidida por el Congreso:

-Rodrigo Maia (presidente de la Cámara de Diputados y primero en la línea de sucesión)

-Carmen Lúcia (presidenta del Supremo Tribunal Federal, STF, la máxima corte del país)

-Gilmar Mendes (juez del STF)

-Fernando Henrique Cardoso (presidente de honor del PSDB. Gobernó Brasil en dos períodos consecutivos, entre 1995 y 2002. Tiene 86 años y ha dicho que no está interesado en regresar a la Presidencia)

-Nelson Jobim (jurista, fue ministro de Justicia, de Defensa y presidente del STF. Fue ministro de Cardoso, de Lula y de la destituida Dilma Rousseff)

-Henrique Meirelles (ministro de Hacienda y durante ocho años presidente del Banco Central).