El cuidado del ambiente
Por qué el consumo local reduce el impacto de la huella de carbono
Redacción El Litoral
En todo el mundo está prosperando la idea de la importancia de consumir productos hechos cerca de casa, algo que ayuda al cuidado del medio ambiente, a la economía local y al consumo de productos recién elaborados, entre otros beneficios. La cerveza no es la excepción. “Una cerveza que viaja pocos kilómetros desde la cervecería a la mesa, como Cerveza Santa Fe, tiene un impacto positivo sobre el medio ambiente, ya que cada 500 kilómetros que deja de recorrer un camión cargado de cerveza, se ahorra el equivalente de energía para abastecer el consumo eléctrico de una familia durante un año”, explicó Leonardo Bulacio, coordinador de Medioambiente de Cervecería Santa Fe.
Estos valores, explica Bulacio, surgen de la medición de la huella de carbono, un indicador que mide el impacto ambiental de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida: desde que se producen sus materias primas, hasta que lo consumimos. Una vez conocido el tamaño y la huella, es posible implementar una estrategia de elaboración y comercialización, armónica con el medio ambiente.
En 2010, Cerveza Santa Fe se propuso reducir un 30% su huella de carbono hacia el 2020 y como primer paso analizó en detalle cada paso de la elaboración, el transporte y la venta de sus productos. De ese análisis, surge que casi el 20% del impacto ambiental de una cerveza está representado por el transporte y por eso, concluye el especialista, “cada vez que elegimos una cerveza que se elabora en nuestra ciudad, elegimos un producto que viaja poco hasta nuestras casas y que, por lo tanto, tiene un impacto positivo sobre el ambiente”.
Además de tener un impacto positivo sobre el medioambiente, una cerveza que se elabora localmente es una cerveza de mejor calidad, ya que en general se consume a los pocos días de su elaboración, lo que hace que conserve mejor su aroma, color y sabor.
Esto es así, sostiene Antonela Sotera, coordinadora de Aseguramiento de la Calidad de Cervecería Santa Fe, porque “es una bebida muy sensible a la luz, al calor y al paso del tiempo. Por eso, debe ser conservada fuera del alcance de la luz del sol y las altas temperaturas, y consumida a la menor cantidad de tiempo posible de su fecha de elaboración”.
En la planta de Cervecería Santa Fe trabajan unos 600 empleados y también se elaboran otras marcas como Schneider, Heineken, Budweiser, Imperial, Amstel y Sol, entre otras.
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