EMBARAZO ADOLESCENTE

3.000 nacimientos al año son de madres menores de 15

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Foto: Archivo El Litoral

 

“El embarazo en la adolescencia es motivo de preocupación creciente”, afirma Unicef en el informe presentado ayer, que dedica un capítulo al derecho a la salud sexual y reproductiva. Así, afirma que el 15% de los nacimientos en Argentina es de madres adolescentes, dato que se mantiene estable desde los últimos 25 años. “La situación empeora, en términos de brechas y desigualdades, si se analiza la información a nivel provincial: en provincias como Chaco, Formosa y Misiones, 1 de cada 4 nacimientos es de madres adolescentes.

De manera sostenida, unos 3.000 nacimientos al año corresponden a madres menores de 15 años, “lo que genera una profunda preocupación desde la perspectiva sanitaria, social, legal y jurídica por las consecuencias e implicancias de un embarazo a tan temprana edad. Cuanto menor es la edad de la madre, más probable es la existencia de abuso sexual y mayores los riegos de salud asociados para ellas y sus hijos”.

Más datos para tener en cuenta: en la adolescencia; 6 de cada 10 embarazos no son planificados. no tienen acceso gratuito a los métodos anticonceptivos que utilizan 6 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 varones adolescentes; 1 de cada 5 nacimientos de adolescentes es de madres que ya han tenido un primer hijo o hija, siendo también una parte importante de éstos no planificados.

En este punto, se destaca que casi la mitad de las adolescentes madres se encuentran fuera del sistema educativo al momento de embarazarse y 1 de cada 4 madres adolescentes no logra completar la escuela primaria.

Por otra parte, el embarazo en la adolescencia es una importante causa de abandono escolar en la secundaria: 1 de cada 10 abandona sus estudios por una situación de embarazo o de cuidado de algún hijo o hermano menor.

El informe incluye, en cada capítulo, un diagnóstico y recomendaciones. En este caso, se sugiere:

- Visibilizar el embarazo no intencional en la adolescencia como un problema de política pública.

- Fortalecer políticas públicas para reducir el embarazo no intencional en la adolescencia (educación sexual integral, salud sexual y reproductiva y salud integral adolescente, facilitar el acceso a la salud desde la escuela).

- Mejorar el análisis de los factores determinantes que conducen a embarazos no intencionales en edades tempranas, incluyendo su vínculo con abuso sexual y violencia de género.

- Promover el acceso a la salud de los y las adolescentes, incluyendo servicios de salud sexual y reproductiva, desde un modelo de servicio de salud adecuados y mejorar estos servicios.

- Fortalecer el enfoque de igualdad de género en el abordaje del embarazo no intencional en la adolescencia, promoviendo la responsabilidad de los adolescentes varones.

- Fortalecer las políticas de prevención de violencia y abuso sexual y mejorar la articulación entre los servicios de protección, salud, educación y justicia para garantizar la protección y el acceso a la justicia en los embarazos por causa de abuso sexual.

- Fortalecer las estrategias escolares que permitan acompañar las trayectorias de madres y padres adolescentes para evitar el abandono escolar, promover el reingreso y la finalización de sus estudios medios.

“La Ley 26.061 establece, en su artículo 47, la creación de la figura del defensor de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que debía ser nombrado en un plazo de 90 días posteriores a la sanción de la Ley. Sin embargo, 12 años después el cargo sigue vacante (...). La ausencia de esta figura a nivel nacional, repercute de manera negativa en la eficacia de las políticas públicas en materia de infancia y adolescencia y constituye una deuda central que debe ser saldada para asegurar el ejercicio de derechos de todas las niñas, niños y adolescentes”. De “Posicionamiento sobre adolescencia en el país” (Unicef).

CONCLUSIONES

* El nivel de las privaciones no es homogéneo en el país: la pobreza alcanza a 1 de cada 3 adolescentes en el sur del país pero a 1 de cada 2 en el NEA, Cuyo y Centro.

* La desigualdad también se manifiesta en al acceso a la protección social: si bien la Asignación Universal por Hijo alcanzó a un millón de adolescentes entre 12 y 17 años, a partir de los 13 años los niveles de cobertura tienden a descender y esto se acentúa en la población de 16 y 17 años.

* Una gran parte de las adolescentes se ve afectada debido a la sobrecarga de tareas domésticas y de cuidado que socialmente se les asigna: 2 de cada 3 jóvenes (15-29 años) que no estudian ni trabajan (los mal denominados ni-ni) son mujeres que están realizando este trabajo invisibilizado y no remunerado de cuidado. Entre las mujeres, un 42,1% dejó de trabajar o estudiar por esta razón, frente al 12,9% de los varones.

* 3 de cada 10 estudiantes transitan su escolaridad secundaria con sobreedad y esto se debe en gran parte a que han repetido años anteriores o a interrupciones durante su trayectoria escolar previa. Entre el 15% y el 17% de los estudiantes que cursan el último ciclo lo hacen con uno o más años de sobreedad.

* La repitencia y el abandono en el nivel secundario son fenómenos que atraviesan principalmente aquellos adolescentes provenientes de los sectores más desfavorecidos de la población. Entre las principales causas de esta deserción escolar en los jóvenes de entre 15 y 17 años se observan: ingreso al mercado laboral (14%); dificultades económicas para sostener la cursada (8,8%); embarazo o cuidado de algún hermano/hijo menor (11,3%) y un 29,6% afirmó haber abandonado la escuela “por no considerarla necesaria o por no gustarle”.

* En 2015, murieron 3.533 chicos de 10 a 19 años, lo que representa diez muertes diarias. La mortalidad entre los varones es dos veces más alta que entre las mujeres. En 2015, se registraron 438 casos de suicidio (3 de cada 4 correspondieron a varones).

* Según datos aportados de Unesco, Argentina lidera los rankings de bullying o acoso escolar en los establecimientos educativos en la región: 4 de cada 10 estudiantes secundarios admite haber padecido acoso escolar, mientras que 1 de cada 5 dice sufrir burlas de manera habitual.

* Un 16,3% de los adolescentes que trabajan excede los parámetros fijados por la legislación en cuanto a jornada de trabajo permitida (36 horas semanales) y el 6,1% realiza trabajo nocturno, situación también prohibida por la ley.

* La mayoría de los adolescentes en conflicto con la ley penal tiene menos garantías que los adultos en igual situación. El sistema no tiene un carácter especializado y la ley deja amplio espacio para la intervención discrecional de los jueces (...). Un mismo caso puede ser tratado de modos muy distintos de acuerdo con la provincia en la que ocurra o el juzgado que lo reciba.

Fuente: “Posicionamiento sobre adolescencia. Para cada adolescente una oportunidad”. Unicef.

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La educación primaria prácticamente es universal, pero en la secundaria hay medio millón de adolescentes que no está en la escuela. Foto: Archivo El Litoral