A un año del intento de golpe de Estado

Turquía: Erdogan confiado en disponer de la pena de muerte para quienes se levantaron contra el gobierno

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, cree que será posible reintroducir la pena de muerte en Turquía y añadió que las críticas de la Unión Europea (UE) no lo harán vacilar a la hora de firmar una ley en ese sentido.

Redacción de El Litoral

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Telam

“Si llega al Parlamento, y creo que será aprobada por el Parlamento, y luego me llega a mí la aprobaré sin dudar”, dijo Erdogan en un discurso ante el Parlamento al cumplirse el primer aniversario del intento de golpe de Estado en Turquía, mientras sus seguidores lo vitoreaban.

El mandatario brindó el discurso a las 2:32 hora local, la misma hora en que, hace un año, fue bombardeado el Parlamento por quienes se levantaron contra el Gobierno. Los dos principales partidos de la oposición -el CJP y el HDP- anunciaron que no participarían del evento.

“Personalmente no le presto atención a lo que dicen Hans y George. Le presto atención a lo que dicen Ahmet, Mehmet, Hasan, Ayse, Fatma y Hatice”, añadió. Con “Hans y George” Erdogan se refiere a Alemania y el Reino Unido. La UE ha dejado en claro que una reintroducción de la pena de muerte significaría el final del proceso para incorporar a Turquía a la UE.

Además, Erdogan volvió a culpar al predicador Fethullah Gülen, que vive en Estados Unidos, de la intentona golpista en la noche del 15 al 16 de julio de 2016. “Tanto los miserables golpistas como aquellos que los pusieron en nuestra contra ya no tendrán paz”, dijo.

Previamente, en un acto en Estambul, el presidente turco había anunciado que los golpistas recibirán un duro castigo. Durante un acto conmemorativo en el Puente del Bósforo en Estambul señaló que “ningún traidor se quedará sin condena”. Añadió que la nación turca no dudará en “triturar la cabeza de aquellos que traicionan”.

Además, Erdogan anunció que los presos que sean acusados de haber participado en el golpe de Estado usarán al ser llevados ante los tribunales una vestimenta similar a la de los presos en la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba.

Erdogan habló de la pena de muerte en varias oportunidades en el pasado. Sin embargo, poco después de su victoria en el referéndum constitucional hace tres meses, el tema desapareció de la agenda.

Este fin de semana se recuerda en Turquía el sofocamiento de la intentona golpista. De acuerdo con informes de los medios, cientos de miles de personas participaron en el evento en el Puente del Bósforo.

Los festejos

Turquía celebró el sábado con pomposos actos en Ankara y Estambul el primer aniversario del fallido intento de golpe de Estado del 15 de julio de 2016, que dejó un saldo de 249 muertos, en un momento de unidad ceremoniosa ensombrecido por las enormes purgas que sacudieron a la sociedad turca desde entonces.

Los actos comenzaron con una marcha multitudinaria en Estambul, en la que una marea humana partió desde el lado asiático de la ciudad hacia el primer puente del Bósforo, ahora bautizado como Puente de los Mártires del 15 de Julio, uno de los principales escenarios de los enfrentamientos entre civiles y los militares sublevados en la noche del intento golpista.

Bajo gritos de “¡Dios es grande!” y ondeando banderas turcas, decenas de miles de personas se agolparon en los accesos al puente para participar de la ceremonia y escuchar el discurso del presidente, Recep Tayyip Erdogan.

“Sabemos quién está detrás de la Organización Terrorista Fethullah Gülen, el Partido de Trabajadores de Kurdistán y el Estado Islámico (EI). Lo primero que haremos es arrancar la cabeza a esos traidores”, tronó el mandatario, quien acusó a los tres grupos de hacer causa común contra su gobierno.

El gobernante hizo, además, numerosas alusiones a la fe de los civiles que “se enfrentaron a los tanques sin armas, solo con banderas en la mano”.

Tras terminar su discurso con fórmulas religiosas y el poema “Dios, no nos dejes sin musulmanes”, Erdogan inauguró un monumento en forma de cúpula blanca en memoria de las víctimas del fallido gole de Estado.

Entre el público, un grupo de jóvenes empujaba un muñeco de trapo de tamaño humano de Fethullah Gülen, un predicador islamista exiliado en Estados Unidos, al que las autoridades turcas acusan de la responsabilidad del pronunciamiento.

El gobierno atribuyó la asonada a redes de militares vinculados a la cofradía de Gülen, hasta 2013 aliado de Erdogan y desde entonces acérrimo enemigo; pero el teólogo niega toda relación.

La noche del 15 de julio de 2016 miles de civiles desarmados se levantaron en las calles contra los soldados rebeldes, provistos de tanques y aviones de guerra, y lograron poner fin a décadas de intromisión militar en la política turca.

Pero junto a una ola de nacionalismo, el mayor legado del golpe ha sido una amplia represión por la que miles de policías, jueces, docentes y funcionarios públicos perdieron sus empleos o fueron encarcelados.

Gülen repudió nuevamente el intento de golpe y lamentó la “caza de brujas” que inició el gobierno tras los acontecimientos.

En 12 meses bajo el estado de emergencia impuesto el 20 de julio de 2016, pocos días después de la asonada, más de 130.000 personas han sido detenidas y unas 50.000 están en prisión preventiva.

Además, 140.000 empleados públicos han sido despedidos de sus puestos de trabajo y los afectados prácticamente no han podido recurrir la medida o reivindicar sus derechos ante los tribunales.

El viernes mismo, un nuevo decreto comunicó el despido de 7.000 funcionarios, entre ellos 2.303 policías.

La purga afectó también a medios de comunicación y periodistas.

Según denunció hoy la ONG Reporteros sin Fronteras (RSF), el país se ha convertido tras el intento golpista en “la mayor prisión del mundo para los profesionales de los medios de comunicación” por la política de “persecución de las voces críticas”.

En un informe sobre lo ocurrido este último año, RSF alertó del cierre de cerca de 150 medios mediante decretos leyes amparados en el estado de emergencia, y de la detención de periodistas, de los que más de un centenar están en prisión.

Las críticas a la mano dura de Erdogan se escucharon también durante la ceremonia conmemorativa en el Parlamento de Ankara, bombardeado la noche del intento golpista.

El jefe del Partido Republicano del Pueblo, el principal de la oposición, denunció “la erosión de la democracia” tras el golpe.

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El presidente Erdogan y su esposa saludan durante la ceremonia celebrada en Estambul.

Foto: Agencia DPA

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Miles de personas festejaron en las calles de la capital, Ankara, como en Estambul, las sedes de los festejos. Foto: Agencia DPA