Un capítulo “surrealista” en la vida del genial pintor

Exhumarán los restos de Dalí por una demanda de paternidad

Por una demanda de paternidad que lleva adelante la mujer Pilar Abel desde hace varios años, mañana se abrirá la cripta que guarda los restos mortales del genial Dalí en la ciudad de Figueres.

28-2-EFE27972.jpg

El museo Dalí en Figueres concita la atención de cientos de personas que diariamiente se trasladan a la pequeña ciudad ubicada en el límite con Francia. Foto: Archivo El Litoral

Redacción de El Litoral

[email protected]

DPA - EFE

La exhumación del cuerpo de Salvador Dalí para extraer muestras de ADN en el marco de una demanda de paternidad presentada por una vecina de Figueras, se realizará mañana a partir de las 20 hora local, tras el cierre del Teatro-Museo Dalí al público.

Así lo informó hoy el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que precisa que la Fundación Museo Dalí solicitó al juzgado de Primera Instancia número 11 de Madrid, encargado de tramitar esta demanda, que se modificara la hora de las diligencias para no perjudicar su actividad diaria.

El juzgado de Madrid admitió la petición y así lo ha trasladado al juzgado de Figueras (Gerona), que llevará a cabo las diligencias para que se inicie la tarea de exhumación, una vez que finalice la apertura al público del Teatro-Museo Dalí, donde está enterrado el artista.

Ese juzgado madrileño admitió la demanda de paternidad y será el juzgado de la ciudad catalana quien asumirá las diligencias para que se inicie la tarea de exhumación.

Fuentes jurídicas informaron de la presentación de dos recursos a la petición judicial de la toma de muestras al cuerpo de Daí, uno de la Abogacía del Estado y otro de la fundación, que se resolverán a posteriori porque en este tipo de casos de paternidad esas demandas no paralizan las exhumaciones.

Los administradores del museo han organizado un dispositivo especial para facilitar las complejas labores de exhumación del cuerpo de Dalí, que descansa en este centro bajo una losa de una tonelada y media de peso.

La Fundación Gala-Dalí, que desconoce la duración de la intervención, anunció mediante un comunicado que los informadores tendrán vetado el acceso al interior del teatro-museo y tampoco podrán tomar imágenes.

La directora del museo, junto con los directores de la Fundación Gala-Dalí, comparecerán a primera hora de la mañana del próximo viernes para exponer su punto de vista sobre este asunto.

El objeto de esta exhumación es cotejar el ADN de Salvador Dalí con el de la mujer que se declara hija del pintor, Pilar Abel, que litiga desde hace años por el reconocimiento del artista como su padre.

28-1-EFE87831.jpg

Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech, marqués de Dalí de Púbol. Un artista que logró un recocimiento mundial por su obra y su personalidad.

Foto: Archivo El Litoral

El hombre que fue su propia obra

Una máscara, una marca, una provocación, un proyecto deliberado de convertir la propia persona en obra de arte: el surrealista español Salvador Dalí fue esas y otras cosas a lo largo de una vida que marcó como pocas el arte del siglo XX.

“Dalí es más importante que mi propia obra”, definía el excéntrico genio de Figueres, la ciudad del noreste de España en donde el mito de Dalí (1904-1989) escribirá mañana un nuevo capítulo cuando su cadáver sea exhumado por una demanda de paternidad.

Nacido el 11 de mayo de 1904 en la localidad catalana, Dalí exhibió desde niño un desbordante talento natural que le inspiró pronto su proyecto de vida: “Seré un genio aunque el mundo diga que no”, escribió en su diario de juventud a los 16 años.

El camino le exigió una pirueta personal: esconder su vergüenza y su timidez patológica tras una máscara exhibicionista que terminó convirtiéndose en toda una marca famosa a escala mundial.

Sus estrafalarios bigotes, su extraña forma de hablar, su indumentaria, sus poses no fueron más que un parapeto para “ocultar la patológica timidez que amenaza con destruirlo y que nunca le abandonará del todo”, formuló su biógrafo Ian Gibson.

Para el famoso hispanista irlandés, autor de la biografía “La vida desaforada de Salvador Dalí”, el genio de Dalí es discutible, pero no así su mérito de haber creado una obra extraordinaria y de haber conquistado con creces la tan deseada celebridad internacional.

En opinión de muchos críticos, el Dalí auténtico es el de los años 1926 a 1938, cuando, en pleno auge del surrealismo, creó cuadros como “La persistencia de la memoria” (1931), que muestra sus famosos relojes derretidos. De esa época datan también las películas “Un perro andaluz” (1928) y “La edad de oro” (1930), rodadas con Luis Buñuel.

La decadencia del pintor, en cambio, comenzó para sus biógrafos a su regreso a España en 1948, después de haber vivido en París y Estados Unidos.

Ya en los años 30 Dalí había expresado su admiración por el fascismo y dictadores como Adolfo Hitler -lo que motivó su exclusión del movimiento surrealista-, y, de vuelta en la España de la dictadura de Francisco Franco, se mantuvo cercano al régimen.

“Es difícil saber si fue un franquista convencido”, sostuvo Gibson, sin descartar que pudiera tratarse de una “adhesión irónica” como la que formuló en 1951 al compararse con Pablo Picasso: “Picasso es comunista, yo tampoco”.

Gibson ha sondeado en otro capítulo complejo de la personalidad de Dalí: su vergüenza sexual y su terror a ser homosexual, que experimentó, por ejemplo, al sentirse atraído por el poeta Federico García Lorca, al que conoció en la célebre Residencia de Estudiantes de Madrid, al igual que al cinesta Buñuel.

Para el hispanista, la relación con Lorca, homosexual y ejecutado por los falangistas cerca de Granada en 1936, fue decisiva en la vida de Dalí, si bien nunca se concretara en un contacto carnal. “Dalí nunca pudo olvidar a Federico, cuya presencia impregna su vida y cuyo fantasma lo persiguió hasta el final”.

Aún más decisiva fue otra compañía, la de su esposa y musa Gala, con la que se casó por la iglesia en 1958. El pintor tenía entonces 54 años y ella 64. Se habían conocido en 1929 y contraído matrimonio civil en Paris ya en 1934.

Gala fue el gran amor y soporte de Dalí. De origen ruso, era una mujer experimentada que ya había mantenido relaciones con Giorgio de Chirico, Max Ernst o Paul Eluard, con quien estuvo casada. Gala ayudó al pintor a vivir con sus traumas sexuales y, como su agente, fue también responsable del enorme éxito comercial de la obra daliniana.

Su muerte en 1982 impactó gravemente en Dalí. Convertido desde hacía tiempo en estrella mediática, emblema y objeto de culto, el genio surrealista vivió un progresivo declive con episodios oscuros, incluyendo un supuesto intento de suicidio, hasta su muerte en Figueres el 23 de enero de 1989, meses antes de cumplir los 85 años.

El nuevo giro en la biografía de Dalí pareció estrafalario y a la vez coherente a Gibson: la exhumación, comentó estos días, constituye un episodio “auténticamente surrealista”.