Estados alterados

Un escándalo con dos detenidos en la costa

Un hombre violó una medida de distancia para llevarse una bicicleta y en su huida amenazó de muerte a los presentes. Gracias a la intervención policial no se hizo “justicia por mano propia”.

Redacción de El Litoral

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Un conflicto de familia terminó ayer con dos intervenciones policiales en distintos momentos del día en San José del Rincón, y con la detención de dos jóvenes de 20 y 21 años, informaron fuentes policiales.

Primero, una mujer de unos 47 años corrió hasta la comisaría de Distrito 14º para denunciar que en la zona de calle Vicente Zarza y el terraplén, un sujeto de 20 años le había sustraído, bajo amenaza de arma blanca, una bicicleta tipo mountain-bike de su casa. Sobre el acusado dijo que pesaba una medida de distancia del Juzgado de Familia Nº 3 de Santa Fe por un viejo conflicto familiar. No obstante, los efectivos del Comando de la Costa que hicieron un primer chequeo del lugar, no lograron dar con el denunciado.

Madre e hija

Poco tiempo transcurrió tras la ida de los uniformados cuando el susodicho regresó a la casa donde se encontraba la mujer y su hija de 25 años. Ésta vez, fue la menor de las mujeres la que recibió el ultimátum de parte del intruso, que nuevamente a punta de cuchillo la amenazó y la despojó de su teléfono celular.

Este segundo episodio enfureció a un familiar de ambas mujeres, que armado con un revólver salió a buscar al agresor e incluso en su búsqueda habría efectuado algunos disparos al aire que movilizaron nuevamente a los uniformados.

Mientras esto sucedía, otro vecino, que advirtió el ingreso del joven ladrón en un terreno de su propiedad, le pidió a la policía que se lo llevaran, aduciendo que era un muchacho conocido y que por ello no radicaría la denuncia.

Dos detenidos

Pero la presencia del otro sujeto armado en las cercanías hizo que la situación se tensara aún más, cuando a viva voz pedía que “lo larguen” para ejecutarlo. Afortunadamente, la rápida respuesta del Comando evitó que ambos muchachos dirimieran las cuestiones a los tiros; y mientras una patrulla logró desarmar al hombre apostado en la puerta, otros alcanzaron al muchacho que una vez más intentó fugarse por los fondos de la vivienda donde había buscado refugio.

Como resultado, los dos jóvenes fueron puestos a disposición de la fiscalía, uno por “portación ilegitima de arma de guerra” (le secuestraron una tumbera calibre 22, cartuchos del mismo calibre y una gorra policial); y el otro por “robo calificado, amenazas de muerte y desobediencia a mandato judicial” (le secuestraron un cuchillo de cocina tipo Tramontina).