Robo domiciliario

Cuantioso golpe en una vivienda de Los Hornos

Ocurrió en Urquiza al 5400. Se llevaron una importante suma de dinero y distintos objetos. No hay detenidos.

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Los malvivientes se valieron de una escalera para llegar hasta una ventana ubicada en la parte posterior del inmueble.

Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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Dejar nuestra casa para asistir a algún evento o cumplir un trámite suele ser una experiencia que no siempre tiene final feliz. Es que desde hace un tiempo esta circunstancia es aprovechada al máximo por los “amigos de lo ajeno” para hacer de las suyas.

Esto fue lo que le pasó a Adolfo, un comerciante que reside junto a su familia en Urquiza al 5400, en barrio Los Hornos.

Ayer al mediodía, el nombrado, junto a los suyos, salieron de su domicilio para festejar el cumpleaños de una de sus hijas. Minutos antes de las 19 regresaron y fue entonces cuando quedaron envueltos en una película de terror.

Autores ignorados habían ingresado a su propiedad donde tras provocar algunos destrozos sustrajeron distintos objetos, además de dinero en efectivo.

Según se supo los malvivientes se valieron de una escalera de gran porte (la habrían sacado de una obra en construcción que está en la misma cuadra) para llegar hasta una ventana ubicada en la planta alta del inmueble. Tras violentar las rejas de dicha abertura finalmente lograron “colarse” al interior.

Lo que siguió fue la búsqueda de dinero y otros valores que los malvivientes realizaron, sobre todo en la parte de los dormitorios. Finalmente escaparon del lugar llevándose teléfonos celulares, artículos de informática y dinero en efectivo.

* “Esto fue todo un desastre. Rompieron algunos muebles, tiraron los cajones al suelo, bah... lo que hacen siempre en estos casos”, dijo hoy Adolfo en diálogo con El Litoral.

Agregó que “por lo que pudimos saber, un rato después que nosotros nos retiramos paró frente a nuestro domicilio un automóvil, del que descendieron varios sujetos. Tomaron la escalera y fueron a la parte trasera del inmueble.

Más adelante explicó “todo esto te deja una angustia muy grande. Sentís que no tenés manera de defenderte. Yo tengo perros de raza que son muy guardianes. Pero no los puedo meter adentro de la casa. ¿Entonces qué me queda? ¿Tengo que comprarme un arma? Ahora voy a poner alarmas y reforzarme con todas las rejas que pueda. Igual te queda la sensación de que nada es suficiente”, sentenció.

En Sargento Cabral

En nuestra edición de la víspera, dimos cuenta de un hecho similar ocurrido la noche del sábado en una vivienda de Huergo al 1900, en barrio Sargento Cabral.

Al igual que en el caso precedente, los dueños de casa (un matrimonio de jubilados) se ausentaron para asistir a un celebración familiar.

Cuando regresaron encontraron la puerta de entrada de su vivienda totalmente destruida. Con una barreta habían arrancado de cuajo la cerradura. Además les habían robado objetos personales, algo de dinero y alhajas de la familia.