Terminó el juicio oral

A tres años de un crimen la Justicia condenó al autor

El tribunal impuso 16 años de prisión para Darío Jesús Gaitán, tras considerarlo culpable por el homicidio de Horacio Raúl Romero, ocurrido en Sauce Viejo, el 12 de septiembre de 2014.

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Además de la condena a prisión, el imputado Gaitán fue declarado reincidente porque tenía dos condenas anteriores.

Foto: Mauricio Garín

 

Redacción de El Litoral

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El tribunal pluripersonal que integraron los jueces Octavio Silva -presidente-, Susana Luna y Gabriel Candioti condenó hoy a la pena de 16 años de prisión de cumplimiento efectivo a Darío Jesús Gaitán, un convicto de 33 años que el 12 de septiembre de 2014 mató a Héctor Raúl Romero, de 48 años, e hirió a su hijo Raúl Cruz Romero, que entonces tenía 17, en la vereda de un kiosco en Sauce Viejo.

La parte resolutiva de la sentencia fue leída esta mañana en la Sala Nº 1 de tribunales, ante la presencia del imputado, que estaba acompañado por su abogado defensor Iván Leguiza; y los fiscales Cristina Ferraro y Jorge Nessier, por el Ministerio Público de la Acusación.

El pasado viernes, la defensa de Gaitán pidió la absolución para su pupilo; y alternativamente, en caso de ser condenado, que lo sea por el delito de “homicidio en exceso de legítima defensa”, ya que según la versión del reo, éste se defendió de un ataque armado por parte de los Romero cuando fue al kiosco que está en inmediaciones de Ruta Nº 11 y pasaje Turquía, del barrio Altos del Sauce.

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El tribunal del juicio estuvo integrado por los jueces Octavio Silva -presidente-, Susana Luna y Gabriel Candioti.

Foto: Flavio Raina

Homicidio calificado

Por su parte, la fiscalía reclamó 25 años de prisión para Gaitán, como autor de los delitos de “homicidio calificado por el empleo de arma de fuego” en perjuicio de Romero padre; y el mismo delito en grado de “tentativa” en contra del hijo.

Para los fiscales, no es cierto que Gaitán haya ido al encuentro de los Romero desarmado, y sostuvieron la versión de las víctimas, de que el atacante quiso robarles una motoguadaña que utilizaban para trabajar en el mantenimiento de casaquintas.

Una semana después de iniciado el debate oral, por el cual pasaron 16 testigos, el tribunal resolvió condenar a Gaitán por los delitos que habían sido descriptos por la fiscalía, aunque disminuyó el monto de la pena 9 años en relación a lo peticionado por el mismo organismo. Además, el acusado fue declarado “reincidente por segunda vez”, puesto que de acuerdo con el informe del Registro Nacional de Reincidencias, tiene dos condenas previas por otros delitos: la primera a cuatro años y medio de prisión efectiva dictada en 2009 por dos robos calificados y una tentativa de robo. Y en 2012, fue condenado a siete años de prisión a raíz de una nueva tentativa de robo.

Por último, los jueces fijaron el vencimiento de la pena -por cómputo legal- para el 13 de septiembre de 2030, dado que Gaitán lleva tres años en prisión preventiva.

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Los fiscales Nessier y Ferraro habían pedido 25 años y declaración de reincidencia para Gaitán.

Foto: Mauricio Garín

El descargo

Durante el juicio, fue el propio Gaitán quien ofreció una versión verosímil de los hechos, pero que no fue sostenida a lo largo del debate. De hecho, ni el testimonio de su tío -para quien trabajaba pintando piletas-; ni su concubina -que es policía-, fueron ofrecidos como testigos de descargo.

Gaitán por su parte, relató que esa noche del 12 de septiembre de 2014 había ido en su moto a comprar pan y un jugo para la cena, acompañado por su hijo de entonces 10 años, cuando un grupo de cinco o seis hombres borrachos comenzaron a hostigarlo. Según él, uno de ellos le pidió que pagara una cerveza, y el tono del reclamo se incrementó cuando al momento de pagar su compra vieron que en su billetera llevaba un fajo de billetes -había cobrado $ 2.000 por la semana de trabajo. El imputado contó que lo amenazaron y que por eso fue hasta su casa, dejó al chico y volvió para enfrentarlos. “Iba a golpearlos”, dijo, pero negó haber llevado el arma homicida.