VIOLENCIA Y ACOSO LABORAL

Los desafíos que plantean las nuevas formas de trabajo

El representante de la OIT en la Argentina evaluó que las formas atípicas de empleo que se están desarrollando exponen al trabajador a más violencia. Y planteó la necesidad de una norma internacional en la materia.

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Pedro Furtado de Oliveira advirtió “mucha atomización del trabajo, mucho teletrabajo, trabajo informal e intermitente”.

Foto: Archivo/Luis Cetraro

 

Redacción de El Litoral

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Pedro Furtado de Oliveira es director de la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo en la Argentina, y fue una de las presencias destacadas este viernes en la apertura del II Congreso Sindical Internacional: “Ambientes de trabajo libres de violencia”, que se desarrolló en la sede de ATE-Casa España, con la participación de las máximas autoridades del gobierno provincial, una amplia representación sindical y autoridades de la Defensoría del Pueblo.

En diálogo con la prensa, el representante del organismo internacional -brasileño de nacimiento- afirmó que la importancia de lograr espacios laborales libres de violencia y acoso está presente desde siempre, pero “ahora cada vez más con los cambios que estamos pasando”.

“Hoy en día hace falta entender el modo de trabajo que estamos enfrentando con varios desafíos: desafíos demográficos, tecnológicos; todo eso está generando modalidades nuevas en el lugar de trabajo, que no estábamos acostumbrados a tener. Y hace falta entender de qué manera eso puede promover más vulnerabilidad y más abuso de poder”, advirtió.

En este sentido, Furtado de Oliveira señaló que se asiste en forma cotidiana a modalidades y formas atípicas de empleo: “Mucha atomización del trabajo, mucho teletrabajo, trabajo informal e intermitente. Hay estructuras que exponen al trabajador aún a más violencia, dentro y fuera de su ámbito laboral. Hoy en día no se habla de un trabajo dentro de un universo físico, el universo de trabajo se amplió”.

LA NECESIDAD DE UNA LEY

Frente a estos cambios parece no haber reglas “que puedan abarcar todos esos elementos, y en especial a las mujeres que están en una situación mucho más vulnerable y más expuestas a empleos temporarios, precarios y con menores salarios”.

En concreto, señaló que “no hay una norma internacional que pueda definir qué es violencia laboral y qué puede ser acoso para que todos sepamos cómo prevenir situaciones. Necesitamos tener elementos novedosos y como organismo internacional tripartito estamos con los trabajadores, empleadores y gobierno de todos los países pensando una discusión para entender qué norma debemos generar para que podamos preparar al mundo, el país, a la Argentina para los próximos cien años sin violencia en su modelo de trabajo”.

Sin opinar sobre la situación particular de ningún Estado, señaló que la OIT hizo una encuesta en 81 países para entender qué se está haciendo alrededor del tema de la violencia y acoso laboral. Todo este material, forma una base a partir de la cual “se espera que los países puedan emprender discusiones un poco más abarcativas, más comprensivas para definir quién es responsable, cuáles son los roles de los sindicatos, de las empresas y del propio gobierno. Hace falta discutir y crear una ley en su totalidad, que defina violencia, acoso y que se establezca los mecanismos de reparación de daños”.