El camino de la ciencia

El fallo judicial en Entre Ríos manifiesta la necesidad de avanzar en un trabajo integral que regule el uso de los agroquímicos en la Argentina.

Federico Aguer

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En Argentina, todos somos iguales ante la ley. Sin importar el color de la piel, la etnia de la cual provenimos, la dimensión de la cuenta bancaria o nuestro grado de participación en la política. Quien delinque debe ser sancionado con la ley. Lo ocurrido en la provincia de Entre Ríos con el fallo judicial contra un aplicador no ha sido la excepción.

Pero independientemente de las actuaciones de la justicia, el tema sigue sin ser debatido con la seriedad del caso. De hecho, en Santa Fe perdió estado parlamentario una de las pocas iniciativas legislativas serias de los últimos años destinada a iniciar un camino de consenso, con el respaldo de la ciencia y las instituciones que de verdad saben del tema.

En una reciente entrevista radial a LT9, el Ing. Agr. Carlos Dángelo, docente de la cátedra de Ecología de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL, sostuvo que se debe apuntar a ordenar todo el sistema de gestión que tiene el uso de los fitosanitarios. “La leyes y ordenanzas no son suficientes para resolver estos problemas, porque las leyes existen pero no hay un acompañamiento de la gestión para hacerlas cumplir”, sostuvo en el programa “Primera Mañana”. Por eso, desde su cátedra se plantearon varios ejes de trabajo en zonas periurbanas vinculadas a la Universidad, orientados a buscar caminos superadores. “Para ordenar el sistema de gestión analizamos 19 aspectos que tienen que ser contemplados para regular su uso”, manifestó en relación a temas como la importancia de un veedor, las condiciones ambientales en las que se debe realizar cada aplicación, el producto a usar, el destino de los envases (que tienen que ser lavados y llevados a un lugar no contaminante).

El camino a transitar se llama Buenas Prácticas Agrícolas, junto con el desarrollo de nuevas formas de producción de menor impacto basadas en el manejo de los procesos, donde la agroecología asoma cada vez con mayor fuerza, y el control efectivo ayude a erradicar los conflictos.