Con los trigos de Santa Fe

Contra la roya, mucha agronomía

El patógeno avanzó firme ayudado por las condiciones ambientales, conviviendo inclusive las tres enfermedades en un mismo lote. Advierten sobre el trabajo preventivo en semillas de soja y maíz.

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Juntos para aprender. El el evento de capacitación se analizaron los problemas sanitarios más urgentes de los cultivos en la provincia.

Foto:Gentileza

 

Federico Aguer

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La imagen de la realidad sanitaria del cultivo de trigo muestra un creciente impacto de los tres tipos de roya a lo largo de toda la geografía provincial. Esta preocupante situación fue analizada esta semana en el Tercer Seminario de Entrenamiento Profesional Agronómico, un espacio para técnicos con temas específicos de capacitación y entrenamiento. En el evento, que se realizó en Esperanza, se analizó el impacto de las malezas y de las enfermedades del trigo. “Las manchas en algunas variedades están a una severidad del 50 % en el estrato basal, inclusive con la roya anaranjada tenemos variedades con hasta el 70 % de severidad en hoja bandera y bandera menos 1, que es una cifra muy alta”, le confesó la fitopatóloga Margarita Sillón a Campolitoral. Según la especialista, algunas se mezclan con roya amarilla, con incidencias de hasta el 40 %, y el inicio de algunas variedades conviven las tres royas. “En algunos lotes habrá que controlarlas nuevamente”, opinó.

El impacto del agua

Según Sillón, en este momento se ven las patologías foliares, específicamente las tres royas (naranja, amarilla y en los últimos 15 días la roya del tallo). “Esta última es la que más temperatura requiere para prosperar, por lo que en el mes de octubre se va a incrementar y es bastante agresiva”, sostiene.

A raíz de esto, aconseja desarrollar distintas estrategias aplicando fungicidas, pero siempre teniendo en cuenta que como hay diferencia varietal, los técnicos están analizando esas diferencias. “Para los cultivos que vienen, la soja puede llegar a tener problemas por el agua estancada, con los dos géneros de seudo hongos que ya hemos tenido en 2004 y 2007, cada vez que Santa Fe se ha inundado.

“Cualquier lluvia genera manchones de plantas muertas en el suelo que se van incrementando y a veces aparecen más tarde cuando los lotes fueron aplicados con insecticidas. Ante eso está el tratamiento de semillas, el seguimiento de los lotes, tener todo escrito en un cuaderno es válido porque cada lote que tuvo problemas durante los últimos años puede repetirlos, y esa información es muy valiosa, sobre todo para saber qué variedad usar, qué rotación implementar, hay comportamientos diferenciales, manejo de densidades de siembra, etc.”, sostiene Sillón.

¿Más trigo, más problemas?

Según la Ing. Agr. Lucrecia Couretot, de INTA Pergamino, hay una gran problemática de excesos hídricos y a la vez se ha sembrado más trigo, al que también se lo está fertilizando más, y hay patógenos que se adaptan a diferentes tipos de clima, a temperaturas más altas como son las royas. Y al haber mayor fertilización nitrogenada se sienten más cómodas. “Hay royas que se adaptan a climas más cálidos, esto es una problemática mundial, y acá tenemos una genética susceptible frente a la mayoría de los patógenos y enfermedades”. Además, Couretot explica que estamos sembrando una genética de variedades bastante estrecha: “hay 3 o 4 cultivares de trigo en un amplio rango, desde Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, y eso hace que tengamos una alta presión de inóculos y que se generen este tipo de epidemias”.

Además de eso, estamos atravesando un año con muchos vientos y tormentas, que dispersa las esporas a grandes distancias, y se encuentra con estos “puentes verdes”, que dispersan las epidemias de norte a sur. “Tuvimos un invierno cálido, que hizo que muchas plantas sigan verdes y favoreció la aparición de infecciones de roya temprana”.

También sostuvo que la mayor problemática es la roya del tallo que afecta no sólo al tallo sino también a la espiga, y que va a afectar el grano a través de la circulación de nutrientes. Ante esto, aconseja proteger la hoja y la espiga, “que son las que más nos aportan al llenado de grano, y con estas lluvias frecuentes protegernos contra el fusarium.

Finalmente, recuerda que ya se inició la siembra del maíz, y sanitariamente conviene medir si hay pérdidas en el stand de plantas, para tratar de ver si tenemos dumping off, que es la muerte de plántulas en pre y pos emergencia. “ara soja, al ser un año con tantos excesos y venir de suelos muy húmedos, analizar la sanidad de las semillas y la calidad, aplicando tratamientos de semillas”

La furia del temporal

Según el informe SEA, los departamentos con mayores montos pluviométricos fueron 9 de Julio, Gral. Obligado, Las Colonias, La Capital y Castellanos, en los cuales cayeron hasta 125 mm. Como consecuencia de ello se observaron escenarios repetidos de campañas anteriores, lotes totalmente sobresaturados, encharcados y anegados, como así también caminos secundarios totalmente intransitables, sin mantenimientos y sin obras. Al margen de las precipitaciones el evento manifestó la caída de granizo

acompañado con muy fuertes ráfagas de viento, incidiendo directamente en los sistemas productivos y la infraestructura. Los cultivos de trigo, girasol y maíz de primera fueron los que sufrieron daños en diversos grados y porcentajes. La particularidad del evento fue su irregularidad y heterogeneidad en el área de incidencia y afectación, siendo su avance en dirección suroeste noreste. La siembra de girasol (últimos lotes) avanzó muy poco, maíz de primera y arroz fue algo más fluido pero bajo el porcentaje de superficie y se realizaron aplicaciones de herbicidas en lotes para la futura siembra de soja y algodón. También se continuó con tareas de acondicionamiento de los suelos en áreas que estuvieron afectadas por los excesos hídricos, a medida que las condiciones físicas de los suelos lo permitieron, situación que cambió totalmente luego del paso de la tormenta quedando superficies encharcadas e inundadas. La condición sanitaria que se presentó hasta la fecha en los cultivos implantados fue buena, ante lo cual debería continuarse con las tareas de seguimiento y monitoreo, con mayor intensidad, en especial en los trigos por fusariosis.

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“tenemos 3 o 4 cultivares de trigo en un amplio rango, que va desde Santa Fe, Córdoba hasta Buenos Aires, y eso hace que tengamos una alta presión de inóculos y que se generen este tipo de epidemias.”

Lucrecia Couretot.

Ing. Agr. INTA Pergamino