¿La CGT se sube?

Cambio de régimen

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Vidal afronta la policía corrupta, baja impuestos, pelea el “Fondo del Conurbano” y ayer estuvo al lado de los empresarios en Mar del Plata.

Foto: DyN

 

Ignacio Hintermeister

Postergada en disputas electorales e iniciativas tardías, Santa Fe no tiene ley Pyme (ni propia, ni adhesión a la nacional) ni define qué hará con la normativa sobre Riesgos del Trabajo. Córdoba y Buenos Aires se volverán más atractivas en términos comparativos, y el ministro de Finanzas de María Eugenia Vidal ya adelanta que rebajará ingresos brutos “gradualmente”.

Un ejemplo: Nicolás Caputo habló ayer en Washington de fondos por unos U$S 1.000 millones para 5 provincias. ¿Estará Santa Fe entre ellas? Con justa causa, Lifschitz acusa a Macri por la deuda nacional.

La Casa Rosada tendrá plata para obras; si Santa Fe va a tribunales, el PRO priorizará inversiones en otros distritos antes de que termine este ciclo socialista. No es justicia, es política.

Durante el 53º Coloquio de Idea, el massista De Mendiguren pedalea sólo contra la reforma laboral que no existe. “Divide y triunfarás”: siguen adelante los acuerdos por sector (la CGT está en sintonía más allá de las verborragias) mientras llega la reforma impositiva con “responsabilidad fiscal” de gobernadores -y del presidente- para que el déficit no crezca.

En el Sheraton de Mar del Plata, más de 600 empresarios (pagaron hasta 65 mil pesos por participar) celebraron una “agenda común” entre la Casa Rosada, los privados e incluso los sindicalistas, menos seducidos por el discurso que por los aportes del inminente blanqueo de 1,5 millón de trabajadores “informales”.

El optimismo no es ajeno al prejuicio: pierde Cristina, cambia el régimen. Si eso realmente sucede, el cambio se ocupará de dejar atrás no sólo a los ajenos; los que juegan al reparto de fondos públicos entre punteros propios, también quedarán empantanados. Aunque eso suceda después de los votos.

Sobreviene la demanda inmediata de los actores económicos: “Necesitamos menos presión tributaria. Si uno tiene en cuenta que cuando querés exportar en tus costos aparecen impuestos que otros no tienen, tenés un problema”.

El presidente también lo dice. ¿Pero cómo se hace para recaudar menos y achicar el déficit fiscal? Ningún futuro se da por descontado; pero si la deuda crece menos que la economía, el gradualismo habrá eludido las bombas de tiempo que dejó la versión “K” del último modelo peronista, y el helicóptero se usará para mejores destinos.