En Brisbane

Los Wallabies se dieron el gusto

  • Vencieron a los All Blacks, en el tercer partido del año por la Bledisloe Cup, que ya estaba definida en favor de los neozelandeses, por haberse impuesto en los dos cotejos del Rugby Championship.
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Intensidad y emociones. Hubo en dosis importantes en el test match desarrollado esta mañana en la capital del Estado de Queensland y que concluyó con el éxito australiano.

Foto: Gentileza sportsnews.com.au

 

César Miño

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Con una más que satisfactoria producción, el Seleccionado de Australia venció esta mañana a su par de Nueva Zelanda, por 23 a 18, en el tercer partido de la temporada por la tradicional Bledisloe Cup, que ya estaba definida en favor de los neozelandeses, por las dos victorias alcanzadas en el Rugby Championship 2017.

Desde el inicio, quedó expresado que en la noche de Brisbane habría problemas para controlar la pelota, producto de la lluvia previa y la llovizna que por momentos acompañó el desarrollo, lo que obviamente generó dificultades en el handling.

En ese contexto, los Wallabies no tardaron en demostrar el buen momento por el que atraviesan, encontrando un protagonismo que permitió que el contenido fuese de alta intensidad y con marcado equilibrio, más allá que los neozelandeses prevalecieron en la posesión.

La apertura del marcador llegó a través de una letal réplica aussie, a partir de una intercepción en cercanías de su propio ingoal, cuando Reece Hodge se apropió de una pelota que los All Blacks manejaban con nítidas chances para marcar y corrió toda la cancha para apoyar en la meta visitante.

Más allá de esta circunstancia y pese a la firmeza de la defensa australiana, Nueva Zelanda comenzó a marcar diferencias en el control de la pelota y no sólo llegó a la igualdad, sino que además revirtió el marcador a través de penales generados por la circunstancia aludida.

La etapa se cerró con otro impecable ensayo aussie, que con el yerro en el intento de goal del apertura Foley, no alcanzó para modificar la ventaja adversaria, cerrándose la etapa inicial con el marcador favorable a los kiwis por 13 a 12.

El complemento tuvo un tramo inicial en el que las acciones perdieron calidad, tras la interrupción que generó la atención médica para el lesionado Rob Simmons. En ese lapso y los minutos subsiguientes, Australia consiguió un marcado protagonismo, ante el extrañamente desordenado elenco neozelandés, que entre otras cosas, cometió una serie de infracciones consecutivas que mucho tuvieron que ver para que contenido y resultado se direccionaran en favor de los locales.

Sin embargo, en los minutos finales, los All Blacks reaccionaron, aunque no con la calidad habitual y se acercaron a solo dos puntos de su anfitrión. En medio de emociones crecientes, con el desarrollo signado por cierto desorden, los Wallabies volvieron a sumar un penal, condicionando las obligaciones rivales.

Con apenas sesenta segundos por jugar, los neozelandeses salieron decididos a revertir la situación, se posicionaron de manera adecuada, pero una imperfección menor deparó en el cierre del partido y desató la algarabía en jugadores y público, ya que hacia dos años que no podían festejar ante el mejor equipo del mundo.

Sin dudas, se trata de un merecido premio para los Wallabies, que con la actuación de hoy no hicieron más que refrendar la evolución denotada en tiempos recientes, la que entre otras cosas les permitió retornar al tercer escalón del podio universal, a partir de la “resurrección” de un equipo que logró rescatar los valores ancestrales del rugby australiano, abriendo un horizonte optimista para el futuro inmediato.

Por último, en materia de actuaciones destacadas, vale puntualizar al octavo australiano, Sean McMahon; a la sapiente conducción de los medios Will Genia y Bernard Foley; como así también a los aportes técnicos individuales de jugadores desequilibrantes como Israel Folau y Kurtley Beale.

Por el lado neozelandés, Sonny Bill Williams jugó un gran partido; mientras que Same Cane y Kieran Read se lucieron en un pack de forwards que esta vez no pudo establecer diferencias con la nitidez habitual. En materia de defecciones, quedó claro que los All Blacks extrañaron a Beauden Barrett: y más aún, porque la actuación del apertura Lima Sopoaga estuvo muy por debajo de lo esperado.

Distinción para los All Blacks

Ayer, el Seleccionado de Nueva Zelanda recibió de manos del Rey Felipe VI, el premio Princesa de Asturias, máxima distinción otorgada por España.

La ceremonia, concretada en el Teatro Campoamor de Oviedo, contó con la presencia de los jugadores Keven Mealamu, Conrad Smith, Israel Dagg y Jordie Barrett; como así también de Steve Tew, CEO de la New Zealand Rugby Union.

“Tienen una pasión común, el rugby. Jugado de forma modélica; no sólo para ganar, sino también para practicar en el campo las mejores virtudes del deportista completo: juego limpio, camaradería, solidaridad, educación, respeto”, expresó el monarca español, en el momento de la entrega.

Como no podía ser de otra manera, el emotivo acto culminó con la ejecución del Haka, por parte de los citados deportistas, quienes se sacaron los sacos y entregaron la mítica danza maorí a la recoleta concurrencia, que los despidió con una interminable lluvia de aplausos.

síntesis

Australia 23

Nueva Zelanda 18

Escenario: Suncorp Stadium de Brisbane.

Referee: el inglés Wayne Barnes.

Asistentes: los sudafricanos Marius van der Westhuizen y Egon Seconds.

TMO: el sudafricano Marius Jonker.

Australia: Scott Sio, Tatafu Polota-Nau y Sekope Kepu; Rob Simmons y Adam Coleman; Jack Dempsey, Michael Hooper (capitán) y Sean McMahon; Will Genia y Bernard Foley; Reece Hodge, Kurtley Beale, Tevita Kuridrani, Marika Koroibete e Israel Folau.

Suplentes: Stephen Moore, Tom Robertson, Allan Alaalatoa, Lukhan Tui, Ned Hanigan, Nick Phipps, Samu Kerevi y Henry Speight.

Head Coach: Michael Cheika.

Nueva Zelanda: Kane Hames, Dane Coles y Nepo Laulala; Samuel Whitelock y Scott Barrett; Liam Squire, Sam Cane y Kieran Read (capitán); Aaron Smith y Lima Sopoaga; Rieko Ioane, Sonny Bill Williams, Ryan Crotty, Waisake Naholo y Damian McKenzie.

Suplentes: Codie Taylor, Wyatt Crockett, Ofa Tu’ungafasi, Patrick Tuipulotu, Matt Todd, TJ Perenara, Anton Lienert-Brown y David Havili.

Head Coach: Steve Hansen

Tantos australianos: tries de Hodge, Folau y Koroibete; más un goal y dos penales de Foley.

Tantos neozelandeses: tries de Naholo e Ioane: más un goal y dos penales de Sopoaga.